Un grupo de investigadores ha concluido que las características de Oumuamua, descubierto a finales de 2017, son naturales. Se pueden explicar sin necesidad de recurrir a un origen artificial o la intervención de vida extraterrestre inteligente…

Oumuamua muestra características con explicaciones naturales

Oumuamua es, como quizá sepas, el primer objeto interestelar descubierto en el Sistema Solar. Su hallazgo se produjo en octubre de 2017 y, desde entonces, ha dado mucho que hablar. Su rápido movimiento indicaba que había sido expulsado de su sistema natal. Y su aspecto, además, parecía ser muy diferente a lo que podemos encontrar en nuestro rincón de la Vía Láctea. Así que la expectación fue inevitable. No se sabía de ningún objeto que encajase con lo observado en Oumuamua. Además, hubo poco tiempo para observarlo.

Las características de Oumuamua son naturales
Esta animación muestra el recorrido de Oumuamua a su paso por el interior del Sistema Solar. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Porque Oumuamua fue detectado cuando ya se estaba alejando del Sol. Su rápido movimiento solo empeoraba las cosas. Apenas había un par de semanas de observaciones para intentar recoger toda la información posible. Después, ya estaría demasiado lejos, y sería demasiado tenue, como para poder seguir observándolo. Fue suficiente para determinar que es un objeto pequeño, con una superficie rojiza y un aspecto muy alargado. Su movimiento era atípico. Su giro y su dirección no encajan con lo que se podría esperar.

Así que fue cuestión de tiempo que comenzasen a surgir teorías más exóticas. Desde que Oumuamua fue un objeto enviado intencionadamente desde otro sistema estelar, en una trayectoria para pasar cerca de nuestro planeta, hasta que se tratase de una nave extraterrestre o, incluso, una reliquia de una vieja civilización. Es decir, una nave, que ya no estuviese operativa, que pasó por el Sistema Solar. Pero ahora, un grupo de investigadores ha concluido que las características de Oumuamua pueden explicarse por factores naturales.

Desgranando las particularidades de Oumuamua

Para su estudio, los investigadores se han ceñido, en primer lugar, a lo que ya conocían. Al menos hasta que se encontrasen con algo único. Como ellos mismos destacan, hay muchos fenómenos que permiten explicar que se trata de un objeto natural. No hay necesidad de recurrir a extraterrestres. A decir verdad, parece que parte del estudio se dedica a resaltar que, simplemente, en muchos casos no se observó Oumuamua el tiempo suficiente. Es, por ejemplo, el argumento que se menciona a la hora de hablar de su movimiento.

Esta imagen es el producto de 192 imágenes de observación de Oumuamua. Realizadas por el telescopio Gemini South. Crédito: Gemini Observatory/AURA/NSF

El giro y la dirección de Oumuamua cambiaba con el paso del tiempo. La explicación natural es que los chorros de gas, originados por la evaporación del material del propio objeto, podría provocar ese comportamiento. Sin embargo, en aquellas observaciones, no se detectó la presencia de ningún chorro, que encajase con los modelos de los que se pueden observar en los cometas del Sistema Solar. Es posible que el modelo utilizado, simplemente, no explicase cómo funcionan los chorros de Oumuamua. La otra opción es descartar esa posibilidad.

Es decir, que no hubiese chorro alguno. Un planteamiento necesario para los que defendían que podía tratarse, en realidad, de una nave extraterrestre. Pero, como recuerdan los investigadores, comprender cómo cambia la rotación de los cometas, por esos chorros de gas, es un campo de investigación muy activo. Es más complejo de lo que se podría esperar. Así, mencionan que otro modelo sí encaja con lo observado en Oumuamua. Debería perder un 10% de su masa, al pasar cerca del Sol, y su giro encaja con el que se observó en el objeto.

¿Cuál es el aspecto exacto de Oumuamua?

Una de las teorías más llamativas es que, en realidad, Oumuamua podría ser una gran lámina de apenas unos milímetros de espesor. En ese escenario, el movimiento podría explicarse por la presión ejercida por la radiación emitida por el Sol. Pero los investigadores también descartan este escenario. Si realmente fuese una vela solar, no debería mostrar giro alguno. La misma cara debería haber apuntado siempre hacia el Sol. Pero su órbita también ha dado mucho que hablar. Porque fue detectado por pasar relativamente cerca de la Tierra.

Oumuamua, tal y como fue visto por el telescopio William Herschel el 29 de octubre de 2017. Crédito: Queen’s University Belfast/William Herschel Telescope

Para algunos científicos, esa podía ser una señal de que su origen no era natural. Pero los investigadores plantean otro escenario que resulta de lo más lógico. Aproximadamente, durante la formación de un sistema planetario, una cantidad de masa equivalente a la de la Tierra es expulsada de allí. Es solo una estimación, y podría ser una cantidad de masa mayor o menor. Quizá solo sean expulsados unos pocos objetos grandes o, por contra, muchos objetos pequeños. Otras estimaciones apuntan a que podría ser dos veces la masa de la Tierra.

En realidad, los objetos como Oumuamua deberían pasar a través del Sistema Solar con bastante frecuencia. Y no son detectados, precisamente, porque suelen ser muy tenues como para ser visibles. A menos, claro está, que pasen suficientemente cerca de nuestro planeta. Los investigadores apuntan a que, en este sentido, la órbita de Oumuamua es completamente normal si se compara con la de otros objetos interestelares que deberían ser detectables. Solo podríamos detectar los que pasen tan cerca de la Tierra como para que su brillo sea detectable.

De las características de Oumuamua, su aspecto también puede tener causas naturales

El aspecto alargado de Oumuamua es desconcertante. No se parece al de los asteroides y cometas que podemos observar en el Sistema Solar. Pero, como destacan los investigadores, no está completamente claro cuál es la forma del objeto. Solo se pudo observar durante un breve tiempo. Parecía ser un objeto relativamente fino y muy alargado. Pero quizá era, en realidad, más grande (aunque con poco espesor). Incluso si fuese algo parecido a un cilindro, se podría explicar de forma natural. Podría ser un fragmento de un objeto mucho más grande.

Concepto artístico de Oumuamua abandonando el Sistema Solar. Crédito: NASA/ESA

O, que alguna interacción provocase que su aspecto se alargase. Incluso colisiones a baja velocidad, en el entorno en el que se formó, podrían provocar ese aspecto tan llamativo. En definitiva, no hay señales que apunten a que Oumuamua podría ser de origen artificial. Los investigadores, de hecho, resaltan que sus características apuntan a que tiene similitudes con los cometas que podemos encontrar en el Sistema Solar. Además, muchos cometas son expulsados de sus sistemas por interacciones con planetas o estrellas cercanas.

Su tamaño, muy reducido (apenas unas decenas de metros), también puede ser un factor para explicar sus rarezas. En el Sistema Solar se conocen pocos objetos de estas dimensiones porque, por su tamaño y bajo brillo, son muy difíciles de observar. Lo que está claro es que no parece haber motivos para mantener la idea de que podría ser de origen artificial. Ya que, en un escenario en el que hay diversas explicaciones naturales, lo más lógico es suponer que su origen es natural. A fin de cuentas, ni siquiera sabemos si hay vida en otros lugares.

El impacto de los próximos telescopios

La entrada en funcionamiento de los nuevos telescopios supondrá un gran impulso para la investigación de objetos interestelares. El telescopio LSST (Large Synoptic Survey Telescope), que entrará en funcionamiento en Chile en 2022, podría ser capaz de detectar muchos de estos objetos. De hecho, los investigadores apuntan a que podría detectar un objeto interestelar cada año. Algo que ayudaría a comprender, mucho mejor, si Oumuamua es, en comparación a otros objetos interestelares, una anomalía o, por el contrario, algo común.

Los investigadores han concluido que las características de Oumuamua son naturales.
Concepto artístico del LSST. Crédito: LSST Project Office

Si se parece a otros objetos interestelares, entonces se podrá concluir que todos tienen un origen similar. Algo que, a su vez, probablemente ayude a entender cómo pueden ser los procesos que provocan que sean expulsados de sus sistemas de origen. Sin embargo, si resultase ser completamente diferente a otros objetos interestelares, puede que veamos explicaciones mucho más fantásticas. Por ahora, para bien o para mal, Oumuamua es único en su clase. No conocemos más objetos interestelares. Así que hay que esperar por ahora.

No cabe duda de que, en los próximos años, se producirán descubrimientos de otros objetos interestelares. Será muy interesante ver qué sucede. Si el siguiente resulta ser extremadamente diferente a Oumuamua, probablemente tengamos ración doble de teorías exóticas. Si resulta ser muy parecido, aunque parezca un escenario más aburrido, será muy interesante. Lo importante es que, en este caso, todo apunta a que las características de Oumuamua son naturales. Quizá otro objeto interestelar nos haga cambiar de opinión…

Estudio

El estudio es The ‘Oumuamua ISSI Team; «The natural history of ‘Oumuamua». Publicado en la revista Nature Astronomy el 1 de julio de 2019. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Space