El telescopio Hubble ha quedado fuera de servicio tras el fallo de un ordenador. Los intentos para reiniciarlo y recuperar el funcionamiento del popular telescopio han fracasado. Algo que ha hecho que se empiece a pensar en la posibilidad que nadie quiere plantearse…
El telescopio Hubble está fuera de servicio por un ordenador de a bordo de hace décadas…
El pasado 13 de junio, la computadora de carga del telescopio Hubble dejó de funcionar, provocando que el telescopio dejase de operar. Los intentos por reiniciar el telescopio han fracasado y se comienza a plantear la posibilidad de que esto marque el final del camino para el popular telescopio. Por ahora, la NASA ha desvelado poca información sobre lo que está sucediendo con el telescopio. Ni siquiera han dicho mucho sobre cuál es la posibilidad de que se consiga reiniciar y poder volver a operar con normalidad con un telescopio que sigue siendo útil.
El 16 de junio, la agencia espacial comunicaba que el equipo de operaciones del telescopio Hubble había repasado los datos disponibles. Estaban investigando si pudiese deberse a un módulo de memoria deteriorado, que podría haber detenido el funcionamiento de la computadora. La solución planteada era cambiar a uno de los módulos de apoyo. El 18 de junio, dos días después, llegaba una noticia preocupante. El intento de cambio al módulo de repuesto había fracasado. El comando para iniciarlo no se pudo completar.
Se llevaron a cabo varios intentos más en los módulos, con el objetivo de conseguir más información sobre el error e intentar arrancar los módulos. Sin embargo, no han funcionado. En otros canales de comunicación no hay más información que aportar. En redes sociales, desde NASA solo se han referido a la publicación ya realizada. El responsable del error sería la computadora de carga, un componente operativo desde la década de los 80. Por lo que, en el fondo, no resultaría sorprendente. Tarde o temprano, algún componente puede fallar…
Mucho tiempo sin una misión de mantenimiento
Tampoco ayuda que haga más de una década que no se realiza ninguna misión con destino al telescopio Hubble. A lo largo del tiempo, cuatro misiones se dirigieron al popular telescopio, con el objetivo de solucionar problemas y mejorar componentes. La última de estas misiones tuvo lugar en 2009. Tuvo lugar, en parte, gracias a una gran campaña pública en favor del telescopio. En aquel momento, el telescopio James Webb ya era considerado el sucesor del Hubble, a pesar de que no va a observar en las mismas longitudes de onda.
Se esperaba que entrase en funcionamiento poco tiempo después, de modo que el Hubble, razonaban, perdería importancia con el paso del tiempo. Sin embargo, más de una década después, el telescopio James Webb sigue sin haberse lanzado. Ya no está tan claro, además, que sea capaz de cubrir el vacío que dejará el telescopio Hubble, porque ambos observan partes del espectro electromagnético que no son idénticas. Pero no es menos cierto que, al mismo tiempo, no hay plan alguno para extender la misión de Hubble y mantenerlo operativo.
Si la NASA consigue recuperarlo, hay motivos para creer que el telescopio todavía podría mantenerse operativo durante otros diez o veinte años. Siempre y cuando, claro está, no ocurra un error grave que impida su funcionamiento. No es la primera vez que el telescopio Hubble queda fuera de servicio. A lo largo de sus 30 años ha dejado momentos memorables, con imágenes que han transformado la percepción pública del universo. Sin mencionar todas las contribuciones, en los diferentes campos de la investigación astronómica, que ha posibilitado.
¿Y ahora qué?
Al igual que el telescopio James Webb, Hubble ya ha pasado por muchos altibajos. Igual que su sucesor, ya antes de su lanzamiento había sufrido retrasos y un aumento considerable en el coste de la misión. Una vez ya operativo, se observó que su espejo principal no había sido pulido correctamente. Aunque se detectó en tierra, se decidió que no era un problema, en lugar de inspeccionarlo con mucho más detenimiento. Algo que forzó a que se llevase a cabo una misión con el objetivo de solucionar el problema y permitir que funcionase como se esperaba.
A pesar de ese complicado inicio, el telescopio Hubble es uno de los instrumentos científicos más importantes de nuestra historia. Es evidente que su misión tendrá que terminar en algún momento, pero sería una lástima que fuese ahora. Por un lado, porque el telescopio James Webb todavía no se ha puesto en órbita. Existen dudas sobre si realmente veremos el lanzamiento en Halloween de 2021, como está proyectado. Por otro, porque no hace tanto vimos como el popular radiotelescopio de Arecibo colapsaba, poniendo fin a sus grandes contribuciones.
¿Es esta la avería dejará fuera de servicio definitivamente al telescopio Hubble? Esperemos que no, pero la falta de comunicación de NASA, sobre los intentos posteriores al 18 de junio, no son especialmente halagüeños. Que no haya ninguna ampliación de la misión proyectada no ayuda. Incluso si fuese así y, finalmente, el telescopio dejase de funcionar en 2021, quedará un legado que será difícil de superar por la tecnología que está entrando en funcionamiento en estos momentos. Pero esperemos que no sea el final del camino para un telescopio que ya es leyenda…
Referencias: IFLScience