La NASA ha presentado una idea de lo más interesante. Un escudo magnético para proteger la atmósfera de Marte. De esta manera, con el paso del tiempo, el planeta rojo podría volver a convertirse en un lugar habitable…

Marte, un páramo desierto

Imagen de Marte.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

Aunque se encuentra dentro de la zona habitable, Marte no es capaz de albergar vida como la Tierra. Creemos que gran parte de esa situación se debe a su campo magnético. O mejor dicho, a su ausencia. En el pasado, Marte tuvo un campo magnético muy similar al de nuestro planeta. Sin embargo, hace unos 4.200 millones de años, desapareció de repente. Desde entonces, poco a poco, el planeta rojo está perdiendo su atmósfera al espacio.

En sólo 500 millones de años, desde aquel momento, Marte cambió por completo. Dejó de tener un entorno cálido, húmedo y lo suficientemente benigno como para permitir que la vida pudiese aparecer en su superficie, para convertirse en el lugar frío y casi desértico que conocemos en la actualidad. El gran responsable de esa pérdida atmosférica no es otro que nuestra estrella. El viento solar provoca que, incluso hoy, Marte siga perdiendo esa atmósfera…

Un escudo magnético

Esta imagen muestra el método propuesto para proteger Marte.
Crédito: NASA/J. Green

Así que un grupo de investigadores ha presentado una idea de lo más llamativa. No podemos hacer que Marte recupere su campo magnético, o por lo menos no sabemos cómo provocarlo. Sin embargo, lo que sí podemos hacer es darle un campo magnético artificial. Para ello, bastaría con colocar un escudo magnético dipolo (puedes leer en la Wikipedia qué es un dipolo magnético), en el punto de Lagrange L1.

Por ahora, no han concretado qué tamaño debería tener para ser efectivo, pero sí han detallado cómo funcionaría. El escudo magnético crearía una magnetosfera artificial, provocando que Marte quedase cubierto en la magnetocola del mismo. De esta manera, la cantidad de radiación y viento solar que llega a su superficie se vería reducida drásticamente. Sus consecuencias se dejarían sentir, no sólo en la atmósfera del planeta, si no también en la superficie.

Un equilibrio nuevo

Un concepto artístico de cuál podría haber sido el aspecto de Marte, hace 4.000 millones de años.
Crédito: Didier Florentz

Desplegar el escudo magnético en el punto de Lagrange L1 tendría dos consecuencias muy importantes. Por un lado, la reducción del viento solar y la radiación provocarían que la atmósfera de Marte tuviese que equilibrarse de nuevo. Dicho de otro modo, se volvería más densa y provocaría que la temperatura de Marte aumentase. En la actualidad, la presión atmosférica es inferior al 1% de la que hay en la Tierra a nivel del mar.

No sólo es problemático para la habitabilidad, si no incluso para viajar hasta allí. El aterrizaje en una atmósfera tan fina es mucho más complicado, y nos impide llevar cargas grandes. En una atmósfera más densa, sería mucho más sencillo aterrizar y podríamos pensar en llevar cargas mucho más grandes hasta el planeta rojo. Es decir, las misiones que necesitásemos llevar a cabo para poder establecer una colonia serían mucho más sencillas en su última etapa.

Además de una atmósfera más densa, también estaríamos cambiando la temperatura del planeta. Aunque el aumento sólo sería de unos 4ºC, bastaría para provocar que se derritiese el hielo de dióxido de carbono del polo norte. De esta manera, se provocaría un efecto invernadero que provocaría que la atmósfera se volviese aun más cálida. Eventualmente, Marte recuperaría una séptima parte de sus océanos (de los que tuvo en el pasado).

Un entorno más agradable para los exploradores

Un concepto artístico de Marte terraformado.
Crédito: Ittiz/Wikimedia Commons

Todo esto ayudaría a los exploradores que viajen hasta Marte. Con la presencia de ese escudo, se enfrentarían a una cantidad menor de radiación. Además, estarían mucho mejor protegidos frente a los rayos cósmicos. Pensando en el futuro algo más lejano (hacia mediados de este siglo) también habría beneficios obvios para un posible asentamiento. Sería posible tener invernaderos abiertos para el cultivo de plantas. Tarde o temprano, los exploradores podrían moverse por Marte sin necesitar un traje protector.

Todo esto nos invita a pensar en establecer una colonia en Marte. Sin embargo, los efectos se dejarían sentir incluso en el estudio del planeta. Nos permitiría determinar hasta qué punto es habitable. Con el transcurrir del tiempo, muchas de las cosas, que hicieron que pudiese albergar vida en el pasado, volverían a surgir. Aunque pueda sonar a ciencia ficción, lo cierto es que la NASA ha presentado este estudio en el contexto de las próximas misiones que se quieren llevar a cabo hasta mediados de siglo…

Un concepto propio de la ciencia ficción, ¿o no?

La NASA espera enviar humanos a Marte en la década de 2030.
Crédito: NASA

Es posible que todo esto parezca más propio de una novela de ciencia ficción. Todo el proceso recuerda, poderosamente, a lo que sería necesario para poder terraformar Marte. Lo más intrigante es que el concepto en sí no parece requerir nada imposible de fabricar. Otro asunto será qué tamaño debería tener el escudo de marras, y cuál sería el coste de todo lo necesario para llevarlo a cabo. Es decir, el coste de fabricación, el coste de la misión para llevarlo hasta el punto L1 y, finalmente, el coste de mantenimiento que tendría.

Quizá no sea tan descabellado pensar que, a lo mejor, estamos ante lo que algún día podría ser el primer paso para terraformar la superficie de un planeta. De momento no es más que una hipótesis, pero los investigadores van a analizar a fondo sus simulaciones. Esperan comprender mejor cuánto tiempo sería necesario para que Marte sufriese los cambios que he comentado en este artículo. De momento estamos lejos de que se haga, siquiera, una propuesta de misión en firme. Sin embargo, es un tentador primer paso hacia lo que podría ser la transformación de Marte en un lugar que pueda albergar vida…

El documento de los investigadores es «A future Mars environment for science and exploration», y puede ser consultado aquí.

Referencias: USRA, Universe Today