Esta semana, en Astrobitácora E08, aprovechamos la llegada del parón navideño. Hablamos del impacto de la contaminación lumínica en el espacio y de la basura espacial. Además, en YouTube, hablamos de la llegada de la sonda solar Parker a la corona del Sol. Es la primera nave en lograrlo…

Astrobitácora – E08 – La contaminación de la órbita baja de la Tierra

En las últimas décadas, la órbita baja de la Tierra se ha convertido en una fuente de preocupación, ligada al rápido progreso que está experimentando nuestra sociedad. En apenas dos años, hemos visto como los satélites Starlink se ha convertido en los más numerosos en el entorno más inmediato de nuestro planeta. La consecuencia más directa es que, especialmente con los primeros lanzamientos, se ha producido un aumento de la contaminación lumínica. Pero no de la contaminación lumínica de la que solemos hablar tradicionalmente.

La sonda solar Parker llega al Sol y Astrobitácora E08
Hilera de satélites Starlink, observada desde los Países Bajos. Crédito: Marco Langbroek/SatTrackBlog

Por extraño que pudiera parecer, el brillo de los satélites artificiales también tiene un impacto en nuestro firmamento nocturno. No solo en forma de puntos luminosos que vemos recorrer el firmamento, también al provocar que su brillo esté por encima de lo que sería posible sin fuentes de luz adicional. Eso ha llevado a que, en los últimos años, se hayan elevado voces pidiendo un mayor cuidado al desplegar nuevos satélites en la órbita terrestre. Además, hay que recordar que se espera tener decenas de miles de satélites en funcionamiento en solo unos años.

A esto le podemos sumar otro aspecto no menos preocupante, el de la basura espacial. La actividad espacial genera restos que permanecen en la órbita de nuestro planeta durante un buen puñado de años antes de desintegrarse en la atmósfera. A ellos hay que sumarle los fragmentos generados en las pruebas antisatélites, como la llevada a cabo por Rusia hace solo unas semanas, y que tendrían consecuencias catastróficas con más satélites en órbita. De esto, y mucho más, hablamos en Astrobitácora E08, disponible en iVoox, en iOS y Android, en su web, y aquí mismo:

YouTube: La sonda solar Parker «toca» el Sol

Además, en YouTube, hablamos de la llegada de la sonda solar Parker al entorno del Sol. Es la primera vez que se logra enviar una nave hasta la corona solar. Dando una oportunidad magnífica para estudiar sus particularidades y profundizar en el viento solar. En 2021 no solo se ha confirmado que la sonda solar Parker ha logrado visitar nuestra estrella a menos distancia que ninguna otra nave, también ha permitido profundizar en los mecanismos que alimentan el viento solar, cuyo efecto se siente a lo largo y ancho del Sistema Solar.

Concepto artístico de la sonda solar Parker. Crédito: NASA/Johns Hopkins APL/Steve Gribben

Por un lado, se ha podido estudiar la superficie crítica de Alfvén, la región donde el campo magnético y la gravedad de la estrella es incapaz de retener el material que expulsa. Hasta ahora solo se había podido estudiar desde la distancia, con observatorios terrestres, por lo que resultaba imposible precisar algunas de las estimaciones que se habían llevado a cabo. Por ejemplo, se planteaba que esa región estaría a entre 10 y 20 veces el radio del Sol (también llamado radio solar, 695 000 kilómetros) y, finalmente, se ha comprobado que está a unos 18.

Por otro, se ha podido profundizar en las características de esa región y en cómo podría variar a medida que lo hace la actividad solar. Es solo un ejemplo de cómo una sonda, que es capaz de acercarse a nuestra estrella de una manera que era inimaginable hace no tantos años, va a permitir profundizar en la comprensión de qué sucede en el Sol y cómo afecta, a través del viento solar, a nuestro entorno. De eso, y de otras observaciones, hablamos en el vídeo de esta semana. Disponible, como siempre, en el canal, en este enlace, o al principio de este artículo.