En este artículo, sobre la frecuencia de la vida en la galaxia, hablaba de la existencia de material prebiótico en una joven estrella. Ahora, vamos a profundizar en esa noticia, que es muy interesante por sí misma. Nos puede permitir comprender cómo apareció la vida en la Tierra…
Material prebiótico en Herbig-Haro 212
La noticia llega de la mano de un grupo de investigadores liderados por Chin-Fei Lee, de la Academia Sinica del Instituto de Astronomía y Astrofísica, en Taiwán. Con la ayuda del ALMA, el conocido radiotelescopio, han detectado moléculas orgánicas complejas. No es la primera vez que se da una detección de este tipo. De hecho, ya se han encontrado alrededor de estrellas jóvenes, y también superficies de cometas.
La novedad, sin embargo, es que en este caso ese material prebiótico se encuentra en un disco de acreción. Como quizá sepas, el disco de acreción está presente alrededor de las protoestrellas. Es la fase previa a convertirse en estrellas. Así que la implicación de este descubrimiento es muy importante. Puede ayudarnos a comprender cuál es el proceso que lleva a la aparición de la vida en un planeta como la Tierra.
Estas moléculas tienen un papel importantísimo en la química orgánica necesaria para la vida. Por lo que el descubrimiento implica que los bloques básicos de la vida se forman en estos discos. Justo en el nacimiento de un sistema estelar. Por lo que están disponibles para ser incorporados en los planetas que se formen dentro de ese disco protoplanetario. Es posible que, en nuestro caso, llegase así ese material prebiótico a nuestro planeta.
Un material esencial
En el pasado, ya se había observado moléculas así en otro disco protoplanetario. Pero aquella estrella estaba en una fase más avanzada. Así que cabía preguntarse si era posible que apareciesen antes. Con la ayuda de ALMA y su capacidad de resolución, los investigadores no sólo han logrado detectar su presencia en el disco protoplanetario. También han logrado determinar en qué región se encuentran.
En el caso de HH 212 (HH es la abreviación que empleamos para los objetos Herbig-Haro), está en la atmósfera del disco. Un disco protoplanetario tiene diferentes capas. En su atmósfera (que no es como la atmósfera de un planeta, como quizá hayas supuesto) está este material prebiótico. Durante el proceso de formación, es posible que parte de esas moléculas vayan a planetas, y otra parte a fragmentos que nunca se llegarán a condensar. Es decir, a futuros cometas.
El sistema estelar Herbig-Haro 212 está bastante cerca. Es un sistema protoestelar. Es decir, su estrella central todavía no ha entrado en la fase de secuencia principal. Por lo que está en una etapa muy temprana de su formación. Se encuentra en la nebulosa de Orión, a unos 1.300 años-luz de distancia. En términos cósmicos, se trata de un sistema increíblemente joven, con tan sólo 40.000 años de existencia.
Herbig-Haro 212
Dicho de otro modo, su estrella tiene sólo la cienmilésima parte de la vida del Sol. También tiene sólo el 20% de masa de nuestra estrella. Es la responsable de un potente chorro bipolar. Así que debe estar acumulando material a su alrededor de manera eficiente. De hecho, los investigadores han sido capaces de observar el disco del que se alimenta la estrella, y no hay mucho espacio a las dudas.
Desde la Tierra, el disco lo vemos de perfil. Tiene un radio de 60 unidades astronómicas (UA). Es decir, un radio de 60 veces la distancia que separa al Sol de la Tierra. En el disco se puede ver una larga hilera oscura, rodeada por dos más claras. Parece, según los investigadores, algo así como una hamburguesa espacial. Y tanto por encima como por debajo de esa hilera, es donde nos encontramos con la atmósfera.
Las moléculas orgánicas complejas se encuentran tanto por encima como por debajo del disco. Entre ellas, se ha encontrado metanol, metanol deuterado, metanotiol y formamida. Son las moléculas que han sido propuestas como las precursoras de la producción de biomoléculas como los ácidos y azúcares. Seguramente se forman como granos congelados, en el disco. Después, se liberan en forma de gas por el calor de la estrella, y pasan a la atmósfera.
Posibilidades interesantes
Estas observaciones abren una posibilidad muy interesante. Con ALMA, y con otras herramientas que están por llegar, existe la capacidad de detectar moléculas orgánicas alrededor de otras estrellas en proceso de formación. Si se consigue, es posible que los científicos sean capaces de delimitar las teorías sobre la química prebiótica. Podremos entender qué papel tiene en la formación de planetas y estrellas.
Además, cabe la posibilidad de que se puedan detectar más moléculas complejas orgánicas. Así como biomoléculas. De conseguirlo, podríamos obtener información muy valiosa sobre el origen de la vida. Con un poco de suerte, quizá incluso seamos capaces de despejar una de las grandes incógnitas sobre la vida en la Tierra. ¿Llegó hasta aquí gracias al impacto de cometas? ¿o por el contrario siempre estuvo aquí porque estaba en el nacimiento del Sistema Solar?. Es posible que no tardemos mucho en obtener la respuesta…
El estudio es Chin-Fei Lee, Zhi-Yun Li, et al.; «Formation and Atmosphere of Complex Organic Molecules of the HH 212 Protostellar Disk». Publicado el 28 de junio de 2017 en la revista The Astrophysical Journal. Puede ser consultado en arXiv.
Referencias: Phys.org
Leído, y está muy interesante.