La NASA quiere volver a la Luna en los próximos años. Sin embargo, el primer lanzamiento de Artemisa, su nuevo programa para este propósito, se ha visto retrasado y no tendrá lugar a finales de año. Algo que, hasta cierto punto, tampoco resulta demasiado sorprendente…

El primer lanzamiento de Artemisa será en 2021

Originalmente, el planteamiento era que el primer lanzamiento de Artemisa tuviese lugar hacia finales de 2020. La misión Artemisa I será un vuelo no tripulado, que pondrá a prueba el sistema de lanzamiento de la agencia espacial estadounidense. Sin embargo, ahora se ha anunciado que, probablemente, tendrá lugar hacia mediados o finales de 2021. Es un retraso que no resulta desconcertante si recordamos que, desde el principio, se planteaban plazos muy ambiciosos. A fin de cuentas, se quiere regresar a la Luna en 2024.

El primer lanzamiento de Artemisa se retrasa
Logo del programa Artemisa. Crédito: NASA

En realidad, lo más probable es que se retrase hasta 2028, como se pidió en un proyecto de ley en trámite en el gobierno de Estados Unidos. A finales de febrero, se anunció que el vuelo inaugural del programa Artemisa ha sido pospuesto. Los dos primeros vuelos no serán tripulados. Artemisa 3, previsto para 2024, será el primero que sí tendrá tripulación. Para ese entonces, deberá estar lista la nave Orión (que está en las fases finales de pruebas) y la fase central del SLS, que también sigue en fase de desarrollo.

Cuando esas pruebas estén completas, el núcleo central del SLS (el nuevo sistema de lanzamiento de la agencia espacial) será integrado con la nave Orión y el módulo superior. Sin embargo, el cohete no estará listo en 2020, como se pretendía originalmente. A pesar de este contratiempo, desde la NASA han explicado que también se está avanzando en otros aspectos del programa. Cosas como el desarrollo de los módulos y sistemas que formarán parte de la creación de la Lunar Gateway (antes conocida como Portal de Espacio Profundo).

Avanzando también en la presencia en la Luna

La agencia espacial ha otorgado diferentes contratos para la fabricación de esos aspectos (a empresas como Northropp Grumman Innovation Systems o Maxaar Techonologies). También está el proceso de construcción del módulo de aterrizaje en la Luna. De momento, Lockheed Martin, Boeing, Northropp Grumman, Blue Origin y Draper Laboratory (entre otros) siguen adelante con sus conceptos. En ellos se contemplan ideas como un aterrizador reutilizable, que parta desde la Lunar Gateway, o aterrizadores de un solo uso.

Así que parece que, de todos modos, la NASA sigue adelante con sus planes. Sin embargo, conseguir aterrizar en la Luna en 2024, con una tripulación, parece cada vez más complicado. El SLS, el nuevo sistema de cohetes de la agencia, lleva años de retraso y miles de millones de dólares por encima de lo presupuestado inicialmente. Por otro lado, ni siquiera está claro que la plataforma lunar vaya a convertirse en una realidad. Podría cancelarse. Además, parece que la administración de Trump está cambiando su atención.

De repente, Marte parece volver a ser el gran foco de atención. Algo que choca con Artemisa. El objetivo de la NASA, ahora mismo, es regresar a la Luna y tan rápido como sea posible. Eso se ha traducido en cambios profundos en la propia estructura de la NASA, así como cambios en la planificación de la misión. Por ejemplo, inicialmente solo se contemplaba que el módulo lunar fuese reutilizable. Probablemente haya más cambios en el futuro. Además, no podemos olvidar que el objetivo, de momento, sigue siendo 2024.

Pero… ¿es 2024 una opción realista?

Aunque todavía no ha sido aprobado, ese proyecto de ley que propone 2028 como la fecha ideal para el regreso a la Luna, parece mucho más realista. Desde la agencia espacial siguen avanzando en su objetivo, pero hay diferentes dudas. Por un lado, que a nivel político todo siga igual. Es decir, que los líderes políticos estadounidenses sigan comprometidos con que el programa Artemisa llegue a buen puerto. Algo que podría requerir que la NASA necesite más presupuesto en los próximos años, por ejemplo.

Concepto artístico del Módulo Lunar acoplado a la Plataforma Orbital Lunar Gateway. Crédito: Lockheed Martin

Por otro lado, no está claro que 2024 sea una fecha realista. De hecho, desde la propia agencia se ha puesto en duda desde el inicio. Es muy poco tiempo para una campaña enorme. Además, inicialmente, se planteaba que ese regreso no sucediese hasta 2028. Si el proyecto de ley se convierte, finalmente, en ley, se seguirían las indicaciones originales. Sería un alivio para todos los participantes en el programa. La construcción del SLS tendría mucho más tiempo, y se podría hacer con más calma. Se podría decidir qué hacer con la Lunar Gateway.

Además, se ha planteado que, tras 2028, cada año debería haber dos misiones tripuladas a la Luna. Habrá que ver si eso se convierte en una realidad, porque llegar a Marte en la década de 2030 sigue siendo uno de los grandes objetivos. Eso podría implicar que, tras el regreso a la Luna, el satélite pase a un segundo plano mientras se trabaja en conseguir llevar seres humanos al planeta rojo. Sea como fuere, de momento lo único que está claro es que el programa Artemisa va acumulando retrasos. Pero esperemos que valga la pena…

Referencias: Universe Today