Esta semana, en Astrobitácora 4×23, hablamos de las observaciones del telescopio James Webb sobre la infancia del universo, y los hallazgos que ha propiciado desde que entrase en funcionamiento. En YouTube, además, hablamos de cómo la formación de la Tierra pudo ser más rápida de lo pensado.
Astrobitácora 4×23: Las observaciones del telescopio James Webb
El telescopio James Webb nos está dejando grandes imágenes del espacio desde que entrase en funcionamiento. Pero, a pesar de que últimamente está de actualidad por observaciones más cercanas al Sistema Solar, también está usándose en la observación del universo a muy grandes distancias. Está siendo una herramienta de tremenda utilidad al permitir estudiar la evolución de las primeras galaxias y del universo cuando tenía menos de 1000 millones de años. Está ayudando a entender, por ejemplo, cómo el cosmos se volvió transparente.
También se ha intentado determinar cómo de masivas son algunas de las galaxias que observó el telescopio en esa región, hace solo unos meses. Los investigadores de ese estudio han explicado por qué podrían parecer mucho más masivas de lo que realmente eran en aquel entonces. Algo que resultaría muy importante ya que, si las galaxias fuesen tan masivas como aparentan ser, sería un reto intentar explicar por qué tienen ese aspecto. El Modelo Estándar no sería capaz de explicar cómo puede haber galaxias tan masivas en esa época.
A esto hay que sumarle, además, que es posible que el telescopio haya llegado a detectar la presencia de las primeras estrellas del universo, las llamadas estrellas de Población III. No podemos olvidar que, precisamente, este es uno de los grandes objetivos para los que se diseñó el telescopio. Si bien es cierto que no está claro que esta detección se haya producido todavía, pero no deja de ser una posibilidad muy interesante. Como siempre, puedes escuchar Astrobitácora 4×23, en exclusiva, en iVoox. En su aplicación de iOS o Android, en su web, en este enlace, o aquí mismo:
YouTube: La formación de la Tierra pudo ser más rápida de lo pensado
En YouTube, además, hablamos de un estudio que plantea que la Tierra pudo formarse mucho más rápido de lo pensado. Algo que va más allá de la mera curiosidad. Uno de los puntos más complicados de explicar es cómo nuestro planeta puede tener agua en su superficie. Para que sea así, teniendo en cuenta los mecanismos de formación que se plantean generalmente, tuvo que darse algo que podríamos considerar una casualidad. Un bombardeo de objetos ricos en agua (cometas) que entregaron a nuestro planeta el agua que contenían.
Sin embargo, este grupo de investigadores sugiere un panorama diferente, en el que la Tierra tardo solo unos pocos millones de años en formarse. En este escenario, la presencia de agua en el planeta no sería producto de un golpe de suerte. Sería una parte inevitable del propio proceso de formación. Esto tiene implicaciones tanto a la hora de entender el pasado de nuestro propio mundo, así como la posibilidad de que los mundos, similares al nuestro, en torno a otras estrellas, puedan tener agua en su superficie y, por tanto, ser habitables.
A fin de cuentas, esto supondría que puede haber muchos otros mundos, lejos del Sistema Solar, que tengan agua en su superficie y las condiciones apropiadas para ser habitables. Aunque solo es un estudio, supone algo muy atractivo por el panorama que plantea. Si bien es cierto que de momento solo es algo que parece tener mucho sentido sobre el papel. En cualquier caso, hablamos de este estudio, en el vídeo de YouTube de esta semana, y de qué implicaciones podría tener. Puedes verlo al principio de este artículo o en el propio canal, en este enlace.