La NASA ha anunciado las compañías seleccionadas para participar en los objetivos del programa Artemisa, con el que esperan regresar a la Luna en los próximos años. SpaceX, Blue Origin y Dynetics son las elegidas para una de las campañas más importantes de los últimos tiempos.

Las compañías que desarrollarán los vehículos del Programa Artemisa

En 2024, la NASA quiere volver a enviar astronautas a la Luna. Será la primera vez desde el final del programa Apolo. En esta ocasión, el objetivo es mucho más ambicioso, porque no se busca permanecer unas pocas horas en su superficie. El objetivo es conseguir construir la infraestructura necesaria para poder tener una presencia permanente en nuestro satélite. Algo en lo que la agencia espacial norteamericana necesitará toda la ayuda que pueda recibir. En ese marco, han dado a conocer las tres compañías que participarán en el programa Artemisa.

Se trata de SpaceX, Blue Origin y la, quizá, más desconocida Dynetics. Las tres compañías han recibido el encargo de desarrollar los sistemas de aterrizaje humano (HLS, por sus siglas en inglés), que deberán poder desplegados a través de sus respectivos sistemas de lanzamiento, o de un socio comercial que se lo proporcione. Los contratos han sido otorgados como parte del programa NextSTEP-2 (Next Space Technologies for Exploration Partnerships). El valor total asciende a 967 millones de dólares para un período de 10 meses.

Durante ese tiempo, diferentes equipos de la NASA participarán en cada una de las compañías, con el objetivo de proporcionar el conocimiento y la pericia técnicas, así como su experiencia en el vuelo espacial, para poder simplificar el proceso de revisión de los modelos que se desarrollen. El aterrizador tripulado es el último componente de los sistemas necesarios: el Sistema de Lanzamiento (SLS), la cápsula Orión y la Lunar Gateway. De momento, el objetivo sigue siendo que suceda en 2024, a pesar de que se ha planteado que pudiese retrasarse a 2028.

¿Qué desarrollará cada compañía?

Cada compañía elegida tiene diferentes objetivos. SpaceX desarrollará una versión modificada de su nave, Starship, para poder realizar aterrizajes en la superficie de la Luna. El vehículo se incorporará junto al cohete Super Heavy y contará con una amplia cabina, capaz de albergar a la tripulación, y dos escotillas, que permitan realizar paseos espaciales. En el caso de Blue Origin, se está desarrollando un aterrizador lunar de tres etapas, conocido como el ILV (Integrated Lander Vehicle). Tendrá tres elementos: la fase de descenso, la de transferencia y la de ascenso.

Las compañías del programa Artemisa de la NASA
Concepto artístico del modelo planteado por Blue Origin. Crédito: Blue Origin

Respectivamente, cada una de esas fases estarán diseñadas por Blue Origin, Northrop Grumman y Lockheed Martin. También hay que hablar de cómo se lanzará. Será a bordo de un cohete Vulcan Centaur, de United Launch Alliance o, quizá, a bordo de un cohete New Glenn, de la propia Blue Origin, un cohete que se encuentra en desarrollo en estos momentos y que tendrá una primera fase completamente reutilizable. La segunda será desechable. El vehículo que está diseñando Blue Origin tendrá la capacidad de acoplarse con la cápsula Orión o con la plataforma Lunar Gateway.

Además, también tendrá la posibilidad de combinarse para su lanzamiento en el SLS que está desarrollando la propia NASA. Dynetics, por su parte, está desarrollando el DLHS (Dynetics Human Landing System), que tendrá la capacidad de aterrizar y ascender desde, y hacia, la nave Orión o la Lunar Gateway. El vehículo podrá ser lanzado en diferentes cohetes y contará con diferentes sistemas de propulsión. Además, incorporará una cabina cercana a la superficie lunar, que permitirá acceder con facilidad a la superficie de la Luna, para transportar muestras y herramientas.

Al final, solo quedará una

El período inicial se prolongará hasta febrero de 2021. En este tiempo, las tres compañías que se han incorporado al Programa Artemisa tendrán la oportunidad de desarrollar sus conceptos. La NASA, por su parte, analizará qué compañía está mejor preparada para llevar a cabo las primeras misiones de demostración cuando sus conceptos estén terminados. Después, deberá seleccionar a la compañía a la que contratará para proporcionar los servicios de transporte comercial. Pero hay una ausencia que resulta particularmente llamativa.

Concepto artístico del modelo de aterrizador planteado por Dynetics. Crédito: Dynetics

Boeing, que ya está bajo contrato con la NASA para desarrollar la parte central del Sistema de Lanzamiento, y la cápsula CST-100 Starliner, estaba entre las once compañías que, inicialmente, se presentaron al proceso de diseño del sistema de aterrizaje humano. Su concepto planteaba un aterrizador, con fases de ascenso y descenso, que podría lanzarse desde el SLS. La fase de descenso podría hacer aterrizar el módulo. Además, el diseño permitía que pudiese acoplarse tanto a la Lunar Gateway como a la cápsula Orión.

Algo que sería útil en caso de que se considere que la estación Lunar Gateway no es necesaria para completar los objetivos del programa Artemisa para 2024. Aprovecharía, además, las tecnologías que ya se están probando en la cápsula CST-100 Starliner, como los sistemas de soporte vital y de aviónica. Con todo esto en mente, puede parecer sorprendente que Boeing haya sido apartada en favor de Dynetics (teniendo en cuenta que tanto SpaceX como Blue Origin son elecciones que no resultan especialmente sorprendentes).

La exclusión de Boeing podría ser culpa de la propia NASA

La clave, en este caso, podría encontrarse en el propio desarrollo del Sistema de Lanzamiento de la NASA. El modelo propuesto por Boeing tendría una masa muy elevada. Para hacerlo funcionar, sería necesario poder utilizar el Bloque 1B del Sistema de Lanzamiento (o SLS, por sus siglas en inglés). Es una configuración más pesada, capaz de lanzar misiones tripuladas. Sin embargo, no se espera que esté activa hasta 2025, como mínimo. Por lo que no podría estar a punto para llegar a la superficie de la Luna en la misión prevista para 2024.

Concepto artístico del modelo planteado por Boeing para aterrizar en la Luna. Crédito: Boeing

También cabe la posibilidad de que haya sido descartado por estar ya participando en dos desarrollos como parte del programa Commercial Crew Program de la NASA. De las tres compañías seleccionadas, es difícil saber cuál será la elegida. Sobre el papel, probablemente SpaceX parece la mejor posicionada, teniendo en cuenta su trayectoria y el hecho de que ya está colaborando activamente con la NASA. En este mes de mayo, por ejemplo, se llevará a cabo la primera misión tripulada para llevar astronautas estadounidenses a la Estación Espacial Internacional con SpaceX.

Pero bien podría ser Blue Origin, o Dynetics, la elegida cuando llegue el momento. Es decir, la trayectoria pasada no es un indicativo de fiar, como demuestra la exclusión de Boeing de esta fase del proceso. Sea como fuere, parece que el Programa Artemisa sigue adelante con su objetivo de regresar a la superficie de la Luna en 2024. Veremos si esta fecha se mantiene o si, por el contrario, termina retrasándose hasta 2028. Si la fecha original se mantiene, en poco tiempo estaremos preparándonos para vivir el regreso del ser humano a nuestro satélite…

Referencias: Universe Today