Es posible que Venus oculte asteroides peligrosos en su órbita. Objetos que podrían suponer una amenaza para la Tierra. Algo que hace pensar en que quizá sea necesario expandir la búsqueda de asteroides que algún día puedan suponer un peligro para nuestro planeta…

Los asteroides peligrosos que Venus oculta en su entorno

Un nuevo estudio busca comprender cuántos asteroides podrían compartir la órbita de Venus y de qué manera se podrían detectar. Es posible que estén ocultos en el brillo del Sol y sean muy difíciles de captar y resistirse a las detecciones. Todo depende de las oportunidades de observación y cómo cambia el brillo de los asteroides. En estos momentos, explican «se conocen veinte asteroides coorbitales de Venus. Esto los protege de acercamientos cercanos a Venus, pero no impide que se puedan encontrar con nuestro planeta».

Los asteroides peligrosos de Venus
Concepto artístico de la superficie de Venus. Crédito: ESA/AOES Medialab

Los asteroides coorbitales de Venus se consideran asteroides potencialmente peligrosos si tienen «un diámetro mínimo de 140 metros y se acercan a 0,05 unidades astronómicas de la órbita de la Tierra». Pero la gran pregunta es, ¿es posible que supongan una amenaza de impacto para la Tierra? Los investigadores buscan evaluar «la posible amenaza de los asteroides todavía por detectar que compartan la órbita de Venus, y la posibilidad de detectarlos desde la Tierra y con observatorios espaciales». Estimar el peligro que suponen estos asteroides no es fácil.

Solo uno de los veinte conocidos tiene una excentricidad orbital por debajo de 0,38 (cuanto mayor sea el número, más elíptica es su órbita). Esto tiene sentido porque, con asteroides cuyas órbitas sean más anchas, y se acerquen más a la Tierra, habrá menos problemas para detectarlos. Así que la detección de este tipo de asteroides, seguramente, es el resultado de un sesgo observacional. Por desgracia, también indica que podría haber muchos más con excentricidades orbitales más pequeñas, que sean muy difíciles de detectar.

Las impredecibles orbitas de los asteroides coorbitales

Uno de los problemas, al determinar el peligro que suponen, es que los asteroides coorbitales tienen órbitas impredecibles. Los investigadores explican que «los asteroides coorbitales de Venus son muy caóticos, con tiempos de Liapunov en el orden de 150 años». El tiempo de Liapunov hace referencia a cuánto tarda la órbita de un objeto en volverse impredecible por la dinámica caótica. Esto quiere decir que estudiar una sola órbita de un objeto no cuenta mucho sobre cómo evolucionará esa órbita en más de unos 150 años. Aunque hay una posibilidad…

Los autores explican que un estudio estadístico de asteroides «clon» proporciona una imagen más clara. Los investigadores han creado una rejilla con diferentes inclinaciones orbitales y lo poblaron con 26 asteroides clonados, con diferentes características orbitales. Después, los integraron con las órbitas de los planetas del Sistema Solar durante 36 000 años simulados. Después, comprobaron si alguno de los asteroides clonados había tenido un encuentro cercano con la Tierra. Los resultados parecen bastante claros.

«Hay un rango de órbitas con una excentricidad inferior a 0,38, y más grande con una inclinación menor, en la que los coorbitales de Venus pueden suponer una amenaza de colisión con la Tierra«. Después, comprobaron si pudieran observarse desde la Tierra con el Observatorio Vera Rubin. Así, determinan que estos objetos solo son observables de manera periódica debido al brillo del Sol. Esas ventanas de observación tienen lugar principalmente cuando los objetos están en su aproximación más cercana a la Tierra. Las observaciones por tanto serán muy complicadas.

Los asteroides peligrosos que esperan ser descubiertos en torno a Venus

Los investigadores explican que esto restringe las observaciones a momentos específicos a lo largo del año. El estudio muestra lo difícil que puede ser detectar estos asteroides peligrosos desde nuestro planeta. Una solución podría ser enviar una nave a la órbita de Venus, ya que permitirían realizar observaciones sin mirar en la dirección del Sol. Se han planteado diferentes misiones que podrían encajar con lo necesario. Hay asteroides conocidos que tienen una posibilidad considerable de golpear la Tierra. Algunos son relativamente grandes.

El asteroide Bennu visto de cerca por OSIRIS-REx. Crédito: NASA/Goddard/University of Arizona

Tienen la capacidad de destruir ciudades. No hace falta un asteroide especialmente grande (basta con unos 150 metros de diámetro) para impactar con una fuerza miles de veces superior a la de las bombas atómicas. Entre esos objetos, explican los investigadores, algunos asteroides coorbitales de Venus suponen un desafío único, por la dificultad para poder detectarlos y seguirlos desde la Tierra. El observatorio Vera Rubin promete ser una herramienta muy útil para entender mejor el entorno de Venus y su posible peligro.

El observatorio debería descubrir muchos asteroides durante su funcionamiento. Sin embargo, descubrir asteroides potencialmente peligrosos ocultos en la órbita de Venus puede requerir más trabajo. Las campañas de observación que se realicen, dicen los investigadores, podrían detectar algunos de esos asteroides, pero solo una campaña dedicada, desde una misión espacial en el entorno de Venus, podría ayudar a descubrir esos asteroides todavía «invisibles» que pueden suponer un peligro para nuestro planeta en caso de impacto.

Estudio

El estudio es V. Carruba, R. Sfair, R. Araujo et al; «The invisible threat: assessing the collisional hazard posed by the undiscovered Venus co-orbital asteroids». Puede consultarse en arXiv, en este enlace.

Referencias: Universe Today