La sonda solar Parker ha logrado la máxima aproximación al Sol por parte de cualquier nave. Ninguna ha conseguido acercarse tanto como ella. Sucedió en la jornada de Nochebuena, este 24 de diciembre de 2024, volando a 6,1 millones de kilómetros de nuestra estrella…

La sonda solar Parker ha logrado la máxima aproximación al Sol para seguir su estudio

Dicho de otra manera, la nave se ha adentrado en la atmósfera exterior del Sol, en la corona. El sobrevuelo ha tenido lugar a las 11:53 UTC (12:53 en el horario peninsular de España). Es la vigesimosegunda vez que la nave ha hecho un paso cercano de nuestra estrella. Por delante, todavía le quedan dos sobrevuelos más, pero este será el más cercano de todos. En realidad, todavía no se sabe si la sonda ha sobrevivido a su visita alrededor de nuestra estrella. La NASA tenía que perder el contacto con la nave durante esta maniobra.

La sonda solar Parker ha logrado su máxima aproximación al Sol
Concepto artístico del Sol. Crédito: NASA

Así que hasta el 27 de diciembre no se sabrá si todo ha ido bien y la nave ha logrado sobrevivir. Desde luego, no faltan motivos para la esperanza. La sonda Solar Parker ha logrado batir repetidamente su récord de máxima aproximación al Sol, así como otros. Sin ir más lejos, el 21 de septiembre de 2023, moviéndose a una velocidad de 635 266 kilómetros por hora, se convirtió en el objeto más veloz construido por el ser humano. Un registro que habrá caído, de nuevo, en esta última maniobra, porque su velocidad debería ser más alta.

Si todo ha salido bien, la sonda solar Parker habrá realizado este sobrevuelo de Nochebuena a una velocidad de 692 000 kilómetros por hora. Por ponerlo en perspectiva, es unas trescientas veces más rápido que la velocidad máxima de un caza de combate de Lockheed Martin en la Tierra. Lograr esta hazaña ha requerido de mucha paciencia y años de trabajo. Para alcanzarla, la sonda ha necesitado la ayuda de siete asistencias gravitacionales de Venus, que le han permitido aumentar su velocidad lo suficiente. El último tuvo lugar en noviembre de 2024.

La misión sigue adelante

Romper estos registros no es más que una consecuencia de la auténtica misión de la sonda. Su objetivo es ayudar a conocer mejor el Sol. En especial, era imprescindible que la nave pudiese adentrarse en la corona solar. Ha tenido que sobrevivir a una temperatura de 980 grados Celsius para poder recoger los datos durante su paso por esta región de nuestra estrella. Los científicos esperan que esto permita resolver uno de los grandes misterios sobre la capa exterior de la atmósfera solar. Desde hace décadas, se busca entender a qué se debe su temperatura.

Porque, si recordamos, la corona exhibe un comportamiento de lo más extraño. A pesar de tratarse de la región más alejada del Sol, la corona es mucho más cálida que la superficie de la estrella. El modelo estándar de las estrellas dice que cuanto más nos acercamos al núcleo, más alta será la temperatura. A fin de cuentas, es allí donde se realiza el proceso de fusión, donde el hidrógeno se transforma en helio y, en el proceso, se libera energía. Todas las capas del Sol obedecen este modelo. A medida que nos acercamos a la superficie, la temperatura disminuye.

La corona, sin embargo, se mantiene como la gran anomalía. Puede llegar a alcanzar temperaturas de 1,1 millones de grados Celsius. Como comparación, 1600 kilómetros más cerca del núcleo, en la fotosfera, nos encontramos con una temperatura de 4100 ºC. Así que debe haber algún mecanismo que provoca que la corona, todavía más alejada del núcleo, pueda llegar a alcanzar unas temperaturas tan extraordinarias. En los últimos años, los datos de sondas como Parker han permitido plantear diferentes hipótesis para explicar qué sucede.

Una misión que terminará en 2025… ¿o no?

No es ninguna sorpresa decir que la comunidad científica está deseosa por descubrir los hallazgos de la sonda. La misión continuará en 2025, con dos sobrevuelos más. Tendrán lugar el 22 de marzo y el 19 de junio de 2025. A partir de ahí, habrá que ver qué sucede, pero hay una opción clara sobre la mesa, si bien todo dependerá de la decisión que tome la NASA. El equipo de la misión ha explicado que, en realidad, la sonda podrá mantenerse durante mucho tiempo en su órbita actual (acercándose al Sol cada cierto tiempo) sin necesitar mucho combustible.

Llamarada solar del 31 de agosto de 2012. Crédito: NASA

Por lo que, esperan, la sonda podría entrar en una misión extendida en la que siga realizando aproximaciones al Sol. Esto permitiría tener una oportunidad fantástica para estudiar el ciclo solar completo y ver de qué manera varía la actividad en la corona solar en cada momento. De momento, en 2025, esperan poder continuar con su actividad (la nave se acercará dos veces más al Sol después de junio). Su esperanza es conseguir una extensión de la misión hasta 2027, cuando tendrá lugar la revisión de heliofísica, donde se podría buscar un nuevo objetivo.

A priori, se cree que hay pocos argumentos en contra para que la NASA decida alargar la misión de la sonda solar Parker tanto tiempo como sea posible. El estudio de nuestra estrella, desde cerca, es una oportunidad fantástica para comprender mejor sus particularidades. Además, esos datos también sirven para otros ámbitos, como el de la meteorología espacial, que cada vez está cobrando más importancia, ya que se dedica a la predicción y aviso de impacto de tormentas solares en nuestro planeta. Veremos si la misión de la sonda Parker va más allá de 2025…

Referencias: Space