Según un nuevo estudio, la energía oscura «no existe». Esto es lo que plantea un grupo de investigadores que busca resolver el misterio sobre cómo se está expandiendo el universo. Es una afirmación que resulta de lo más desconcertante y que llama la atención, pero ¿podrían estar en lo correcto?
La energía oscura no existe y la explicación estaría en otro modelo
Desde principios del siglo XX, se ha supuesto que el cosmos se expande por igual en todas las direcciones. El concepto de energía oscura se ha utilizado para explicar un proceso físico desconocido y, para algunos investigadores, se trata de una teoría de lo más problemática. Ahora, un equipo de físicos y astrónomos ponen en duda la imagen asentada. Utilizan un análisis mejorado de las curvas de luz de supernovas para mostrar que el universo se está expandiendo de una manera mucho más variada y, por definirla de alguna manera, «más grumosa».
Las nuevas evidencias, explican, apoyarían un modelo de expansión del universo llamado «timescape». En él, no es necesaria la energía oscura porque las diferencias en el estiramiento de la luz no se deben a un universo en expansión acelerada. En su lugar, se debería a una consecuencia de cómo calibramos el tiempo y la distancia. Tiene en cuenta que la gravedad frena el tiempo, por lo que un reloj idea, en el espacio vacío, medirá el paso del tiempo más rápido que en una galaxia. Este modelo establece, incluso, un ejemplo muy claro utilizando la Vía Láctea.
Un reloj en nuestra galaxia sería un 35% más lento que el mismo en uno de los grandes vacíos del universo. Es decir, en esos vacíos habrían pasado miles de millones de años más. Esto, a su vez, permitiría más expansión del espacio, haciendo que parezca que la expansión está acelerando cuando esos vacíos crecen y dominan el universo. Los investigadores explican que su hallazgo explica que no es necesaria la energía oscura. Con este modelo, es posible explicar por qué el universo parece expandirse a un ritmo acelerado sin recurrir a ella.
Una imagen confusa
Así, en palabras de Davild Wiltshire, autor principal del estudio, «la energía oscura sería una identificación errónea de variaciones en la energía cinética de la expansión, que no es uniforme en un universo tan grumoso como en el que vivimos». Añade, además, que «la investigación proporciona evidencias convincentes que podrían resolver algunas de las preguntas clave sobre las peculiaridades de nuestro universo en expansión. Con nuevos datos, podríamos resolver el mayor misterio del universo hacia finales de esta década».
La energía oscura es un mecanismo que, en cierto sentido, podemos describir una fuerza de antigravedad, que actúa de manera independiente a la materia y supone alrededor de dos terceras partes de la composición del cosmos. El Modelo Estándar del universo requiere de la energía oscura para explicar la aceleración observada en la expansión del universo. Esta conclusión se mide en las distancias a explosiones de supernovas en galaxias lejanas, que parecen más lejanas de lo que deberían si esa expansión no estuviese acelerando.
Sin embargo, hay algunos trabajos, en tiempos recientes, que ponen en duda el ritmo de la aceleración. Es algo que hemos mencionado en muchas ocasiones y que se conoce como la tensión de Hubble. En función de qué técnica utilicemos, obtenemos dos valores diferentes (debería ser solo uno). Se ha llegado a sugerir, incluso, que la energía oscura podría estar evolucionando a lo largo del tiempo, en lugar de ser constante. Esto es difícil de resolver en los modelos que utilizan la ecuación de Friedmann (que asume un universo con expansión uniforme).
¿Por qué se plantea que la energía oscura no existe?
Wiltshire menciona que «ahora tenemos tantos datos que, por fin, podemos responder a la pregunta: ¿por qué y cómo surge una ley simple de expansión a partir de la complejidad? Una ley simple de expansión consistente con la relatividad general de Einstein no tiene por qué obedecer a la ecuación de Friedmann». Lo que dicen los investigadores es que Euclid, el telescopio lanzado por la Agencia Espacial Europea en 2023, tiene la capacidad de poner a prueba, y distinguir, la ecuación de Friedmann de la alternativa «timescape». Pero no será simple.
Serán necesarias, como mínimo, 1000 observaciones independientes, de alta calidad, de supernovas. El modelo «timescape» se probó por última vez en 2017 y los análisis sugerían que solo podía encajar algo mejor que el Modelo Estándar como explicación para la expansión del cosmos. El equipo ha trabajado de cerca, durante estos años, con el equipo Pantheon+, que ha analizado cuidadosamente 1535 supernovas diferentes. Según explican, los nuevos datos proporcionan «evidencias muy fuertes» de este modelo alternativo, «timescape».
Además, podría resolver la tensión de Hubble y otras anomalías relacionadas con la expansión del universo. Sin embargo, para que este modelo tenga mucha más credibilidad y apoyos, serán necesarias más observaciones con los telescopios Euclid y Nancy Grace Roman. Veremos si esos datos permiten sospechar que podría haber algo diferente. Pero, por ahora, no podemos olvidar que el Modelo Estándar sigue siendo muy robusto. No solo eso, es posible que la tensión de Hubble, en realidad, ni siquiera exista, por lo visto con el telescopio James Webb…
Estudio
El estudio es A. Seifert, Z. Lane, D. Wiltshire et al.; «Supernovae evidence for foundational change to cosmological models». Publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society: Letters el 19 de diciembre de 2024. Puede consultarse en este enlace.
Referencias: Phys