Esta semana, en Astrobitácora 4×13, hablamos de la capacidad de los nuevos telescopios para detectar señales de vida en otros lugares de la galaxia. Además, en YouTube, hablamos de la rotación del núcleo interno de la Tierra y explicamos qué es lo que han contado los investigadores…
Astrobitácora 4×13: La búsqueda de biofirmas con los nuevos telescopios
La llegada del telescopio James Webb es, en realidad, el pistoletazo de salida para la entrada en funcionamiento de otros telescopios de nueva generación. Instrumentos como el Telescopio Extremadamente Grande se espera que entren en funcionamiento a lo largo de esta década. Con su capacidad de observación, será posible alcanzar objetivos que hasta ahora eran casi inimaginables. Se espera, por ejemplo, poder obtener imágenes directas de exoplanetas. Algo que permitirá su estudio de manera mucho más precisa.
Esto es especialmente importante en el caso de exoplanetas rocosos en la zona habitable de otros astros. El estudio de estos mundos permitirá determinar cómo es su atmósfera, composición y otros detalles. Pero, todavía más interesante, también servirá para intentar encontrar señales de vida. Concretamente, la vegetación podría ser detectada gracias al estudio de estos mundos. Eso sí, ¿qué instrumentos serán capaces de hacerlo? ¿Cómo se puede tener la certeza de que esos telescopios tendrán la capacidad de detectar vida?
Lo cierto es que, para tener esa respuesta, la única opción viable es utilizar nuestro propio planeta como conejillo de indias. La Tierra es el único planeta habitado que conocemos, así que es el único que se puede utilizar para comprobar que los modelos, que podrían permitir esas detecciones, sean correctos. De esto, y de muchos otros aspectos, hablamos en el programa de esta semana. Puedes escuchar Astrobitácora 4×13, como siempre, en iVoox, a través de su aplicación en iOS y Android, en este enlace o, si lo prefieres, también aquí mismo:
YouTube: La rotación del núcleo interno de la Tierra se detiene
En YouTube, por supuesto, hablamos del gran tema de la semana pasada. Muchos medios se han hecho eco de que el núcleo interno del planeta se ha detenido. En algunos medios, se llegaba a asegurar que podría girar en dirección contraria. En realidad, la noticia no es tan desconcertante como se podría pensar. A decir verdad, ni siquiera todos los investigadores están de acuerdo en que el comportamiento del núcleo interno sea el que se menciona. De esta noticia, ya nos hicimos eco aquí, en el blog, también durante la semana pasada.
No hay mucho que añadir a lo que se comenta en ese artículo. En el vídeo, repasamos lo mencionado por los investigadores, igual que en el artículo. También hablamos de algunas pistas que podrían apuntar a que exista una conexión entre lo que sucede en el núcleo interno de la Tierra y lo que se ve en la superficie. La duración de los días (que se ve ligeramente alterada, en un margen muy inferior a un segundo), podría deberse, precisamente, a si el núcleo interno se mueve más rápido o más lento que el conjunto de la Tierra.
También nos hacemos eco de que, en cualquier caso, no estamos ante un escenario preocupante. No hay ningún tipo de amenaza, ni peligro, ni alarma para la vida en el planeta. Es más, naturalmente, este fenómeno ha sucedido en incontables ocasiones en el planeta, por lo que no resulta ni mucho menos una situación nueva. Solo lo es para nosotros, los seres humanos, porque es la primera vez que se observa. De esto, y de otras cosas, hablamos en el vídeo. Puedes encontrarlo en el canal, en este enlace, y al principio de este artículo.