Esta semana, en Astrobitácora 6×09, hablamos de un curioso estudio que se pregunta si la vida necesita un planeta para existir y, también, de qué telescopio podría encontrar la «Tierra 2.0». En YouTube, además, hablamos de otro estudio que explica por qué los planetas gigantes del Sistema Solar tienen órbitas más elípticas de lo esperable…

Astrobitácora 6×09: ¿La vida necesita planetas?

Uno de los grandes objetivos de la astronomía moderna es lograr encontrar un planeta rocoso, en la zona habitable de una estrella similar al Sol. A pesar de que se han descubierto casi 6000 exoplanetas, todavía no se ha descubierto un exoplaneta así. Sí se han descubierto exoplanetas rocosos en la zona habitable… pero de enanas rojas. Sin embargo, no se ha encontrado ninguno que esté en esa misma región en torno a una estrella similar a la nuestra. Por suerte, eso debería cambiar próximamente, gracias a telescopios como James Webb o PLATO.

Las órbitas de los planetas gigantes y Astrobitácora 6x09
Concepto artístico de PLATO. Crédito: ESA/ATG medialab

Mientras el primero ya está en marcha, el lanzamiento de PLATO se espera para 2026 y promete ir todavía más lejos. Su capacidad de observación, analizando un millón de estrellas a lo largo de dos años (en cada ocasión), permitirá detectar planetas que puedan tener órbitas más largas, en el orden de cientos de días. Es algo imprescindible para poder captar la presencia de un planeta que pueda parecerse al nuestro. Por otro lado, también hablamos de un estudio que se hace una pregunta curiosa… ¿y si la vida no necesitase planetas para aparecer?

Es decir, ¿es posible que la vida pueda crear las estructuras necesarias para poder mantener un ecosistema estable en el que prosperar, incluso en el vacío del espacio? Lejos de parecer una idea descabellada, sirve para entender hasta qué punto la vida podría ser autosuficiente. Así como para hacerse una mejor idea de cuáles son los requisitos necesarios para que pueda llegar a aparecer y saber dónde buscar… Puedes escuchar Astrobitácora 6×09 en iVoox, en la aplicación de iOS y Android; en la web, en este enlace o, si lo prefieres, aquí mismo:

YouTube: Las órbitas de los planetas gigantes

En YouTube, además, hablamos de un estudio que intenta responder a por qué las órbitas de los planetas gigantes son más excéntricas (elípticas) de lo esperado. Es algo que no encaja con lo que dice la teoría y para lo que es necesario encontrar una hipótesis razonable. Lo más curioso, es que llegan a un planteamiento que resulta de lo más sorprendente. Es posible que todo se deba a la visita de un objeto interestelar, en la infancia del Sistema Solar. Pero no uno cualquiera, debería ser más masivo que Júpiter y moverse a una velocidad relativamente específica.

Esta imagen de Saturno y sus anillos fue creada a partir de imágenes tomadas por la sonda Cassini en 2013. Crédito: NASA/JPL-Caltech/Space Science Institute/G. Ugarkovic

Porque, por un lado, necesita moverse tan rápido como para no quedar atrapado por la gravedad del Sol. Al mismo tiempo, tiene que moverse lo suficientemente lento como para provocar que las órbitas de los planetas gigantes puedan verse afectadas como es necesario para dar como resultado las órbitas que se observan en el presente. Es un ejemplo de cómo, en ocasiones, la respuesta está en la infancia de nuestro pequeño rincón de la galaxia. Sorprende, seguramente, que se plantee que fue por la visita de un objeto interestelar.

Parecería más razonable suponer que se debió a la interacción entre los objetos que integraban nuestro sistema en aquel entonces. A fin de cuentas, hay que recordar que se ha planteado, en varias ocasiones, que el Sistema Solar pudo contar con un quinto planeta gigante que, en algún momento, fue expulsado por la interacción gravitacional tanto con Júpiter como con Saturno. Algo que en este caso no se menciona. De esto, y mucho más, hablamos en el vídeo de esta semana, que puedes ver en el canal, en este enlace, o al principio del artículo.