Esta semana, en Astrobitácora 3×23, ponemos el cierre a una temporada más del podcast, hablando de la destrucción que provocan las enanas blancas. En YouTube, además, hablamos de un agujero negro supermasivo con un giro mucho más lento de lo que se esperaba…

Astrobitácora 3×23: La destrucción que provocan las enanas blancas

Las enanas blancas son los cadáveres de estrellas, como el Sol, que han llegado al final de su vida. Estas estrellas, hay que recordar, son el destino de alrededor del 95% de los astros que podemos encontrar en el universo. No es sorprendente, por tanto, que haya mucho interés por entender cómo se comportan estos astros. Algo que ayudará a entender cómo podría ser el futuro lejano del Sistema Solar. Lo llamativo es que, en esta ocasión, se ha observado un sistema con una enana blanca que está teniendo un efecto muy destructor.

En este concepto artístico, un pequeño objeto rocoso es destruido mientras orbita alrededor de una enana blanca. Se desintegrará poco a poco, dejando tras de sí un rastro de material que terminará precipitándose sobre la estrella. Crédito: CfA/Mark A. Garlick

Se ha observado que está destruyendo, incluso, material que estaría a la distancia del Cinturón de Kuiper, si tuviese lugar en nuestro sistema. Además, en el entorno de la enana blanca se puede observar que ha destruido también planetas rocosos y asteroides. Es algo que demuestra que estos cadáveres estelares pueden tener consecuencias cataclísmicas en su sistema. Eso a pesar de que, en realidad, estamos hablando de un objeto que no tiene un tamaño superior al de la Tierra. Eso sí, es muchísimo más masivo que nuestro planeta.

En un tamaño similar, una enana blanca puede acumular hasta casi tanta masa como el Sol. Sus efectos gravitacionales son tremendos. Con estudios como el que comentamos en este programa, nos podemos hacer una idea de hasta donde llega su capacidad de transformar su sistema. Pero, al mismo tiempo, es posible que estos objetos puedan tener planetas en su zona habitable, por raro que pueda parecer. Como siempre, puedes escuchar Astrobitácora 3×23 en iVoox, a través de la aplicación de iOS y Android, en este enlace, o aquí mismo:

YouTube: Un quásar llamativamente lento

En YouTube, además, hablamos del descubrimiento de un quásar que resulta de lo más desconcertante. El agujero negro supermasivo que lo alimenta tiene un giro que resulta mucho más lento de lo que cabría esperar. De hecho, hay agujeros negros supermasivos, menos masivos que éste, que tienen un giro más alto. El hallazgo resulta tan intrigante como interesante, porque permite elucubrar sobre cómo se ven afectados por el material que absorben y, también, por las colisiones con agujeros negros supermasivos de otras galaxias.

Concepto artístico del quásar J0313-1806. Crédito: NOIRLab/NSF/AURA/J. da Silva

Además, en el vídeo aprovechamos para rescatar un artículo, de principios de siglo, en el que se habla del descubrimiento de que los quásares, blazares y radiogalaxias son, en realidad, el mismo tipo de objeto. Es algo muy interesante porque permite entender que, a pesar de lo que podría indicar su nombre, todos hacen referencia al mismo fenómeno. Es decir, un agujero negro supermasivo que está absorbiendo una cantidad de material grande. Lo único que cambia es con qué ángulo lo vemos desde la Tierra. Eso define que sea una u otra cosa.

La noticia es una oportunidad interesante para hablar del mundo de los agujeros negros supermasivos, de sus propiedades y de cómo, todavía, quedan muchas cosas por descubrir y comprender. Los núcleos de galaxia activos siempre son un campo que resulta de lo más llamativo, porque estamos hablando de un objeto extremo que, además, está en una situación atípica, que solo se observa en algunas galaxias. Como siempre, puedes ver el vídeo en el canal de YouTube, en este enlace; o, si lo prefieres, al principio de este artículo.