¿Estamos solos en el Universo? Es la pregunta que muchos nos hacemos, y para la que hay todo tipo de respuestas. Desde el simple y llano «sí», hasta el «de ninguna manera, ¿pero tú estás bien de la cabeza?».

No sabemos con exactitud cómo de difícil es que se desarrolle la vida en otros planetas, mucho menos la vida inteligente, pero si podemos hacernos una idea aproximada con cálculos probabilísticos…

Nuestro conocimiento de la vida en otros mundos es todavía muy limitado

Nuestra comprensión y conocimiento del Universo crece cada día. Pero, por ahora, somos incapaces de detectar vida en otros planetas de forma directa. Podemos dar por supuesto que la hay en algunos exoplanetas, y hasta elucubrar sobre cómo podrían ser hipotéticas civilizaciones extraterrestres, pero no tenemos ninguna prueba directa que confirme que sí, que ahí fuera nos acompañan cientos y cientos de seres de las más diversas formas y niveles de inteligencia.

Radioscopio de Arecibo

Radioscopio de Arecibo

En realidad, sin nuestra tecnología actual, ni siquiera en la Tierra podríamos saber si hay vida inteligente más allá de nuestro particular dominio. Pongamos el caso, por ejemplo, de una tribu indígena aislada en alguna isla perdida de Oceanía. A menos que vean algún avión o barco (cosa que no tiene por qué suceder) es posible que crean que ellos son los únicos en el planeta, y que su mundo está rodeado por agua.

Nuestra comprensión de la vida inteligente en el Universo no dista mucho de ser algo similar. Sólo conocemos la vida tal y como se ha desarrollado en la Tierra, y no hemos visto, por ahora, indicios de cómo podría ser en otros lugares del Sistema Solar. Sí hemos descartado que haya vida inteligente en nuestro pequeño barrio cósmico, pero todavía no hemos desechado que no la hubiera en el pasado, o que haya otras formas de vida más simples en los satélites de los gigantes gaseosos (como Titán).

Quizá la vida inteligente sea inevitable

Algunos científicos sostienen que, partiendo de la base de que hay planetas que pueden albergar vida (todos aquellos que se encuentran en la zona de habitabilidad de sus estrellas), es posible que, una vez que aparecen los primeros microorganismos, la vida inteligente sea inevitable.

Sin embargo, entran otros factores en juego. El universo tiene miles de millones de años de vida, y por tanto, es muy posible que hayan existido civilizaciones inteligentes en el pasado de las que no tenemos ningún rastro, o que todavía no se hayan desarrollado lo suficiente como para poder detectar su presencia.

Es posible que la vida inteligente extraterrestre simplemente escape a nuestra comprensión del mundo.

Es posible que la vida inteligente extraterrestre simplemente escape a nuestra comprensión del mundo.

Aún si tuviéramos la certeza de que hay vida inteligente en otro planeta, y lo escuchásemos permanentemente, no hay garantía de que nunca llegásemos a poder probar su existencia simplemente por emisiones de radio.

Es más, hay una leyenda urbana muy asentada entre nosotros, que dice que lo primero que oirá de nosotros una hipotética civilización extraterrestre, será el discurso de Hitler en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936. En realidad, esto es mentira. La señal no es lo suficientemente fuerte como para que se pueda distinguir del ruido de fondo del Universo (es decir, el ruido del eco del inicio del Universo). Y en cualquier caso, esa señal ha viajado por el espacio cerca de 80 años; o lo que es lo mismo, tan sólo nos podrían detectar civilizaciones que estuvieran a menos de 80 años luz de nosotros. Por poner las cosas en perspectiva, la Vía Láctea tiene un diámetro de 100.000 años luz.

La ecuación de Frank Drake

En 1961, el astrónomo Frank Drake (uno de los padres del proyecto S.E.T.I.), creo una ecuación probabílistica para estimar la cantidad de civilizaciones que, en nuestra galaxia, podrían poseer emisiones de radio detectables (recordad que en nuestra galaxia se calcula que hay unos 100.000 millones de estrellas):

Ecuación de Drake

Ecuación de Drake

En esta ecuación, N representa el número de civilizaciones que podrían comunicarse por radio en nuestra galaxia, y que depende de los siguientes factores:

R* = la media de formación de estrellas en nuestra galaxia.

fp = la fracción de esas estrellas que tienen planetas.

ne = la media de planetas que pueden albergar vida por cada estrella que tiene planetas.

fl = la fracción de planetas que podría albergar vida, que sí llegan a desarrollar vida en algún momento.

fi =  la fracción de planetas con vida que llegan a desarrollar vida inteligente (civilizaciones)

fc =  la fracción de civilizaciones que desarrollan una tecnología que emita señales detectables de su existencia en el espacio

L = el período de tiempo durante el cual estas civilizaciones emiten señales al espacio

La estimación inicial de Drake

El equipo de Frank Drake realizó una estimación inicial:

  • R* = 1/año (1 estrella por año, teniendo en cuenta la media sobre la vida de la galaxia, esta cifra era más bien conservadora)
  • fp = 0,2-0,5 (de un quito a la mitad de todas las estrellas formadas tendrán planetas)
  • ne = 1-5 (las estrellas con planetas tendrán de 1 a 5 planetas capaces de desarrollar vida)
  • fl = 1 (el 100% desarrollarán vida)
  • fi = 1 (El 100% desarrollarán vida inteligente)
  • fc = 0.1-0.2 (del cual, un 10-20% será capaz de comunicarse)
  • L = 1.000-100.000.000 años (y lo harán durante un periodo de entre 1.000 y 100 millones de años)

Utilizando las cifras más pequeñas en la ecuación, se obtiene una cifra de 20. Usando la mayor, 50 millones. Drake indicó que en la reunión original, concluyeron que N era similar a L, y probablemente había entre 1.000 y 100 millones de civilizaciones en la galaxia.

¿Es fiable?

Muchos de los factores de la ecuación de Drake son hipótesis difíciles de demostrar con nuestra tecnología y evidencias actuales, y la ecuación ha sido revisada a lo largo de los años (incluyendo otros factores como la cantidad de veces que una civilización inteligente puede desarrollarse en un planeta a lo largo de la existencia de éste). Hoy en día, el valor de N (sólo para nuestra galaxia) puede arrojar desde una cifra tan baja como sólo 2 civilizaciones, hasta 280 millones.

Carl Sagan, explicando la ecuación de Drake en Cosmos

Carl Sagan, explicando la ecuación de Drake en Cosmos

Carl Sagan especuló, en su momento, que todos los factores (excepto el período de vida de una civilización) eran relativamente altos y que el factor determinante en si hay una cantidad grande o pequeña de civilizaciones en el universo es el período de vida de la civilizacion. Dicho de otro modo, la capacidad de civilizaciones tecnológicamente avanzadas de evitar su autodestrucción.

¿Estamos solos en el Universo?

Es poco probable que estemos solos en el Universo si tenemos todos estos factores en cuenta. Sin embargo, la probabilidad de que encontremos a otra civilización inteligente es también igual de baja, porque incluso nuestra galaxia es un lugar enorme. Podría haber decenas de miles de civilizaciones en nuestra galaxia, y estar lo suficientemente lejos de nosotros como para que no las podamos detectar hoy en día. Es más, podrían tener su propia red de comercio intergaláctico y una Superbowl cósmica, pero si está teniendo lugar a 10.000 años luz de nosotros, no habría forma de saberlo, al menos, hasta que la tecnología nos permita poder detectar señales de vida en otros planetas.

Si te pica la curiosidad, tú también puedes hacer tu propio cálculo con la ecuación de Drake con esta herramienta de la BBC