La órbita de la Tierra está repleta de otros objetos. Algunos podrían ser asteroides destructivos, pero hay buenas noticias. Todo parece indicar que quedan por descubrir menos asteroides destructivos de lo que se pensaba hasta el momento.

Los asteroides destructivos cercanos a la Tierra

Quedan menos asteroides destructivos por descubrir de lo pensado

Concepto artístico de un asteroide despedazándose en el espacio.
Crédito: NASA/JPL-Caltech

En los alrededores de la órbita de nuestro planeta hay una amplia colección de asteroides y cometas que son conocidos como objetos cercanos a la Tierra. También son llamados NEOs por su abreviatura en inglés. En ocasiones, estos objetos atraviesan la órbita de la Tierra. De vez en cuando, uno se acerca lo suficiente como para impactar en la superficie. La mayoría son muy pequeños, pero algunos han sido suficientemente grandes como para provocar eventos de extinción masiva.

Por eso, no sorprende que agencias como la NASA hayan dedicado décadas a catalogar y vigilar estos NEOs. Es importante para determinar si podrían chocar con nuestro planeta en el futuro. Sin embargo, una de las preguntas más importantes es… ¿cuántos quedan por descubrir? Según un análisis de una compañía de investigación de California, es posible que solo quede un puñado de asteroides por catalogar.

El hallazgo fue explicado en una presentación en un acto reciente. Sucedió en el marco de la 49ª reunión anual de la División de Ciencias Planetarias de la Sociedad Astronómica Americana, que tuvo lugar en Provo, Utah (Estados Unidos). Allí, se explicó que las estimaciones previas de objetos cercanos a la Tierra, todavía por descubrir, se habían visto afectados por un error en el redondeo que había deformado los resultados.

Un error de distribución

Este gráfico muestra los cometas y asteroides observados por NEOWISE.
Crédito: NASA/JPL-Caltech/UCLA/JHU

La fuente de este error está en cómo se determina algo llamado la «distribución tamaño-frecuencia» por parte de las diferentes organizaciones que monitorizan los objetos cercanos a la Tierra. Básicamente, las estimaciones se indican en término de cifra frente a brillo. A fin de cuentas, la mayor parte de búsquedas se llevan a cabo en el espectro visible. Sin embargo, no es una forma fiable de determinarlo. No todos los asteroides reflejan la misma cantidad de luz.

Por eso, el brillo de los objetos cercanos a la Tierra se expresa en unidad de magnitud absoluta. En él, los números más bajos indican objetos más brillantes. El Centro de Planetas Menores, de la Unión Astronómica Internacional, es responsable de mantener la información sobre asteroides y mediciones de otros objetos pequeños. Es allí donde se redondea la magnitud absoluta, y se hace hacia el 0,1 de magnitud más cercano.

De esta manera, un objeto que tenga una magnitud absoluta de 17,5 y se redondee a 18,0, puede tratarse en realidad de un cambio de 17,55 o a 18,05. O de 17,45 a 17,95, dependiendo de en qué lugar se produzca el redondeo. No es algo que haya dado muchos problemas en el pasado. Pero ahora se está convirtiendo en un factor importante para medir cuántos asteroides destructivos quedan por descubrir.

Un hallazgo reciente

Este gráfico ilustra la cantidad de asteroides descubiertos recientemente.
Crédito: NASA/Neo Program

La empresa californiana, detrás de este anuncio, descubrió el problema a finales de 2016. Fue después de que un científico del Instituto de Ciencias Planetarias llevase a cabo un estudio que obtuvo unas cifras muy diferentes a la expectación, de la empresa y de un astrónomo italiano, que había realizado un estudio similar tan solo dos años antes. Ese estudio, de 2015, fue publicado en la revista Icarus». En él, se estimaba que 990 asteroides cercanos a la Tierra tenían un diámetro superior a un kilómetro.

Sin embargo, en el estudio del científico americano, las cifras obtenidas eran un 10% más bajas. Eso llevó a los científicos de 2015 a considerar una aproximación diferente. Para resolverlo, decidieron redondear hacia el 0,05 más cercano en vez del 0,1. Con ese pequeño cambio, al repetir el estudio, descubrieron que las cifras sí encajaban mucho mejor con las predichas en el estudio publicado en 2016.

Así, la estimación de posibles objetos con un diámetro de más de un kilómetro bajo de 990 a 921 (con un error de 20 arriba o abajo). Además de proporcionar un resultado mucho más similar al del otro estudio, también ha cambiado nuestra estimación de objetos sin descubrir. Según las estimaciones más recientes de la NASA, se han descubierto 884 objetos cercanos a la Tierra que tengan un diámetro superior a un kilómetro.

El riesgo de los asteroides destructivos

Un asteroide pasando cerca de la Tierra.
Crédito: HelloScience.us

Basándose en la estimación previa, la de 990 objetos, se deducía que los análisis actuales estaban completos en un 89% y que quedarían 106 asteroides destructivos por ser localizados. Entiéndase por asteroide destructivo simplemente eso, con un tamaño superior a un kilómetro. Habría que ver, exactamente, cuál debería ser el tamaño y composición de un asteroide para que pueda provocar una extinción masiva, como la que sucedió en la época de los dinosaurios.

Con los nuevos números en mente, las estimaciones cambian. Si están en lo cierto, querría decir que las observaciones están completas en un 96%. Tan sólo quedarían 37 objetos por ser descubiertos, casi tres veces menos de lo creído. Pero no hay que olvidar que, en cualquier caso, estas estimaciones también dependen de sus propias suposiciones, y es posible obtener resultados diferentes con otros criterios.

En cualquier caso, que la cantidad de asteroides destructivos por descubrir sea más baja son buenas noticias. A fin de cuentas, estos asteroides, de más de 1 kilómetro de diámetro, son peligrosos para la vida en la Tierra. No importa que no sean capaces de provocar una extinción masiva, pueden provocar daños regionales muy serios. El Centro para el Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS, por sus siglas en inglés) de la NASA, ha anunciado que hay 157 asteroides destructivos.

Un alivio… relativo

Concepto artístico de la nave NEOWISE en su órbita alrededor de la Tierra.
Crédito: NASA/JPL

Saber que quedan menos asteroides potencialmente peligrosos por descubrir es un alivio. Además, es de suponer que los próximos estudios también se beneficiarán de las misiones de próxima generación. La misión NEOWISE, de la NASA, busca objetos cercanos a la Tierra en la banda infrarroja, en vez de luz visible. Algo que nos ha servido para aumentar considerablemente la cantidad de NEOs conocidos.

Con el despliegue del telescopio espacial James Webb (que finalmente ha sido retrasado a 2019) estos números crecerán todavía más. Las mejoras en la tecnología y la metodología pueden permitir que, un día, conozcamos casi todos los objetos cercanos a la Tierra. No importa si son grandes y peligrosos o pequeños y casi inocuos. Junto a sistemas de defensa frente a asteroides (como láseres de energía dirigidos) puede que, en un futuro no muy lejano, podamos decir que los eventos de extinción masiva sean algo del pasado.

Queda mucho por examinar. En cualquier caso, sigue habiendo posibilidad de que un asteroide o un cometa choque contra la Tierra. Incluso si los cercanos están controlados. Podrían venir desde lugares más lejanos como la Nube de Oort o el Cinturón de Kuiper. O verse alterados por influencias gravitacionales de otros objetos del Sistema Solar. O mejor dicho, Júpiter. Seguramente es poco probable, pero no por ello descartable.

Referencias: Universe Today