Uno de los radiotelescopios más potentes del mundo, el VLA (Very Large Array) buscará señales de vida extraterrestre. El VLA recogerá datos que los científicos analizarán en busca de la presencia de posibles transmisores artificiales. Algo que sería una señal inequívoca de la existencia de una sociedad tecnológica…
El VLA buscará señales de vida extraterrestre en un proyecto muy ambicioso
El VLA está a 80 kilómetros al oeste de Socorro, Nuevo México; es un instrumento puntero. Muchos radioastrónomos lo usan y, desde el instituto SETI (dedicado a la búsqueda de vida extraterrestre inteligente), destacan que por primera vez se utilizará con el propósito de detectar vida inteligente extraterrestre. Se dedicará a una búsqueda continua, y de amplio rango, de tecnofirmas. Es decir, de señales cuyo origen, únicamente, podría atribuirse a una tecnología. Algo que apuntaría a la presencia de civilizaciones lejos del Sistema Solar.
El VLA es uno de los radiotelescopios más potentes del mundo, formado por 27 antenas distribuidas a lo largo de 37 kilómetros en el desierto. Desde 2017, ha estado involucrado en un proyecto llamado VLASS (iniciales de Very Large Array Sky Survey). Se trata de una campaña de observación del 80% del firmamento en el espectro de radio. Mientras se realizan estas observaciones, la red de distribución de la señal creará una copia de los datos que se enviará a un receptor especial. Tendrá canales muy estrechos, de apenas un ancho de un hercio.
Los investigadores esperan que cualquier señal, procedente de un transmisor que haya sido construido de manera deliberada, tendrá componentes de banda estrecha. Por lo que, de descubrirse, indicaría que la señal no es de origen natural. Solo se podría atribuir a un transmisor extraterrestre. El nuevo sistema de procesamiento de búsqueda de vida extraterrestre inteligente se llama COSMIC. Son las iniciales de Commensal Open-Source Multimode Interferometer Cluster y es un proyecto que está encabezado por el instituto SETI.
El interesante funcionamiento de COSMIC
En este caso, el Instituto SETI colabora con el Observatorio Nacional de Radioastronomía (de Estados Unidos) y Breakthrough Listen. Según explica Paul Demorest, líder de grupo del equipo de apoyo científico del VLA, en el Observatorio Nacional de Radioastronomía, COSMIC funciona de manera comensal. Es decir, trabaja en segundo plano utilizando una copia de los datos que los astrónomos están recogiendo con otros propósitos. Es una manera muy eficiente, e ideal, de poder disponer de gran cantidad de tiempo de telescopio para buscar señales extrañas.
A diferencia de muchas observaciones previas de búsqueda de vida extraterrestre inteligente, hay una gran variedad de transmisiones, como señales emitidas en pulsos o transitorias, que pueden reconocerse con este experimento. El rango de frecuencias que se observa no tiene precedentes. La cantidad de sistemas estelares que se va a observar ronda, aproximadamente, los diez millones. Desde principios de 2023, las señales de la sonda Voyager 1 han sido detectadas con el sistema COSMIC.
El objetivo es, simplemente, verificar la operación de las antenas de manera individual, así como combinar sus observaciones para producir un resultado que muestre, claramente, el transportador y las bandas laterales de las transmisiones de la nave. Voyager 1 está, en estos momentos, a unos 24 140 millones de kilómetros y es el objeto, de fabricación humana, que más lejos ha llegado. La detección de Voyager 1, explican, es una gran demostración de la capacidad del sistema COSMIC. Es la culminación de una enorme cantidad de trabajo.
VLA buscará señales de vida extraterrestre gracias a un gran proyecto internacional
El proyecto ha sido posible gracias a un gran equipo internacional de científicos e ingenieros. COSMIC es un ejemplo de cómo usar hardware moderno de cálculo, con propósitos generales, para mejorar la capacidad de un telescopio. Sirve también como campo de pruebas para la investigación de tecnofirmas en los próximos radiotelescopios. En instrumentos como el Next Generation VLA. Al combinarlo con la exquisita sensibilidad del VLA, COSMIC será, aproximadamente, mil veces más detallado que cualquier búsqueda de vida extraterrestre anterior.
La historia muestra que, por lo general, cuando se han realizado grandes avances en la sensibilidad, y alcance, de experimentos de exploración, esas labores se ven a menudo recompensadas con la detección de una señal. Si las esperanzas del Instituto SETI se cumplen, el proyecto podría descubrir un susurro, en el espectro de radio, que nos diga que no somos las únicas criaturas inteligentes de la Vía Láctea. Naturalmente, el proyecto resulta muy intrigante por lo que supone, pero de momento solo es eso, una nueva campaña de búsqueda de señales extraterrestres.
No es descartable, ni mucho menos, que simplemente se convierta en otra búsqueda que no nos lleve a una detección clara. Pero no es menos cierto, también, que es necesario realizar estos experimentos para determinar si podría haber vida extraterrestre inteligente. Cada búsqueda nos acerca a obtener una respuesta, ya sea en un sentido u otro. Es posible que algún día se consiga realizar esa ansiada detección. Lo más interesante es que, con cada vez más frecuencia, vemos cómo se aprovechan campañas que ya están en marcha con otros fines para intentar captar posibles señales extraterrestres.
Referencias: Instituto SETI