Kazajistán ha embargado parte del cosmódromo de Baikonur, según informan diferentes medios. La decisión del país se habría dado porque Rusia no ha pagado su deuda con el gobierno kazajo. Supone, además, que ahora mismo no tengan capacidad de lanzamiento espacial.
Kazajistán ha embargado el complejo de lanzamiento
Desde febrero de 2022, cuando Rusia decidió invadir Ucrania y, en esencia, desatar una guerra que ya ha entrado en su segundo año, las sanciones contra el país han sido abundantes (y plenamente justificadas por su acción). Hemos visto sanciones, embargos y cancelaciones de programas. En el ámbito de la exploración espacial, esto último ha sido especialmente cierto con Roscosmos, la agencia espacial rusa, que tenía diferentes acuerdos de cooperación. Ahora, varios han sido cancelados y el país ha anunciado que dejará de participar en la Estación Espacial Internacional.
En este último punto, es cierto que, ahora mismo, su decisión se ha aplazado. Inicialmente, el país anunció que abandonaría la estación en 2024, para luego comunicar que ese movimiento se posponía hasta 2028. En este marco, llega la noticia de que, este pasado 7 de marzo de 2023, Kazajistán ha embargado parte del cosmódromo de Baikonur. Concretamente, se ha hecho con el control del complejo de lanzamiento de Biaterek. Hay que recordar que se trata del principal centro de lanzamientos de Rusia desde 1955.
Según la información publicada por diferentes medios, el gobierno de Kazajistán ha embargado posesiones en el Centro de Utilización de Infraestructura Espacial terrestre (TsENKI), una subsidiaria de Roscosmos. Esto evita, también, que los directivos rusos puedan abandonar el país o que puedan liquidar bienes de Roscosmos. El incidente es un ejemplo más del daño colateral que el programa espacial ruso está sufriendo por la invasión de Ucrania. Según el medio The Moscow Times, la decisión se ha tomado por la falta de pagos al gobierno de Kazajistán.
La deuda del programa Baiterek
En estos momentos, la deuda asciende a los 29,7 millones de dólares. La deuda es parte del programa Baiterek, una colaboración entre Kazajistán y Rusia relacionada con el desarrollo del cohete Soyuz-5. El programa fue creado en 2005 para acelerar la transición de vehículos de lanzamiento que utilizan dimetilhidrazina asimétrica, muy tóxica, y adoptar, en su lugar, propelentes (y prácticas de lanzamiento) que sean ecológicamente más seguros. Otros medios, sin embargo, apuntan en una dirección diferente, que tampoco es descartable.
La decisión, según esos medios, vendría motivada por las declaraciones de Yuri Borisov, que se convirtió en director de Roscosmos en 2022. El año pasado, la construcción de la plataforma de lanzamiento de Soyuz-5 se vio retrasada seis meses. Esto provocó que Borisov criticase el retraso, en términos generales, así como al ministro de Comunicaciones de Kazajistán (Bagdat Musin) en particular. Musin está directamente implicado en la industria espacial de Kazajistán y su respuesta fue en un tono similar, indicando que Borisov había cometido un error diplomático.
La prohibición de viaje, y el embargo de activos de Roscosmos, se extiende al director de la unidad TsENKI, que está bajo arresto mientras se completa la investigación. El objetivo de Baiterek era estimar el impacto medioambiental de llevar a cabo lanzamientos regulares como el Soyuz-5, que utiliza una combinación de queroseno y oxígeno líquido. Según el medio KZ24 News, esta maniobra ha frenado la construcción de una nueva plataforma de lanzamiento en Baikonur. Ahora, podría poner en peligro el desarrollo del nuevo cohete.
Rusia no dispone de alternativas fiables
Hasta el momento, Rusia ha invertido unos 62 000 millones de rublos (810 millones de dólares) en ese cohete, la construcción de la nueva plataforma de lanzamiento y las actividades asociadas. Todo esto se podría convertir en una pérdida total para el país, a menos que logre alcanzar un acuerdo con Kazajistán sobre la financiación de su deuda. El cosmódromo de Baikonur se construyó en la década de los 50 como instalación de prueba para el R-7 Semyorka. Fue el primer misil balístico intercontinental de la Unión Soviética, y la base de los vehículos Sputnik, Vostok, Voskhod y Soyuz.
Las instalaciones de prueba se transformaron, en 1957, para dar servicio a los lanzamientos espaciales. Así, se convirtió en el lugar desde el que se lanzó el primer satélite a la órbita de la Tierra (Sputnik 1, el 4 de octubre de aquel año). Desde aquí también viajaron Yuri Gagarin (el 12 de abril de 1961, en la misión Vostok 1) y Valentina Tereshkova (el 16 de junio de 1963, en Vostok 6) al espacio. Desde 1994, con el colapso de la Unión Soviética, Rusia ha alquilado el cosmódromo de Baikonur y lo ha seguido usando como su principal complejo espacial.
En 2012, el país comenzó la construcción de un nuevo centro espacial, el cosmódromo de Vostochny, para reducir su dependencia de Kazajistán, en Amur, una región oriental cerca de la frontera con China. Sin embargo, la planificación y construcción del complejo se ha retrasado debido a noticias de malversación y fraude, que han desencadenado el arresto de los directivos involucrados. Rusia tiene otras instalaciones de lanzamiento en su territorio, pero o bien están limitadas en cuanto a capacidad, o ya no están en funcionamiento. Así que, por ahora, Roscosmos no tiene capacidad de lanzamiento espacial.
Referencias: Universe Today