El sexo en el espacio conlleva sus riesgos y dilemas: ¿Qué pasaría si un día se anunciase que se ha producido un embarazo en el espacio? ¿Cómo lo encajaría el sector del turismo espacial? Es una pregunta que se ha hecho un grupo internacional de científicos, clínicos y otros grupos interesados, analizándolo en un nuevo estudio.
El sexo en el espacio no se está tratando en serio
En el trabajo se destaca que el sector del turismo espacial, que está en auge en los últimos años, no se ha enfrentado abiertamente, ni ha discutido, sobre los riesgos del sexo en el espacio. No se ha preparado una estrategia de mitigación apropiada. En el trabajo se explica que es poco realista suponer que todos los turistas espaciales futuros se abstengan de realizar actividades sexuales. Naturalmente, el sexo en el espacio abre la posibilidad de que se produzca un embarazo e, incluso, de que las primeras fases de la reproducción humana ocurran allí.
Es importante resaltar que estamos hablando de un escenario que todavía es lejano, pero quizá no tanto como podríamos sospechar. En estos momentos, los viajes de turismo espacial duran apenas unos minutos, salvo contadas excepciones como las misiones que busca liderar Jared Isaacman con SpaceX. Tras Inspiration4, la misión Polaris Dawn, que no partirá antes de septiembre de 2023 permanecerá varios días en la órbita de la Tierra. Estas misiones, sin embargo, abarcan a grupos muy pequeños y espacios muy reducidos.
El panorama podría ser diferente en misiones en las que se utilice Starship, la futura nave de SpaceX. Por ejemplo, en la misión Dear Moon, que no se lanzará antes de 2024 (como pronto), un grupo de diez personas permanecerá durante seis días en el espacio, viajando hasta la Luna y regresando a nuestro planeta. En misiones cada vez más largas y, presumiblemente, con naves más espaciosas, la posibilidad de que surja el sexo en el espacio deja de ser descabellada. Esto presenta sus retos y complicaciones en un embarazo.
¿Qué podría suceder en el embarazo?
Hay diferentes riesgos. Algunos son de naturaleza biológica, como de qué manera se verá afectado el desarrollo del embrión (y los riesgos a los que se enfrenta) y otros que son puramente de naturaleza comercial. Cosas como la responsabilidad, litigaciones o el daño a la reputación. Los autores destacan que es necesaria una discusión abierta, dentro del sector del turismo espacial, para poder evaluar los riesgos. El profesor Cullen, de la Universidad de Cranfield, que lideró el trabajo, explica que todo comenzó con un comentario sobre el sexo en el espacio.
Era un comentario sin transcendencia alguna pero, al revisarlo, él y sus compañeros se sorprendieron al descubrir que el sector no ha considerado abiertamente los riesgos de las relaciones sexuales en el espacio. Así se llegó a este estudio. En él, se recomienda encarecidamente que todos los actores involucrados en el sector del turismo espacial entren en discusiones sobre los riesgos y mitigaciones, y que desarrollen y diseminen las mejores estrategias dentro del sector. Los hallazgos se han publicado en una revista para que la comunidad pueda consultarlos.
La reproducción humana fuera de la Tierra debe ser tomada en serio. Así lo cree Egbert Edelbroek, director de SpaceBorn United. Se trata de una organización de investigación, situada en Países Bajos, que ha ayudado a coordinar el estudio. En sus palabras, teniendo en cuenta la importancia de la reproducción humana a largo plazo, más allá de nuestro planeta, mientras el ser humano intenta convertirse en una especie multiplanetaria, es necesario darle importancia al primer paso. Ya sea de manera intencionada o por pura casualidad.
El sexo en el espacio plantea aspectos fascinantes
Alex Layendecker es el director del Instituto de Investigación Astrosexológico y coautor del estudio. Según explica, los aspectos culturares y sociológicos son fascinantes, teniendo en cuenta el cambio de personal profesional y bien entrenado, así como astronautas privados, a turistas espaciales de verdad. Ese cambio provocará diferencias en las motivaciones y las interacciones sociales y el comportamiento. El impacto de todo esto debería ser tomado en serio. Lógicamente, por ahora no hay ninguna conclusión clara.
No es necesaria, tampoco, a corto plazo. En los próximos años no hay ninguna misión que haga pensar en que pueda suceder un embarazo en el espacio. La industria espacial privada todavía tiene que crecer mucho, permitiendo que cada vez más gente, de ámbitos muy diferentes y con menos entrenamiento para la misión, pueda volar. En la actualidad, las misiones son de poca duración, en espacios reducidos, y el personal recibe una formación adecuada para poder participar. Eso terminará cambiando en algún momento en el futuro.
No es un panorama, de todos modos, que parece que vaya a convertirse en realidad en lo que queda de esta década. Seguramente ni siquiera en la próxima el vuelo espacial sea tan accesible como para que casi cualquier persona pueda viajar al espacio. Pero no es menos cierto que, en ocasiones, hemos visto cómo la tecnología, y la sociedad, ha avanzado mucho más rápido de lo que se podría haber pensado. Veremos qué sucede en el futuro. Tarde o temprano terminará habiendo alguna pareja que practique sexo en el espacio… ¿o no?
Estudio
El estudio es D. Cullen, M. Hudnall, S. Ali et al.; «Sex in Space: Consideration of uncontrolled human conception in emerging space tourism (Green paper for public consultation)». Publicado en la revista Zenodo el 21 de abril de 2023. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Phys (Cranfield University)
En la imagen donde dice
«Concepto artístico de la nave Starship alrededor de la Luna. Crédito: SpaceX»
Bien podría decir:
«Concepto artístico del embarazo en el Espacio. Crédito: SpaceX»😊.
Un saludo.
Y gracias por tus publicaciones.