La Agencia Espacial Europea lanzó, el viernes 31 de julio, el primer satélite comercial completamente reprogramable. Es el primer paso de una nueva era de comunicaciones que será mucho más flexible. Un satélite que se distancia mucho de lo que se suele lanzar al espacio…
El satélite reprogramable centrado en las comunicaciones
Tradicionalmente, los satélites que se lanzan al espacio son diseñados y programados en la Tierra. No pueden utilizarse con un propósito diferente una vez están en órbita. El satélite Eutelsat Quantum se basa en la llamada tecnología definida por software, que permite a los usuarios ajustar las comunicaciones a su necesidad. No solo eso, se hace casi en tiempo real. Algo que desde la propia Agencia Espacial Europea han destacado porque, con el paso del tiempo, la necesidad del mercado cambia y un satélite fijo no puede adaptarse.
Un satélite dinámico, por contra, sí puede adaptarse a las necesidades de sus clientes. Por eso, ha habido mucha atención puesta en el lanzamiento del viernes 31 de julio. El satélite se lanzó a bordo de un cohete Ariane 5, desde el Centro Espacial Guyana en Sudamérica. Su llegada a la órbita geoestacionaria, a 35 500 kilómetros de nuestro planeta, podría suponer el pistoletazo de salida para la producción en masa de este tipo de satélites. El cohete puso en órbita el satélite Eutelsat Quantum y Embratel, un satélite convencional de Brasil.
Durante los próximos 15 años, que se prevé que esté en funcionamiento, se podrá hacer uso de la capacidad reprogramable del satélite según sea necesario. Esperan, así, que sea posible adaptarse a los cambios en las necesidades para la transmisión de datos y comunicación segura. Eutelsat Quantum es un modelo de 3,5 toneladas, con 8 haces de comunicaciones. Todos pueden modificarse para cambiar su zona de cobertura. También es posible modificar la intensidad de la señal de telecomunicaciones que emite, y se puede modificar con rapidez.
Podrá alterarse en cuestión de minutos
El cliente que utilice el satélite, con la ayuda del software que se pondrá a su disposición, será capaz de realizar estos cambios en tan solo unos minutos. Al menos eso es lo que se asegura desde Eutelsat. Esto permitirá que se pueda utilizar para proporcionar cobertura móvil para objetos en movimiento, tales como aviones o navíos. Incluso podrá dar cobertura tras un desastre natural o en ocasiones especiales. No es menos llamativo que, en esta época en la que cada vez hay más preocupación, y atención, puesta en la seguridad digital, se destaque la capacidad del satélite.
A fin de cuentas, uno de los miedos existentes, con la nueva tecnología que se manda al espacio, es que se pueda utilizar con fines bélicos. En este sentido, Quantum podrá definir el origen de las señales, sin importar que tengan una intención maliciosa o no. Será capaz de tomar las medidas necesarias para evitar esas interferencias. Eso sí, no esperemos verlo en funcionamiento en una gran región del planeta. Desde su órbita, ofrecerá servicio a una gran región de África Occidental y Asia durante los próximos quince años.
Tras su período de operaciones, el satélite se desplazará a lo que se conoce como la órbita cementerio. Una órbita superior a la geoestacionaria. Allí se retiran los satélites, evitando que puedan convertirse en un riesgo para los satélites que sí sigan en funcionamiento. Eutelsat Quantum ha sido posible gracias, principalmente al trabajo de Eutelsat, operador de satélites, y Airbus. La mayor parte de los componentes del satélite se han fabricado en Reino Unido. Aunque la antena ha sido desarrollada en España, también por la propia Airbus.
Una oportunidad interesante… pero no ilimitada
La llegada de los satélites reprogramables es, indudablemente, interesante. Permitirá que los satélites se mantengan en funcionamiento durante mucho más tiempo, al poder ser adaptados para nuevos propósitos. Sin embargo, es necesario entender que no estamos hablando de satélites rediseñables. El límite de estos satélites es, evidentemente, los componentes con los que se haya lanzado al espacio. Un satélite concebido para telecomunicaciones se podrá utilizar con ese fin, pero al carecer de cámaras, no podrá observar el cosmos.
Aunque puede parecer una obviedad, no está de más recordarlo. De otro modo, podemos caer en la sensación de que podríamos tener un satélite capaz de convertirse en casi cualquier cosa. Será interesante ver cuál es el mercado, a largo plazo, del que goza Eutelsat Quantum. Otros satélites seguirán sus pasos en el futuro, quizá centrándose en otras regiones del planeta. Habrá que ver, sin embargo, como encajaran en el contexto de las constelaciones de satélites de telecomunicaciones que se están desplegando, como Starlink o OneWeb.
A fin de cuentas, aunque Quantum podrá ofrecer cobertura de telecomunicaciones a una región que, por ejemplo, se vea afectada por un desastre natural. También es un servicio que podría ofrecerse desde esas constelaciones de satélites. Pero no es menos cierto que estamos ante el primer paso. ¿Qué conceptos veremos en los próximos años en forma de satélite reprogramable? Promete ser algo muy interesante, porque es lógico suponer que no solo afectará a satélites de telecomunicaciones, también los habrá de otro tipo. El tiempo dirá…
Referencias: ESA