Como comenté hace unos días, la NASA había anunciado una conferencia en la que se realizaría un anuncio sobre la atmósfera de Marte, y la verdad es que la información es bastante interesante. Un estudio de la sonda MAVEN permite explica los factores que provocaron que Marte perdiese su densa atmósfera original…
Una atmósfera perdida
Hasta ahora sólo podíamos elucubrar sobre qué hizo que Marte, que está en la franja más exterior de la zona habitable del Sistema Solar, pasase de tener un clima cálido y húmedo a convertirse en el planeta árido y frío que conocemos hoy en día. Sabemos que en el pasado debió tener una atmósfera densa, agua líquida, y que, en general, pudo ser un mundo bastante similar al nuestro, pero no sabíamos qué provocó esa transición a su estado actual.
La sonda MAVEN (Misión sobre la Evolución Atmosférica y Volatil de Marte) lleva estudiando, desde septiembre de 2.014, las capas más altas de la atmósfera del planeta rojo, así como su ionosfera y su magnetosfera. O mejor dicho, lo que queda de un campo magnético que, en el pasado, fue mucho más potente. Ahora, gracias a los datos de la sonda, tenemos una buena idea de por qué se convirtió en un páramo inerte y hostil para la vida tal y como la conocemos. El culpable es, ni más ni menos, el Sol (y quizá con cierto toque de ironía por su importancia para la vida en nuestro planeta). En concreto, tres procesos diferentes son los responsables de que su entorno dejase de ser habitable hace más de 3.500 millones de años: el viento solar, los fotones ultravioleta del Sol y las tormentas solares.
Qué es lo que ha observado MAVEN
Aunque es mucho más fina que en su época inicial. Marte todavía conserva una atmósfera a su alrededor, pero la está perdiendo. Los instrumentos de MAVEN han analizado el ritmo al que los iones (atómos que tienen una carga eléctrica) de oxígeno y dióxido de carbono están escapando del planeta, y es del orden de unos 100 gramos por segundo, reduciendo el tamaño de la atmósfera poco a poco. Puede no parecer mucho, pero es una cantidad más que significativa a la larga. Sirva una comparación sencilla. Si tenemos diez mil euros, que un ladrón se lleve un euro al día no es significativo. Sin embargo, si le permitimos que lo haga cada día durante veinte años, se habrá llevado más de 7.000 euros.
Ese ritmo además aumenta con las tormentas solares. El viento solar es un chorro de partículas (principalmente protones y electrones) que fluyen desde la superficie del Sol a una velocidad de algo más de un millón y medio de kilómetros por hora. El campo magnético transportado por el viento solar puede generar un campo eléctrico al llegar a Marte, de una manera similar a cómo usamos una turbina en la Tierra para generar electricidad.
Ese campo eléctrico interactúa con los iones de la parte alta de la atmósfera, acelerándolos y expulsándolos al espacio. Algo que MAVEN pudo detectar al estudiar los restos del campo magnético durante las tormentas solares. En ellas, las líneas de magnetismo se extendían hasta 5.000 kilómetros hacia el espacio (provocando que el ritmo de pérdida de la atmósfera sea de 10 a 20 veces superior al habitual).
Desprotegido ante un Sol joven
En su juventud, Marte era un mundo muy diferente. Por sus regiones más antiguas, sabemos que debió haber una cantidad muy abundante de agua en estado líquido (ya que podemos ver valles formados por el paso de ríos, así como depósitos de minerales que sólo se forman en presencia de agua líquida, que sigue existiendo incluso hoy día) y es posible que hasta llegase a tener algún tipo de forma de vida. Si la hubo, debió migrar hacia el interior del planeta cuando éste perdió su campo magnético.
Sin él, estaba completamente desprotegido ante un Sol que, hace más de 3.500 millones de años, era mucho más activo y violento que hoy en día. Era inevitable que su atmósfera se perdiese rápidamente. No tenemos muy claro cómo se perdió el campo magnético, y averiguarlo será una pieza fundamental para entender qué permitió que nuestra estrella arrancase la atmósfera de Marte.
Lo que sí tenemos es la respuesta a una de las incógnitas que siempre ha rodeado al planeta rojo, a dónde fue el dióxido de carbono que tuvo. Había diferentes opciones: podía haber sido atrapado bajo la corteza del planeta, estar congelado en los polos… y ahora sabemos que, simple y llanamente, lo que sucedió es que fue arrancado, literalmente, hacia el espacio exterior.
Habrá más descubrimientos de MAVEN
El objetivo de la misión (que fue lanzada en noviembre de 2.013) es determinar cuánta atmósfera y agua ha perdido Marte. La sonda MAVEN es la primera misión dedicada a comprender el papel del Sol para provocar cambios en la atmósfera de Marte. Su misión principal terminará en unos días (este próximo 16 de noviembre). Después, entrará en su misión extendida, en la que, a buen seguro, continuará mandándonos información clave para que podamos enviar astronautas hacia allí…
Referencias: NASA, IFLScience
Si la débil y tenue atmósfera marciana se debilita cada vez más con el paso del tiempo, no creo que sea útil o que tenga algún sentido mandar astronautas ahí.
Muy buen artículo, como siempre. Sr. Riveiro, que rumbo hubiera tomado la evolución si el evento de chicxlub, no hubiera ocurrido?
Es difícil saberlo (y me imagino que un paleobiólogo te lo podrá contestar bastante mejor que yo). Quizá seguiría siendo un planeta dominado por los dinosaurios, o quizá los mamíferos hubieran terminado evolucionando hacia los seres humanos de todos modos… Me imagino que casi cualquier planteamiento es válido en ese contexto
No sabía yo que los campos magnéticos «espantaban» los rayos solares
Gracias por el artículo. Excelente.
En cuanto a la pregunta que hace Aborash, me inclino a pensar que, aunque ambos campos magnéticos hubieran tenido la misma intensidad (algo muy poco probable), la diferencia fundamental estriba en que el campo gravitatorio terrestre es tres veces más intenso que el marciano.
Un saludo.
Supongo que la pregunta más obvia a hacer es: ¿y por qué Marte sí y La Tierra no?
Los dos teníamos atmósferas y a los dos nos llegaban las mismas tormentas solares, ¿no?
Para que luego digan que la pérdida de la atmósfera la hacemos exclusivamente los humanos jeje
Pues la diferencia es que Marte perdió su campo magnético y la Tierra no. El tamaño tiene que influir (Marte es la mitad de grande que la Tierra) y seguro que en parte tuvo que ver con la pérdida del campo magnético frente a la violencia de la actividad solar de aquella época, pero es sólo una suposición…
«(…), a buen seguro, continuará mandándonos información clave para que podamos enviar astronautas hacia allí…»
Y que nosotros lo veamos. 😉
Excelente artículo, Alex. Está muy bien resumido. Al final la expectación creada por la NASA nos ha dejado un interesante dato sobre Marte al que habrá que seguirle la pista. Que no pare.
Inexplicablemente no conocía Astrobitácora hasta hace una semana y me he puesto al día con algunos post antiguos. Excelente trabajo, enhorabuena, y a partir de ahora tienes un lector más.
Salud!
Ojalá lo veamos 🙂
¡Me alegro de que te haya gustado el blog! Te agradezco enormemente que le hayas dado difusión. ¡Gracias!