Un grupo de investigadores plantea que el magnetismo estelar es un factor a tener en cuenta a la hora de definir la habitabilidad de los exoplanetas que una estrella tenga a su alrededor. Algo que podría permitir crear una lista, mucho más específica, de planetas que realmente podrían tener las condiciones necesarias…
El magnetismo estelar permite extender la definición de habitabilidad planetaria
En la interesante búsqueda de vida lejos del Sistema Solar, el interés en las características de los planetas similares a la Tierra, en torno a otras estrellas, ha crecido enormemente a lo largo de los años. Sin embargo, la habitabilidad de esos mundos (llamados exoplanetas, al estar fuera de nuestro sistema) se ve afectada por más parámetros que, simplemente, a qué distancia se encuentran de su estrella. En un nuevo estudio, un grupo de investigadores extiende la definición de zona habitable al incluir, también, el campo magnético de la estrella.
Este factor, que está muy bien estudiado en el Sistema Solar, puede tener implicaciones muy importantes para la vida en otros planetas. La presencia, y fuerza, del campo magnético de un planeta y su interacción con el campo magnético de la estrella es una pieza clave. Permitirá determinar si un planeta puede albergar vida. A fin de cuentas, cualquier planeta que queramos plantear va a necesitar un campo magnético potente para protegerse de la actividad de su estrella. Además, tiene que orbitar suficientemente lejos para evitar una conexión magnética directa (y probablemente catastrófica).
Los investigadores explican que la principal motivación de su trabajo es, en realidad, comprender mejor la Tierra. Las preguntas sobre su formación y habitabilidad son el foco principal de este trabajo. Generalmente, la comunidad científica se ha centrado en el concepto de zona habitable. Es la región, en torno a una estrella, donde las condiciones son las adecuadas para que pueda existir agua en estado líquido. Al añadir el campo magnético de la estrella, a este criterio, los investigadores ofrecen una imagen mucho más detallada y compleja…
Delimitando dónde podría haber vida
Presentan un criterio más restrictivo, que permite comprender mejor dónde podría haber vida en el universo. La investigación se ha centrado en las interacciones magnéticas entre planetas y sus estrellas. Algo conocido como meteorología espacial. En la Tierra, esa meteorología espacial está dictada por el Sol y afecta al campo magnético y atmósfera de nuestro planeta. Para su estudio, los investigadores han simplificado el complejo modelo que, generalmente, es necesario para entender estas interacciones. Han recurrido a algo más simple.
Han caracterizado la actividad estelar utilizando una medida conocida como el número de Rossby (Ro). Es la proporción entre el período de rotación de la estrella y su tiempo de vuelco convectivo. Esto les permite establecer el radio de Alfvén de la estrella. Es decir, la distancia as partir de la que el viento estelar, efectivamente, queda desacoplado de la estrella. Los planetas dentro de este radio no serían candidatos viables para la habitabilidad. Por su cercanía a la estrella, estarían conectados magnéticamente con ella, provocando una rápida erosión de su atmósfera.
Con este método en mente, los investigadores examinaron 1546 exoplanetas para determinar si sus órbitas están dentro o fuera del radio de Alfvén de sus respectivas estrellas. Lo cierto es que el panorama no podría resultar más devastador. Solo dos planetas (K2-3 d y Kepler-186 f) de esos 1546 examinados cumplían con las condiciones para ser potencialmente habitables. Son planetas rocosos, similares a la Tierra, a una distancia adecuada para poder tener agua en estado líquido. Además, están fuera del radio de Alfvén de su estrella y tienen campos magnéticos potentes para protegerse de la actividad estelar.
El magnetismo estelar parece un punto muy importante para definir la habitabilidad
Por si esto no fuera suficiente, los propios investigadores recuerdan que, aunque estas condiciones son necesarias para que un planeta pueda albergar vida, ni mucho menos garantiza que vaya a tenerla. El trabajo, en sus palabras, permite destacar la importancia de tener en cuenta una gran variedad de factores al buscar planetas habitables. El estudio también pone de relieve la necesidad de seguir explorando y observando sistemas exoplanetarios, aplicando lo aprendido en el estudio del sistema formado por la Tierra y el Sol.
Al expandir el criterio para definir la habitabilidad, los investigadores proporcionan un marco de trabajo más completo, para los estudios que se publiquen en el futuro y las observaciones que se lleven a cabo para determinar si estamos solos en el universo. Este estudio resulta particularmente intrigante porque permite comprender que, al menos de los exoplanetas descubiertos hasta ahora, la inmensa mayoría están demasiado cerca de su estrella. Por supuesto, no podemos olvidar que solo conocemos una pequeña fracción de planetas de la galaxia.
Además, las técnicas empleadas habitualmente favorecen encontrar planetas cercanos a sus estrellas. Es mucho más difícil, con métodos como el de tránsito, descubrir un mundo como la Tierra en torno a otra estrella, porque es necesario observar durante mucho más tiempo un astro hasta captar ese paso. Con mejor tecnología, y con más datos, quizá nos encontremos con un panorama más optimista en el futuro. Lo que queda claro, es que aunque se ha conseguido mucho hasta ahora, hay todavía mucho más por descubrir…
Estudio
El estudio es A. Atkinson, D. Alexander y O. Farrish; «Exploring the Effects of Stellar Magnetism on the Potential Habitability of Exoplanets». Publicado en The Astrophysical Journal el 9 de julio de 2024. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Phys