Esta semana, en Astrobitácora 3×04, hablamos de la actividad volcánica en el Sistema Solar, repasando los diferentes tipos que se han observado a lo largo de los años. Además, en YouTube, hablamos de los problemas que plantean los satélites de comunicaciones y las futuras megaconstelaciones…
Astrobitácora 3×04: La actividad volcánica en el Sistema Solar
En estos momentos, gran parte de la actualidad pasa por todo lo que está sucediendo en la isla de la Palma, en Canarias. La entrada en erupción de un volcán, el pasado 19 de septiembre, ha copado todas las portadas y titulares. Lo ha hecho por motivos diferentes, pero fáciles de comprender. Desde el fenómeno natural en sí mismo, al impacto que ha tenido en las vidas de aquellos afectados. La actividad volcánica no es algo que nos sorprenda en la Tierra. Sin embargo, podemos hacernos la misma pregunta de otros lugares del Sistema Solar.
Porque, a fin de cuentas, el vulcanismo es producto de la actividad geológica de un planeta. En el pasado de Marte también hubo mucha actividad volcánica. Algo que se ha podido comprobar con la existencia de formaciones como el Monte Olimpo. Se trata, no está de más recordarlo, del volcán más alto del Sistema Solar, con unos 24 kilómetros de altura. Además, Ío, uno de los satélites de Júpiter, es el objeto con la mayor actividad volcánica de este rincón de la Vía Láctea. Tiene una actividad incluso muy superior a la que encontramos en la Tierra.
Por otro lado, no todos los volcanes expulsan lava. También se han descubierto criovolcanes en lugares como Tritón, Encélado o Europa. El funcionamiento de estos criovolcanes es diferente. No expulsan roca fundida, pero no dejan de ser, también, un producto de la actividad de esos objetos celestes. Es un mecanismo que resulta muy interesante por lo diferente que es respecto a lo que vemos en los planetas rocosos. Como siempre, puedes escuchar Astrobitácora 3×04 en iVoox. Está disponible en la aplicación de iOS y Android, en su web y aquí mismo:
YouTube: Los problemas de las megaconstelaciones
Además, como cada semana, tenemos un nuevo vídeo en YouTube. En esta ocasión, hablamos del impacto de las megaconstelaciones de satélites de comunicaciones. A fin de cuentas, no se puede olvidar de las previsiones para los próximos años. Se espera que pueda llegar a los 65 000. Con una cifra mucho más modesta, 5000 en la actualidad, los efectos ya empiezan a ser palpables. En el campo de la observación astronómica profesional, el paso de los satélites son un problema para los observatorios, al aparecer en su campo de visión.
En el mundo aficionado, la astrofotografía se ve afectada igualmente. Los satélites dejan largas estelas en las imágenes tomadas del firmamento. Si bien es cierto que es posible mitigar este problema. Por otro lado, aunque pueda parecer extraño, los satélites en la órbita de la Tierra también contribuyen a la contaminación lumínica del firmamento nocturno. Aproximadamente, se calcula que contribuyen el 8% del total. Una cifra que solo va a ir en aumento a medida que haya una mayor cantidad de satélites en la órbita baja de nuestro planeta.
Además, hay que tener en cuenta el impacto que suponen en otros aspectos. Desde la contaminación de la atmósfera (por los cohetes que se utilizarán para lanzarlos) hasta la observación del firmamento. Intentemos imaginar qué sensación nos causaría observar un firmamento que, constantemente, nos muestre el paso de satélites moviéndose a más o menos velocidad. Estos son solo algunos de los aspectos de los que hablamos en el vídeo de esta semana. Como siempre, puedes verlo en el canal de Youtube, en este enlace, o al principio de este artículo.