La NASA quiere aterrizadores de carga pesada para poder utilizarlos en el programa Artemisa. No resulta sorprendente si pensamos que estamos ante un programa que va a enviar seres humanos de vuelta a la Luna. Esta vez, además, con la intención de quedarse a largo plazo.
Los aterrizadores de carga pesada serán muy útiles
El programa Artemisa es uno de los más interesantes de la NASA. Uno de sus grandes objetivos es establecer una presencia permanente en la Luna. Para ello, será necesario transportar cargamento mucho más pesado que lo que se llevó durante el programa Apolo. Las compañías SpaceX y Blue Origin serán las encargadas de proporcionar los vehículos con los que aterrizarán las tripulaciones. Pero además, ambas empresas ya están desarrollando los vehículos que transportarán ese cargamento pesado desde el espacio a la superficie del satélite.
Una de las principales novedades de Artemisa es que, en esta ocasión, no se busca simplemente enviar seres humanos a la Luna. Se van a realizar diferentes experimentos científicos. También se está trabajando en la construcción de una nueva estación espacial en la órbita lunar (llamada Lunar Gateway). Y, por supuesto, uno de los grandes objetivos es que sirva como aprendizaje. Un paso intermedio para las misiones tripuladas que se realizarán a Marte en la década de 2030 o 2040. Es el gran objetivo de Estados Unidos.
En estos momentos, el lanzamiento de Artemisa III no tendrá lugar antes de septiembre de 2026. Los aterrizadores de Blue Origin y SpaceX tendrán un cometido muy claro. Se encargarán de llevar a la tripulación desde la Lunar Gateway a la superficie lunar y de vuelta al espacio. Sin embargo, las misiones posteriores serán mucho más exigentes. El objetivo es que la permanencia en la superficie de la Luna sea cada vez más larga. Para que se convierta en realidad, habrá que usar aterrizadores de carga pesada. Transportarán ese cargamento pesado desde nuestro planeta a la Luna.
El equipamiento necesario en la superficie de la Luna
La NASA ha explicado cuál será ese cargamento pesado. Han mencionado cosas como róvers presurizados o componentes grandes. El objetivo es que tanto SpaceX como Blue Origin modifiquen los diseños de sus aterrizadores y creen variantes para el transporte de cargamento. Esa versión de carga tendrá que contar con los mecanismos necesarios para estas tareas. La ventaja es que no estarán tripulados y, por tanto, no necesitarán los sistemas de soporte vital. Algo que permitirá que sean menos complejas y más ligeras.
Según ha explicado la NASA, el trabajo está todavía en una fase muy temprana. Ambas compañías están trabajando en sus diseños preliminares, que tendrán que ser enviados a la agencia para su análisis. Esto ayudará a refinar cómo serán esas naves y permitirá establecer una base de trabajo para el diseño final. El programa Artemisa permitirá explorar la Luna de una manera que no era posible con Apolo. Los astronautas van a pasar mucho más tiempo en su superficie. Allí aprenderán a vivir y trabajar en otro mundo.
También investigarán regiones no exploradas hasta ahora en nuestro satélite. Establecerán los cimientos de esas bases que se quieren construir en el futuro. Servirá como un paso hacia el asentamiento en Marte. Es un programa muy ambicioso que combina el trabajo de agencias espaciales de todo el mundo. Así como compañías privadas y el sector académico. Por todo ello, requiere una gran inversión e innovación. Algo que podemos ver en la combinación del SLS, la cápsula Orión y todos los sistemas que están en desarrollo.
Un primer paso para explorar el espacio profundo con misiones tripuladas
Si todo sale bien, Artemisa supondrá el inicio de una nueva época. Abrirá las puertas a la exploración espacial tripulada del espacio profundo. El objetivo, en realidad, es que todo lo que se aprenda en la Luna se pueda aplicar en la exploración tripulada de Marte. Sin embargo, todavía no se ha enviado ninguna tripulación de vuelta a nuestro satélite. Eso sucederá con la misión Artemisa II en 2025. Aunque el objetivo en esa misión es, simplemente, orbitar a su alrededor, servirá para comprobar que la cápsula Orión está a punto para las misiones tripuladas.
Además de Artemisa III, programada para septiembre de 2026, Artemisa IV se espera que se lance en septiembre de 2028. Esta misión será importante porque también desplegará los primeros componentes de la estación espacial Lunar Gateway. Más lejos en el horizonte están Artemisa V y VI, programadas respectivamente para 2030 y 2031. En ambas misiones la intención es utilizar una cápsula Orión que se acople con la Lunar Gateway. También añadirán nuevos segmentos a esa estación y enviarán astronautas a la superficie de la Luna.
El camino por recorrer todavía es muy largo. El objetivo, aún lejano, es conseguir enviar una misión tripulada a Marte. Aunque para ello hay mucho que aprender, no solo con el programa Artemisa, también en otros ámbitos. Algo que ha quedado plasmado en las diferentes misiones que están simulando cómo sería una estancia en Marte, o en los estudios sobre cómo se comporta el ser humano en condiciones similares a las del largo viaje hasta el planeta rojo. Lo que suceda en los próximos años será clave para el éxito de esa misión al planeta rojo…
Referencias: Universe Today