Un grupo de científicos, y expertos en políticas, están trabajando en un protocolo de comunicación con civilizaciones extraterrestres. Algo que, aunque podría parecer propio de la ciencia ficción, tiene más sentido del que podríamos pensar. No existe un protocolo claro para esas situaciones…

La necesidad de un protocolo oficial de comunicación con civilizaciones extraterrestres

Supongamos que, mañana, la Humanidad recibiese un mensaje procedente de una civilización extraterrestre. ¿Cómo deberíamos responder? Lo cierto es que no está claro. Es algo que diferentes investigadores han destacado a lo largo del tiempo. Por ello, por primera vez, en 35 años, se ha establecido un grupo de trabajo de científicos y expertos en políticas con ese objetivo. Buscan establecer un protocolo de comunicación, con civilizaciones extraterrestres, que todo el mundo pueda seguir. Así, tendríamos un método de actuación en caso de contacto.

Desarrollan un protocolo de comunicación con extraterrestres
Imagen del radiotelescopio Green Bank. Crédito: NRAO/AUI

Como quizá supongamos, nadie espera un contacto inminente con una civilización de la Vía Láctea. La posibilidad de que suceda es muy pequeña, pero no es descartable. Así que, ¿por qué no tener un protocolo? La ciencia ficción, como dicen los investigadores, está repleta de análisis de cómo reaccionaría la sociedad al descubrir, y quizá contactar, con vida inteligente extraterrestre. Según explican, este grupo de investigación va a ir más allá en cuanto a qué impacto podría tener en el ser humano. En su lugar, van a centrarse en cómo responder.

Ahora mismo, solo hay un protocolo de contacto. Fue establecido por la comunidad del Instituto de Búsqueda de Vida Extraterrestre Inteligente (SETI, por sus siglas en inglés) en 1989. Ese protocolo fue revisado en última ocasión en la década de 2010. El inconveniente es que es más bien ambiguo. No detalla cómo debería ser la respuesta internacional. Solo se centra en la importancia de compartir el descubrimiento con el público y con el resto de la comunidad científica. Por lo que no hay una guía a seguir a la hora de responder.

Una guía para conseguir dar con una respuesta

En el caso de que se produjese un contacto con una civilización extraterrestre, el protocolo establece que los científicos deberían buscar instrucciones de las Naciones Unidas, o de alguna autoridad gubernamental. No explica, tampoco, qué debería hacer las Naciones Unidas por sí misma. El proyecto se denomina SETI Detection Hub y tendrá más tareas que la de desarrollar un protocolo de comunicación con civilizaciones extraterrestres. Van a rastrear señales de posibles mensajes enviados desde otras estrellas, así como el desarrollo de un marco de trabajo apropiado.

Algo que permita ayudar a dar significado a esos mensajes que se pudiesen recibir. También crearán evaluaciones de impacto y publicarán informes que detallen las implicaciones de posibles políticas. Además, desarrollarán tratados y protocolos sobre cómo responder a posibles mensajeros alienígenas. No sabemos, en cualquier caso, si en algún momento llegaremos a recibir un mensaje procedente de otro lugar de la galaxia. Por extensión, como cuentan desde el propio equipo, tampoco sabemos cuándo podría suceder (si es que sucede).

Pero eso, añaden, no debería ser impedimento para estar bien preparados por si llegase a darse ese escenario. Una preparación que debe extenderse al ámbito científico, social y político. Aunque la posibilidad sea pequeña, podríamos recibir un mensaje en cualquier momento, incluso mañana mismo. Así que entienden que no podemos perder el tiempo y que es necesario disponer de un protocolo tan pronto como sea posible. Pensándolo fríamente, lo cierto es que no parece que vaya a ser una iniciativa que haga daño a nadie.

Sin noticias de vida en la galaxia

El panorama general, sin embargo, no ha cambiado. En estos momentos, la percepción sigue siendo la misma que se ha venido comentando en los últimos años. Todo hace pensar que la vida debería ser abundante en otros lugares de la Vía Láctea. A fin de cuentas, estamos compuestos por los elementos más comunes del universo. No hay nada especial sobre la Tierra ni el Sol. Son una planeta rocoso y una enana amarilla, igual que miles de millones de planetas y estrellas de nuestra galaxia. Sin embargo, de momento no se ha detectado vida lejos del Sistema Solar.

Imagen en infrarrojo, del telescopio espacial Spitzer, que muestra las estrellas del centro de la Vía Láctea. Crédito: NASA/JPL-Caltech/S. Stolovy (SSC/Caltech)

Esta aparente contradicción es la fuente de la famosísima paradoja de Fermi. ¿Dónde están los extraterrestres? Por ahora falta información para poder contestar a esa pregunta con garantías. Es posible que haya otras civilizaciones en la galaxia y que, simplemente, no hayamos sido capaces de detectar su presencia. Bien porque estén demasiado lejos, o porque no hayamos detectado señal alguna. La posibilidad de que hayan enviado un mensaje, precisamente, en la dirección del Sistema Solar se antoja muy pequeña, pero no es descartable.

Si en algún momento recibimos un mensaje extraterrestre, la sensación es que nuestra sociedad podría sufrir una transformación profunda. El hecho de saber que no estamos solos en la galaxia podría cambiar nuestra percepción de la vida, de nosotros mismos y de nuestro lugar en el universo. Pero para ello, naturalmente, habrá que recibir un mensaje. Si eso llega a suceder, por poco probable que resulte, parece que estaremos mejor preparados (de lo que lo estamos ahora mismo) para poder responder. ¿Qué podría contener ese mensaje de nuestros vecinos galácticos?

Referencias: Live Science