¿Recuerdas la estrella KIC 8462852? Quizá te suene por el nombre de la estrella de Tabby o, simplemente, por ser la estrella más misteriosa que hemos encontrado hasta el momento en la Vía Láctea, y sigue dando que hablar…
Repasando la historia de la estrella
Después de que hablásemos de cómo el oscurecimiento de la estrella parece venir produciéndose desde hace un siglo, la discusión en torno a a este extraño astro, del que se llegó a sugerir que incluso podría tener alguna construcción alienígena a su alrededor, no ha cesado. De momento seguimos sin tener demasiado claro cuál es el origen de su extraño comportamiento, pero ahora, un equipo de científicos formado por Ben Montent y Joshua Simon ha publicado nueva información al respecto.
Pongámonos en situación, conocemos la estrella de Tabby porque estaba en el campo de estudio del telescopio Kepler, así que tenemos datos muy detallados sobre su comportamiento, así como de la extraña curva de luz que hizo que el equipo de Planet Hunters la llevase a la atención de la astrónoma Tabetha Boyajian. Montet y Simon han revisado los datos que tenemos del telescopio y han descubierto que, durante el tiempo que duró la misión original del telescopio Kepler (ahora está en la misión K2), midió diez disminuciones significativas de la luz de la estrella. Estas reducciones no sólo son irregulares en forma, tampoco son periódicas y varían considerablemente, desde un 1% al 20% de la luminosidad total de KIC 8462852.
En su artículo sobre el oscurecimiento desde hace un siglo, Schaefer menciona que si la estrella de Tabby se estuviese oscureciendo a un ritmo de 0,164 magnitudes/siglo, entonces debería haber estado en oscurecimiento durante el período de observación de Kepler (de hecho, debería haberse oscurecido en 0,0073 magnitudes durante el tiempo que el telescopio estuvo observando la región de estrellas del Cisne, donde se encuentra).
El oscurecimiento en Kepler
Ese desvanecimiento descrito por Schaefer estaría muy por encima de la precisión del telescopio Kepler, así que debería ser fácil de detectar. Bajo esa premisa, Montet y Simon entendieron que podían buscar la existencia de un oscurecimiento a largo plazo utilizando las imágenes que se capturaron durante la misión. Ocho de ellas fueron tomadas al principio, y después una más cada mes de la misión. Tuvo una duración de cuatro años, así que una estrella que se oscureciese al ritmo que sugería Schaefer habría perdido un 0,6% de brillo.
El estudio, que se centró en KIC 8462852 y siete estrellas cercanas para usarlas como comparación, arrojó que, durante los primeros tres años de la misión de Kepler, la estrella de Tabby se oscurecía a un ritmo de 0,341% ±0,041% por año. Durante los seis meses siguientes, perdió un 2,5% de su brillo, y permaneció en ese nivel durante el resto de la misión del telescopio. Algo bastante llamativo.
En el paper, los investigadores comentan que compararon el resultado con un análisis parecido de estrellas que tienen un brillo similar en el mismo detector, así como estrellas que tienen unas propiedades estelares similares (a las de KIC) dentro del campo de observación de Kepler. Observaron que el 0,5% de las estrellas en el mismo detector, y el 0,7% de las estrellas con propiedades estelares similares muestran una tendencia a largo plazo consistente con la de KIC 8462852. Sin embargo, en ningún caso observan una caída de brillo tan extrema como el 2,5% registrado en la estrella de Taby. De hecho, es el cambio de brillo más grande de cualquier otra estrella que hayan observado en las imágenes del telescopio Kepler.
En busca de una explicación
Así que no debería resultar sorprendente que haya más de un científico interesado en intentar explicar qué está sucediendo. Otro equipo de astrónomos publicó hace varios meses un estudio en el que, con la ayuda de la fotometría de milímetro y sub-milímetro concluían que una nube de polvo que orbitase alrededor de la estrella de Tabby no necesitaría tener más de 7,7 veces la masa de la Tierra y estaría por debajo de 200 UA de distancia a la estrella. Esos límites son lo suficientemente bajos como para poder concluir que la hipótesis de la catástrofe planetaria no parece probable.
Montet y Simon no están completamente de acuerdo, y creen que esa explicación presenta sus propios inconvenientes. Creen que la curva de luz encaja con la que produciría el paso de una nube de material denso por delante de la estrella, y que podría ser lo suficientemente pequeña como para cumplir con los requisitos de ese equipo. La ruptura de un objeto pequeño, o una colisión reciente que produjese una gran nube de material también podría crear una pequeña familia de cometas que pasase por delante de la estrella como un solo grupo.
¿El inconveniente? Para poder explicar la duración del tránsito de una nube así tendría que estar a una distancia increíblemente grande de la estrella, o estar aumentando su densidad de superficie lentamente. La curva de luz de la estrella indicaría que, en algún momento, hubo una transición hacia una región de la nube con una densidad más uniforme, que continuaría en tránsito por delante de la estrella durante el siguiente año de la misión de Kepler. Un modelo así no es capaz de explicar naturalmente el oscurecimiento tan prolongado que se puede observar en las placas fotográficas analizadas (las del siglo de oscurecimiento), por lo que esta idea parecería, en el mejor de los casos, incompleta.
Sigue siendo una estrella misteriosa
De momento, parece que KIC 8462852 seguirá siendo una estrella misteriosa. Montet y Simon piden hipótesis alternativas y nuevos datos que nos permitan explicar las observaciones existentes. Por suerte, el equipo de Tabetha Boyajian ya está realizando nuevas observaciones en la red de telescopios global del Observatorio de Las Cumbres, gracias a una campaña de financiación por medio de la plataforma Kickstarter, que les permitirá centrarse en la estrella hasta bien entrado el año 2017.
Gracias a estas observaciones, los astrónomos serán capaces de entender mucho mejor qué tipo de material está pasando por delante de la estrella, deducir si es algún tipo de polvo o de material sólido. La hipótesis de Boyajian es que el oscurecimiento está provocado por un enorme enjambre de cometas, quizá producto de algún tipo de cataclismo alrededor de la estrella. También podremos observar si hay algún cambio en la velocidad radial y otros patrones que apuntarían a la presencia de cometas.
El paper del estudio de Montet y Simon es «KIC 8462852 Faded Throughout the Kepler Mission» y está disponible en arXiv. El otro estudio, centrado en la nube de polvo es «Constraints on the circumstellar dust around KIC 8462852» y puede ser consultado en la edición online del Monthly Notices of the Royal Astronomical Society del 25 de febrero de 2016.
Referencias: Centauri Dreams