Las compañías Blue Origin y Dynetics han protestado la selección de SpaceX, por parte de NASA, como la compañía que se encargará de su módulo de aterrizaje lunar. La situación es tal que, por ahora, la agencia espacial estadounidense ha solicitado que se detenga el desarrollo…

El jaleo de SpaceX, Blue Origin y Dynetics…

El proyecto Artemisa es una de las grandes misiones de los próximos años para NASA. Busca enviar astronautas a la Luna, siguiendo los pasos del programa Apolo. En estos tiempos, se están desarrollando el SLS, el sistema de lanzamiento, la cápsula Orión, y los elementos que compondrán la estación Lunar Gateway. La concesión a SpaceX del contrato para construir el sistema de aterrizaje humano es un paso más para transportar astronautas a la superficie de nuestro satélite. Parecía un anuncio rutinario, hasta la irrupción de Blue Origin y Dynetics.

Blue Origin y Dynetics protestan la elección de SpaceX por parte de NASA
Concepto artístico del modelo de aterrizador planteado por Dynetics. Crédito: Dynetics

Las tres compañías fueron elegidas, en abril de 2020, para desarrollar sus conceptos de vehículos de aterrizaje tripulado. Recibieron contratos a precio fijo, con un valor combinado de 967 millones de dólares durante un período de 10 meses. En ese tiempo, la NASA trabajó con cada compañía para convertir sus conceptos en realidad. En el caso de SpaceX, su diseño es un vehículo muy similar a Starship, pero modificado para poder aterrizar correctamente en la Luna. Blue Origin, por su parte, produjo un vehículo de tres fases.

Estaría formado por elementos de descenso, transferencia y ascenso. Finalmente, Dynetics creó un vehículo, de una única fase, capaz de ascender y descender por sí mismo y que sería accesible desde la superficie rápidamente. En abril de 2021, la NASA anunció que había decidido seleccionar el diseño de SpaceX, incluyendo un contrato con un precio fijo y un valor de unos 2900 millones de dólares. El 26 de abril, Blue Origin protestó la decisión, asegurando que la evaluación había sido imprecisa y había perjudicado a su compañía.

Las protestas de las compañías

Así, la compañía de Jeff Bezos entiende que NASA ha infravalorado los riesgos asociados con el diseño presentado por SpaceX, sin considerar las ventajas de Blue Origin. Además, entienden que se han centrado en exceso en el coste. A esto, Elon Musk reaccionó con un tuit más bien falto de tacto, remarcando que la compañía de Jeff Bezos todavía no ha puesto ningún cohete en órbita. Tanto el cohete New Glenn, como New Shepard, desarrollados por Blue Origin, llevan años en el limbo. El 30 de abril, Dynetics se unió a la protesta de Blue Origin.

En su caso, argumentan que NASA había enfatizado, en un primer momento, que el contrato de la Opción A sería para dos compañías, a fin de aprovechar los beneficios de la competencia. Al seleccionar solo a SpaceX, entienden que la NASA ha abandonado las propias normas que había detallado previamente en el programa. Sin embargo, la propia agencia espacial ya indicó, en la selección de SpaceX, por qué se decantaba por solo una compañía. A pesar de que su deseo era contar con dos marcas, no era posible.

Literalmente, la agencia explica que no dispone de la financiación necesaria, en el presupuesto de este año, para poder apoyar ya no a dos compañías, si no ni siquiera a una. De ahí la decisión, entre otros factores, el de comenzar a trabajar, y negociar, con la empresa que ofrecía el precio inicial más bajo, por una diferencia muy amplia respecto a sus competidores. Aunque Dynetics reconoce las dificultades que plantea el presupuesto de NASA, sus representantes legales entienden que la agencia espacial ha actuado de mala fe, al no considerar otras opciones.

¿Y ahora qué?

En esencia, se quejan de que la agencia no consultase, e informase, al resto de compañías sobre la situación presupuestaria. No tuvieron oportunidad de presentar propuestas que se ajustasen mejor a los nuevos requisitos de NASA. Asimismo, Blue Origin y Dynetics coinciden en que no se están considerando correctamente los riesgos del vehículo de SpaceX. En este aspecto, resaltan el hecho de que las pruebas de Starship, hasta ahora, han resultado en explosiones al intentar aterrizar. Algo que indica que el riesgo es inaceptablemente alto.

Concepto artístico del modelo planteado por Blue Origin. Crédito: Blue Origin

Todo esto llevó, finalmente, a que el 30 de abril, la agencia decidiese suspender el contrato hasta resolver todo el litigio que se ha abierto. Se puede valorar si es acertado, o cruel, que Dynetics ponga como ejemplo las pruebas fallidas de Starship como un intento de demostración de que su vehículo, en unos años, será igual de peligroso. Del mismo modo, se puede valorar si el comentario de Elon Musk hacia Jeff Bezos y su compañía es más o menos apropiado. Pero es evidente que estamos ante un proyecto muy importante.

Es posible, incluso, que NASA no haya seguido los pasos correctos. A fin de cuentas, lo planteado por Dynetics no parece, en principio, descabellado. Sea como fuere, ahora, toda esta situación deberá resolverse en los tribunales de Estados Unidos. Si habrá una segunda compañía que desarrolle su vehículo de aterrizaje lunar, si la empresa seleccionada será diferente, o no, es algo que solo se verá en los próximos meses. La única realidad es que, mientras tanto, el desarrollo se ha detenido y, por tanto, el programa Artemisa se verá afectado. Veremos cómo y hasta qué punto…

Referencias: Universe Today