Un grupo de investigadores ha planteado la posibilidad de construir lo que ellos denominan un hipertelescopio. Se instalaría en la Luna, en lugar de en la Tierra y sigue en la línea de otras propuestas. Con el avance de la tecnología, se está pensando en instalar telescopios lejos de nuestro planeta…
Un hipertelescopio en la superficie de la Luna
A lo largo de los últimos siglos, el ser humano ha construido multitud de observatorios en la superficie de la Tierra. También se han lanzado multitud de telescopios al espacio. El avance de la tecnología nos está dejando herramientas que están siendo extremadamente útiles para estudiar el cosmos. Basta con mirar los descubrimientos que está propiciando el telescopio James Webb, a pesar de que no lleva mucho tiempo en funcionamiento. Es algo que invita a pensar en qué descubrimientos nos esperan en el futuro.
Así que, ¿cómo avanzar desde aquí? ¿Cuál debería ser el siguiente paso? Un nuevo estudio plantea que el próximo destino, para instalar un telescopio de nueva generación, debería ser la superficie lunar. El planteamiento no es nuevo ni, podríamos decir, original. De hecho, la NASA ya ha financiado (para estudiar el concepto) un proyecto llamado LCRT. Son las siglas de Lunar Crater Radio Telescope (Radiotelescopio del cráter lunar). Durante las misiones del programa Apolo, los astronautas instalaron retrorreflectores en la Luna.
De esta manera, es posible medir la distancia al satélite con un margen de error de solo unos milímetros. En el estudio, los autores repasan diferentes ideas conocidas y presentan un concepto nuevo al que denominan hipertelescopio. La idea de telescopios como el LCRT es que se instalen en la cara oculta de la Luna. Hay otras ideas, como la del Life Finder Telescope at Lunar Poles (LFTALP). Es decir, el Telescopio Buscador de vida en los Polos Lunares, que sería una matriz de telescopios de 6,5 metros que estudiarían exoplanetas.
Muchas ideas para los próximos años
Este tipo de telescopio analizaría las atmósferas de exoplanetas al pasar por delante de sus estrellas (o transitar, como se denomina a ese fenómeno). También se ha planteado el Lunar Optical UV Explorer (LOUVE), el Explorador Ultravioleta Lunar Óptico. Se centraría en los objetos brillantes en el espectro ultravioleta. Hay, incluso, propuestas para instalar un detector de ondas gravitacionales, en la superficie de la Luna, de una manera parecida a LIGO. El problema es que todas estas propuestas son tremendamente complejas.
La construcción de estos proyectos, desde el punto de vista técnico, supondría un desafío incluso si se construyesen en la Tierra. Así que la idea de construir una matriz de observatorios en la Luna, aunque es interesante, ahora mismo está lejos de la capacidad tecnológica que tenemos. Por lo que los autores optan por una idea más sencilla. Un telescopio óptico básico que aprovecharía el terreno de la Luna. La potencia de un telescopio óptico depende, principalmente, del tamaño de su espejo principal y la longitud focal del telescopio.
En la Tierra, la longitud focal se puede aumentar teniendo diferentes espejos. Un hipertelescopio utilizaría una matriz de espejos como espejo principal, que estarían repartidos a lo largo del terreno de un cráter. El cúmulo de detectores del telescopio podría estar suspendido por un cable. Sería algo parecido a cómo los detectores del radiotelescopio de Arecibo estaban suspendidos sobre el plato. Como no necesitarían ser grande, sería mucho más fácil construirlos y la forma general del cráter implicaría menos trabajo para desplegarlos.
El hipertelescopio es una idea en sus primeras etapas
Una variante, también, para este posible hipertelescopio, sería la de colocar los espejos en un lado del cráter y los instrumentos en el otro. Esto permitiría que la longitud focal fuese muy grande. El rango de observación que tendría un telescopio de este tipo sería grande. Pero este tipo de ideas están todavía en sus primeras etapas. Además, hay retos muy serios que superar incluso más allá de cómo poder construirlos. El polvo lunar, por ejemplo, se acumularía en los espejos con el paso del tiempo y habría que retirarlo de alguna manera.
Aunque la Luna tiene mucha menos actividad sísmica que la Tierra, también podría afectar a la alineación de los espejos y detectores. La ventaja, por otro lado, es que ahora la vista está puesta en nuestro satélite con la intención de tener presencia humana permanente en su superficie. Por lo que el mantenimiento de un telescopio podría ser más sencillo que si se tuviese que realizar de forma robótica. Desde esa perspectiva, es posible que tener un observatorio en la Luna sea simplemente una cuestión de unas pocas décadas.
En todos estos casos, incluyendo el hipertelescopio, estamos hablando de algo que todavía está en sus primeras etapas. Ni siquiera el LCRT, a pesar de estar financiado por la NASA, tiene una fecha estimada sobre su posible instalación. Por ahora, no hay ningún proyecto en el que se estén planteando plazos para construirlo. Sin embargo, el paso de los años, y la llegada de las misiones tripuladas de Artemisa, y de los programas de otros países, es cuestión de tiempo que se empiecen a concretar estos planes. ¿Cuánto habrá que esperar para ver un telescopio lunar?
Estudio
El estudio es J. Schneider y A. Labeyrie; «Astronomy from the Moon: From Exoplanets to Cosmology and Beyond in Visible Light». Está disponible para su consulta en arXiv, en este enlace.
Referencias: Universe Today
