Un grupo de investigadores plantea que los sistemas binarios podrían ser un lugar interesante para la búsqueda de vida extraterrestre. A fin de cuentas, se calcula que alrededor de la mitad de estrellas, similares al Sol, forman parte de este tipo de sistemas estelares. Pero hay muchas cosas por comprender…

Los sistemas binarios podrían ser un buen lugar para buscar vida extraterrestre

Un grupo de investigadores plantea que los sistemas planetarios, de sistemas binarios, pueden ser muy diferentes a los que vemos en torno a estrellas solitarias. Por lo que podrían ser un objetivo ideal en la búsqueda de vida extraterrestre. El razonamiento parte de un punto común y bien conocido. La Tierra es el único planeta conocido que alberga vida. Nuestro planeta orbita al Sol. Así que los sistemas planetarios, en torno a estrellas similares, parecen objetivos obvios para intentar buscar vida extraterrestre. A eso hay que sumarle otro aspecto.

¿Podría haber vida en sistemas binarios?
Concepto artístico de una llamarada en una enana roja dentro de un sistema binario. Crédito: NASA’s Goddard Space Flight Center/S. Wiessinger

La mitad de estrellas, similares a la nuestra, forma parte de un sistema binario. En un nuevo estudio, se explica que los sistemas planetarios, de estos sistemas binarios, se forman de una manera muy diferente a como sucede en torno a estrellas solitarias. El resultado, explican, es muy interesante. La búsqueda de vida extraterrestre se va a beneficiar de la entrada en funcionamiento, próximamente, de telescopios muy potentes. Algo que ayudará a entender mejor el proceso de formación de planetas en torno a diferentes tipos de estrellas.

Los datos que recogerán esos telescopios permitirán definir qué lugares son interesantes para buscar vida extraterrestre. Con la ayuda del radiotelescopio ALMA, instalado en Chile, un grupo de investigadores ha estado estudiando un sistema binario. NGC 1333-IRAS2A está formado por dos estrellas jóvenes, a unos 1000 años-luz del Sistema Solar. Está rodeado por un disco formado por gas y polvo. Las observaciones permiten al grupo de investigadores disponer de tan solo una imagen. Una instantánea de la evolución del sistema binario…

La importancia de las simulaciones

Sin embargo, con la ayuda de simulaciones por ordenador, han sido capaces de avanzar (y retroceder) en el tiempo, estudiando cómo ha ido cambiando, y cambiará, el sistema y su entorno. Las simulaciones, basadas en cómo se mueve el polvo y el gas en el disco (entre otros aspectos) permiten determinar cómo evoluciona el sistema. Así, explican los investigadores que el movimiento del material no sigue un patrón continuo. En algunos momentos, durante períodos de diez a cien años, cada mil años, el movimiento es muy intenso.

El sistema binario se vuelve de diez a cien veces más brillante y, posteriormente, vuelve a su estado normal. Probablemente, este patrón cíclico se pueda explicar por el propio sistema binario. Ambas estrellas se orbitan mutuamente. En determinados momentos, su gravedad combinada afectará al gas y el polvo en su entorno, de manera que provoquen que mucho material caiga hacia las estrellas. Ese material provoca un aumento significativo del calor. Es decir, se convierte en un brillo muy superior al que se observa habitualmente.

Estas ráfagas dispersan el disco de gas y polvo. Aunque ese disco se seguirá reconstruyendo, las ráfagas terminarán afectando a la estructura del sistema planetario que se formará en su interior. El sistema todavía es demasiado joven como para que se hayan formado planetas. El equipo de investigadores, de hecho, espera realizar más observaciones con ALMA para profundizar en la formación de sistemas planetarios. No solo van a fijarse en los planetas, también en los cometas. A fin de cuentas, se ha planteado que pueden ser un factor clave.

El papel de los cometas en los sistemas binarios… ¿y la aparición de vida?

Los cometas, a menudo, contienen una gran cantidad de hielo con moléculas orgánicas. No es descabellado pensar, como dicen los investigadores, que las moléculas orgánicas pueden preservarse, en esos cometas, durante el período en el que un planeta está completamente vacío. Posteriormente, el impacto de esos cometas permite introducir las moléculas orgánicas en la superficie del planeta. En este sentido, los investigadores necesitan entender qué impacto tienen las ráfagas de material. El calor causado por esas ráfagas afectará a los cometas.

Concepto artístico de cometas acercándose a un joven sistema estelar. Crédito: NASA

Provocará que sus granos de polvo y hielo se evaporen. Algo que podría alterar la composición química del material a partir del que se formen los planetas. Esperan poder estudiar la composición química del sistema. ALMA, añaden los investigadores, permitirá estudiar moléculas orgánicas complejas. Es decir, moléculas con entre 9 y 12 átomos que, además, contengan carbono. Este tipo de moléculas son los cimientos de otras mucho más complejas, esenciales para la vida como la conocemos. Ya hay ejemplos de cometas que contienen aminoácidos.

Además de ALMA, el telescopio James Webb también va a participar en la búsqueda de vida extraterrestre. A ellos se incorporarán el Telescopio Extremadamente Grande y el Square Kilometer Array (ambos en 2027). El primero podrá observar las atmósferas de exoplanetas, y el segundo podrá analizar longitudes de onda incluso más largas de lo que permite ALMA. Todos estos instrumentos permitirán estudiar moléculas orgánicas de manera directa. Todo esto, esperan, permitirá entender hasta qué punto los sistemas binarios pueden ser buenos lugares para buscar vida…

Estudio

El estudio es J. Jørgensen, R. Kuruwita, D. Harsono et al.; «Binarity of a protostar affects the evolution of the disk and planets«. Publicado en la revista Nature el 23 de mayo de 2022. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys