Tras varios años de competición, el Google Lunar XPRIZE ha sido cancelado. La noticia es decepcionante, pero hasta cierto punto es comprensible si tenemos en cuenta lo que ha ido sucediendo. Hagamos un pequeño repaso…
Google Lunar XPRIZE, un proyecto que no ha fructificado
El motivo de la cancelación de no podía ser más simple. Ni deprimente, para qué negarlo. Ninguno de los equipos, que todavía seguían en la competición, iba a lograr llegar a la Luna dentro del plazo previsto por el gigante de Mountain View. Google Lunar XPRIZE era, de una manera bastante literal, una carrera a la Luna. El objetivo era simple y ambicioso. Conseguir que un rover aterrizase en nuestro satélite y viajase 500 metros sobre su superficie.
El premio también era un incentivo muy interesante. 30 millones de dólares esperaban al ganador. Sin embargo, ayer se reveló que Google Lunar XPRIZE no seguiría activo. Algunos equipos sí que habían llegado a mostrar señales prometedoras de que podrían conseguirlo, pero parece que no ha sido suficiente para convencer a los organizadores de la competición. Porque han decidido que, esta vez, no iban a conceder más prolongaciones.
Según Marcus Shingles, el CEO de la fundación XPRIZE, y Peter Diamandis, su fundador, parece que la decisión era lógica. Tras consultar con los cinco finalistas, durante estos últimos meses, han llegado a la conclusión de que ninguno de los equipos lograría el objetivo de intentar hacer un lanzamiento, para llegar a la Luna, antes del 31 de marzo de 2018. Aunque en el pasado han ampliado el plazo, han decidido que, esta vez, la competición terminaba aquí.
Una decisión comprensible
Los propios organizadores parecen ser conscientes de que el objetivo era muy ambicioso. Según sus propias palabras, esperaban tener un ganador a estas alturas. Sin embargo, las dificultades para conseguir financiación, y los desafíos técnicos y de regulación del proyecto, han hecho que todo haya terminado yéndose al traste. Los 30 millones de dólares del premio de Google Lunar XPRIZE quedarán desiertos. Pero, hasta cierto punto, es fácil ver por qué.
Esta competición no es, ni mucho menos, nueva. Comenzó hace casi diez años. 32 equipos entraron en la competición el 31 de diciembre de 2010 (la fecha límite). Tras algunas dificultades iniciales, se propuso el 31 de diciembre de 2016 como fecha límite para conseguir un contrato para el lanzamiento de un vuelo a la Luna. Todo este proceso, finalmente, concluyó en cinco equipos con una fecha definitiva del 31 de marzo de 2018.
Fue la decisión después de que los intentos previos no terminasen de fructificar. De esos últimos cinco competidores, dos (Team Indus y Hakuto) planeaban lanzar, conjuntamente, un cohete indio. El equipo israelí SpaceIL había destinado el lanzamiento de un Falcon 9 de SpaceX. Por su parte, Moon Express había conseguido el lanzamiento de un cohete privado. Finalmente, Synergy Moon se había hecho con el lanzamiento de un cohete, todavía no probado, llamado Neptune.
Era una misión complicada
Team Indus ha atravesado por dificultades para encontrar financiación. Eso les ha obligado a retrasar su lanzamiento. El resto de equipos no estaban, tampoco, cerca de conseguir su objetivo. Así que la decisión de Google Lunar XPRIZE de poner fin al concurso no es complicada de entender. Aunque es cierto que podrían haber optado por ampliar la fecha límite un poco más. También es cierto que no podían hacerlo indefinidamente.
Eso sí, esto no quiere decir que los proyectos hayan terminado definitivamente. Algunos de ellos, parece, seguirán adelante con su objetivo por su propia cuenta. Habrá que ver si lo consiguen, pero no puedo evitar preguntarme si, sin el incentivo del premio, llegará a buen puerto. Si es así, será todo un logro, pero no me haría muchas ilusiones, teniendo en cuenta la duración del concurso y el hecho de que no ha llegado a buen puerto. Team Indus ya ha anunciado que seguirá adelante por su cuenta.
Por otro lado, la Luna es un gran objetivo en tiempos recientes. La NASA, SpaceX, China, y otras agencias espaciales, han renovado su interés en explorar la Luna. Ahí está, por ejemplo, el caso del Portal de Espacio Profundo, que está llamado a ser el sucesor de la Estación Espacial Internacional. En 2030, además, hay planes de construir una base lunar. De momento no parecen haberse concretado en exceso, pero no es descartable que cambie en el futuro.
Referencias: IFLScience