Poco a poco vamos conociendo más detalles sobre el nuevo presupuesto de NASA, para el año 2026, y las misiones que quedarían canceladas en el camino. Los resultados no podrían ser más deprimentes, poniendo fin a misiones que se van a lanzar próximamente y, también, que ya están en marcha…
Algunas de las misiones canceladas en el nuevo presupuesto de NASA sorprenden
En total, son 41 misiones las que en estos momentos quedarían canceladas si el nuevo presupuesto de NASA, para el año fiscal 2026, entra en vigor tal y como está planteado. Algo que supondría la pérdida, naturalmente, de miles de puestos de trabajo. Los documentos están disponibles en la propia página de la agencia espacial estadounidense. El nuevo presupuesto, de 18 800 millones de dólares supondría un recorte de la cuarta parte (de los 24 900 millones recibidos en 2025). Es el mayor recorte planteado de un año a otro para NASA.

Su presupuesto, corrigiendo la inflación, estaría en niveles no vistos desde el año 1961. En cuanto a programas científicos, el nuevo presupuesto, de 3900 millones de dólares, supondría una reducción del 47% respecto a lo recibido en 2025. Estas reducciones llegan, en gran parte, por la cancelación de muchas misiones científicas que todavía están en desarrollo, o que se encuentran en misiones extendidas, tras haber cumplido sus misiones principales. Algunos de esos recortes ya los conocíamos, como la cancelación de la misión de retorno de muestras de Marte.
En lo referente a la ciencia de la Tierra, el presupuesto propone cancelar misiones de observación de la Tierra (salvo GRACE-Continuity). Algunas misiones extendidas también se verían afectadas, como las de los satélites CYGNSS, que se utilizan para estudiar ciclones tropicales. También terminarían misiones más pequeñas que están todavía en desarrollo. Además, el presupuesto propone terminar la financiación de las misiones Mars Odyssey y MAVEN. Ambas están en la órbita de Marte desde hace ya unos años.
Europa también sufre (indirectamente)
Además, se cancelaría el apoyo de NASA para la misión del róver Rosalind Franklin, de la Agencia Espacial Europea. La agencia espacial estadounidense iba a proporcionar propulsores, unidades de calentamiento de radioisótopos y un vehículo de lanzamiento. También se cancelarían las misiones de DAVINCI y VERITAS, que se escogieron hace cuatro años con el objetivo de estudiar Venus. NASA también terminaría su participación en la misión EnVision (al mismo destino) de la Agencia Espacial Europea. Los recortes van todavía más lejos.
También se pondrían fin a varias misiones que están en fase extendida. Es el caso de Juno (actualmente en órbita de Júpiter), New Horizons y OSIRIS-APEX (esta última es la nueva designación de la nave de la misión OSIRIS-REx, que iba a visitar el asteroide Apofis). En astrofísica, la NASA seguirá adelante con el desarrollo del telescopio Nancy Grace Roman, pero con un matiz muy importante. Su presupuesto pasaría de 376,5 millones de dólares a 156,6 millones (menos de la mitad). La NASA estaría buscando formas de permitir que la misión siga adelante con estos límites. El presupuesto terminaría con muchas otras misiones que están en marcha y que suponen un gran paso atrás.
Es el caso de las misiones de los observatorios Chandra (de rayos X) y Fermi (de rayos gamma), además de cancelar el programa Astrophysics Probe, que estudiaba conceptos para un telescopio de mil millones de dólares, así como otras misiones de perfil más reducido. La cancelación de misiones como MAVEN, Juno o New Horizons resultan sorprendentes porque están funcionando bien y dando buenos resultados. No solo eso, MAVEN, además, proporciona servicios de comunicación en Marte. Los recortes en estas áreas chocan con nuevas iniciativas en la exploración espacial.
Otros recortes que ya eran conocidos
La NASA cancelará la Lunar Gateway (su nueva estación espacial en la órbita de la Luna), así como el cohete SLS y la cápsula Orión tras la misión Artemisa 3. El presupuesto, en su lugar, incluye 864 millones de dólares para un nuevo programa «comercial de transporte e infraestructura de la Luna a Marte». Su objetivo sería desarrollar un sistema comercial para reemplazar el SLS y Orión, así como comenzar el trabajo en un traje espacial adecuado para que los astronautas lo usen en la superficie de Marte. El programa también financiaría satélites de comunicaciones para ambos lugares.

El Programa de Servicios de Carga Útil Lunar Comercial también pasaría a formar parte de este marco. El presupuesto, en total, ofrece más de 1000 millones de dólares para proyectos asociados con la exploración tripulada de Marte, pero sin entrar en detalles específicos sobre esas nuevas iniciativas. Hay muchos motivos para la preocupación con estos presupuestos. Los recortes en la plantilla de NASA apuntan a ser considerables. Queda un halo de esperanza en el hecho de que este presupuesto debe ser examinado y aprobado por el congreso.
Allí, cabe la posibilidad de que los propios republicanos se opongan a estos recortes, pero hay quienes plantean que Trump seguramente no tenga problemas para sacarlos adelante. Sin duda, si este presupuesto sale adelante, Estados Unidos dejará el liderazgo de la carrera espacial a otros países. China es la mejor posicionada (con un programa espacial en el que plantea llegar a la Luna con misiones tripuladas a finales de esta década. Pero, además, su retraso en diferentes áreas podría tardar décadas en recuperarse…
Referencias: Space News