La Administración Federal de Aviación ha anunciado que Starship, la nueva nave de SpaceX, se queda en tierra. Después de vivir un momento muy emocionante, y un lanzamiento que resultó sorprendente en muchos aspectos, ahora comienza un período que puede resultar complejo…

Starship se queda en tierra de manera indefinida… pero es algo normal

Abril de 2023 ya es un mes que forma parte de la historia de la exploración espacial. Especialmente para la compañía SpaceX, que por fin pudo realizar el vuelo de prueba orbital de su nave Starship. Para ello, tuvo que obtener el permiso necesario para poder llevarlo a cabo. Tras años de espera, la prueba de Starship y Superheavy (más concretamente, los modelos SN24 y BN7, respectivamente) se pudo realizar. La esperanza de SpaceX era que Starship alcanzase una altura de, al menos, 150 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.

Starship se queda en tierra tras su lanzamiento
Starship y Superheavy montados para su lanzamiento. Crédito: Hotel Pika/Wikimedia Commons

En ese viaje habría cruzado los 100 kilómetros, que marcan el límite oficial del espacio (también llamada la línea de Kármán). Posteriormente, se habría completado casi una órbita alrededor del planeta antes de caer al océano cerca de las costas de Hawái. Sin embargo, la situación se torció a los pocos minutos de vuelo. En realidad, el simple hecho de lograr despegar, y despejar la torre de lanzamiento, ya era suficiente para calificar el lanzamiento como un éxito. Pero, una vez en marcha, había más objetivos que se esperaban poder cumplir.

Poco después del despegue, Starship no logró separarse de la primera fase. El cohete entró en un giro que terminó en una explosión controlada. Elon Musk y SpaceX realizaron anuncios explicando que la prueba, a grandes rasgos, había sido un éxito y que se habían obtenido muchos datos valiosos. Los residentes e investigadores medioambientales, sin embargo, aseguran que la explosión provocó daños en las casas en la región y en el entorno. Como respuesta, la FAA (Administración Federal de Aviación) ha comenzado su propia investigación.

La investigación de la FAA es perfectamente normal

Este procedimiento implica que Starship se queda en tierra hasta tener, de nuevo, permiso para volar. Es algo temporal, que forma parte del procedimiento habitual en este tipo de casos. El primer paso es entender el impacto de la explosión del cohete. Inicialmente todo parecía estar en orden. De los 33 motores, 30 se usaron desde el primer momento, otros tres fueron desconectados en el curso del vuelo. El despegue se produjo sin incidentes destacables. A los tres minutos y medio se debía haber producido la separación.

Sin embargo, Starship entró en un giro descontrolado y fue destruido intencionadamente. Antes de ese momento, se llegó a alcanzar una altura de 40 kilómetros. Musk felicitó a los equipos de tierra. A pesar de ello, era obvio que habrá que realizar modificaciones importantes. No solo por la necesidad de detonar Starship en pleno vuelo (para evitar que cayese en algún lugar de manera descontrolada). También porque el lanzamiento destruyó la plataforma de despegue. Envió restos en todas las direcciones y, en algunos casos, a una distancia considerable.

Esto ha provocado que se plantee la necesidad de instalar un sistema de diluvio (es el nombre que se le da a un sistema en el que se usa una gran cantidad de agua para minimizar los impactos de un despegue). Este tipo de sistemas está presente en muchos otros lugares de lanzamiento, pero no lo estaba en Boca Chica. En esencia, el sistema se compone de una trinchera de llamas, que canaliza el gas del cohete, y agua o espuma para mitigar las llamas y ondas de choque. Los daños del lanzamiento no han mejorado la relación con el entorno…

Las cosas en Boca Chica no son precisamente ideales

Desde que SpaceX se instalase en Boca Chica, Elon Musk ha tenido una relación difícil con los habitantes, que a menudo se han quejado del ruido y el impacto de las pruebas en su comunidad y su entorno. Según explican los medios locales, hubo informes de lluvias de partículas en la isla South Padre y en la localidad cercana de Puerto Isabel. Los residentes de la localidad aseguran que algunas ventanas se rompieron y que había partículas, similares a la ceniza, cubriendo sus hogares y escuelas. Sea como fuere, la evaluación de la FAA buscará obtener respuestas.

De izquierda a derecha: los modelos Booster 4 (de Superheavy) y Ship 15, 22 y 20 (de Starship) en Boca Chica. Crédito: Lars Plougmann/Wikimedia Commons

Es una práctica estándar en la que la FAA supervisará la investigación sobre lo ocurrido. Starship se queda en tierra hasta que se determine que ningún sistema, proceso o procedimiento, relacionado con el incidente, afecta a la seguridad pública. Hasta que no se pueda determinar que los futuros vuelos no suponen un peligro para el público, la salud y el entorno, la nave no podrá volver a volar. Esto, seguramente, provocará una lista de pasos obligatorios a seguir por parte de SpaceX. Deberá completarlos para conservar su licencia y poder seguir las pruebas.

Elon Musk asegura que en uno o dos meses Starship podría volar de nuevo. Sin embargo, parece una estimación optimista. Las acciones de corrección podrían requerir mucho más tiempo. Es posible, incluso, que SpaceX pierda su licencia de lanzamientos en Boca Chica. Aunque, de ser así, podrían realizar sus lanzamientos desde Cabo Cañaveral, donde siguen trabajando en una segunda instalación de lanzamientos. Veremos qué sucede, pero la compañía de Elon Musk espera poder continuar sus pruebas a mediados de verano de este mismo año.

Referencias: Universe Today