Podría parecer algo propio de la ciencia ficción, pero es posible que la estación Von Braun, un puerto espacial, sea una realidad en la órbita de la Tierra en los próximos años. Una ambiciosa construcción que se está planteando la compañía Gateway Foundation…
La estación Von Braun es un proyecto muy ambicioso
En las últimas décadas, la industria aeroespacial ha estado muy centrada en intentar establecer presencia humana en el espacio a largo plazo. Aunque con una tripulación muy pequeña, ya hemos conseguido ese hito. La Estación Espacial Internacional, sin ir más lejos, lleva años habitada de forma permanente. En el futuro tenemos objetivos como la Plataforma Orbital Lunar (anteriormente conocida como el Portal de Espacio Profundo) y estaciones espaciales comerciales. A todo esto se podría sumar un proyecto muy interesante: la estación Von Braun.
El concepto de la compañía Gateway Foundation es como mínimo, intrigante. Se trata de una estación espacial que rotaría sobre sí misma. Compañías como SpaceX podrían tener mucho que decir en su construcción. El diseño de la estación Von Braun está basada en el modelo propuesto por el propio Werner von Braun (lleva su nombre en su honor). El ingeniero espacial alemán publicó sus creaciones en la revista norteamericana Collier durante los años 50. Lo hizo en una serie con un título muy apropiado: «¡El ser humano conquistará el espacio muy pronto!»
La idea, en realidad tampoco es enteramente de von Braun. La primera propuesta de fabricar una estación espacial de este estilo se remonta a 1903. Fue el científico ruso Konstatin Tsiolkovsky quien lo planteó en aquel momento. Una idea que, por cierto, fue plasmada perfectamente en 2001: una odisea en el espacio. Una obra que fue co-escrita por el popular escritor Arthur C. Clarke (y basado en uno de sus relatos cortos, el Centinela). De hecho, el modelo propuesto para la estación von Braun es, a grandes rasgos, el mismo. Una gran estación en forma de rueda.
Una presencia permanente en el espacio
La estación von Braun permitiría establecer una presencia humana en el espacio de forma permanente. Por su diseño, proporcionaría gravedad artificial a sus habitantes. No hay que olvidar que, en esencia, la idea es idéntica al toro de Stanford, uno de los modelos propuestos entre las posibles colonias orbitales. Es un aspecto importante si pensamos en las misiones que se podrían realizar a Marte y lugares mucho más remotos del Sistema Solar. A fin de cuentas, poco a poco conocemos mejor los efectos de la microgravedad.
El estudio de los gemelos Mark y Scott Kelly permitió a la NASA analizar exactamente cómo afecta ese entorno a un astronauta. Ambos participaron en diversas investigaciones sobre el efecto de la microgravedad en los seres humanos. Scott Kelly pasó, con ese propósito, un año a bordo de la Estación Espacial Internacional. Mark, por su parte, permaneció en la superficie de nuestro planeta. Tras un año de separación, se observaron qué cambios habían experimentado tanto Scott como su hermano. Lo resultados son llamativos.
Scott perdió, aproximadamente, la misma masa ósea que otros astronautas que permanecieron mucho tiempo en el espacio. También hubo otros cambios que hicieron que su adaptación a la Tierra fuese complicada. Su vista había empeorado. Sus extremidades se hincharon notablemente durante un tiempo. También se observaron cambios en el funcionamiento de sus órganos y a nivel genético. En realidad, también hay otra pregunta no menos importante. ¿Cómo se adaptará el cuerpo humano a la gravedad reducida de La Luna (un 16% de la Tierra) o Marte (un 38%)?
La importancia de la gravedad
No es una cuestión menor. En la actualidad se busca establecer una colonia permanente en la Luna y llevar a cabo misiones tripuladas en la superficie del planeta rojo. Todo ello se quiere realizar en las próximas dos décadas. Como dicen desde Gateway Foundation, el ser humano necesita la gravedad. ¿Seremos capaces de adaptarnos a la gravedad de otros mundos? ¿Cómo nos afectará, a los seres humano, una exposición a largo plazo a la gravedad de Marte, mucho más baja que la de la Tierra? ¿Será suficiente, a pesar de ser más baja, para evitar que se pierda tanta masa muscular?
Gateway Foundation espera que la estación Von Braun permita comprender algunas de esas preguntas. Su estructura consistirá en dos anillos concéntricos, unidos por cuatro juntas a un anillo exterior. Los dos anillos interiores serán la zona de gravedad lunar, simularán una fuerza de la gravedad similar a la de la superficie de la Luna. De esos dos anillos, el más exterior, será el módulo de alojamiento en el que se encontrarán pequeñas habitaciones para los invitados. El anillo interior, por su parte, permitirá a los turistas divertirse en un entorno de poca gravedad.
En el núcleo de la estación se encontrarán dos módulos que la empresa llama Centro y Bahía, en los que se encontrarán diversas instalaciones fundamentales. Así, allí se encontrará seguridad, control del medio, tráfico y transporte. en el Centro también habrá una sala de observación donde los invitados podrán ver la llegada de naves a la estación. A todo esto hay que sumarle el anillo más exterior de la estación Von Braun, que tendrá unas condiciones diferentes. Girará más rápido que los dos anillos que compondrán la zona de gravedad lunar.
El anillo exterior y su utilidad
El anillo exterior será la zona de gravedad de Marte. Su mayor velocidad de rotación, más lejos del núcleo de la estación, proporcionará una gravedad artificial similar a la del planeta rojo. En él habrá 4 o 5 módulos de atraque. Además, alojará los módulos más grandes y ofrecerá alojamiento permanente. Según los responsables de Gateway Foundation, la estación von Braun está diseñada busca ofrecer diversos niveles de gravedad artificial. Algo ajustable mediante el aumento, o reducción, de la velocidad de rotación de los anillos.
La intención, en sus propias palabras, es que sea útil tanto para las agencias especiales que quieran realizar experimentos en entornos de bajo gravedad, como para los turistas que deseen experimentar la vida en una gran estación espacial, con la comodidad de un entorno de poca gravedad y la sensación de estar en un buen hotel. Pero, aunque todo esto suena bien (comprensible por otra parte, ya que necesitan convencer de que su proyecto vale la pena), hay cuestiones muy importantes que responder. ¿Quién va a construir esto? ¿Cómo se hará?
Aquí es donde entra en juego SpaceX. Según Gateway Foundation, la empresa de Elon Musk podría desempeñar un papel muy importante en el montaje de la estación. El diseño inicial de la estación von Braun proponía su ensamblaje con módulos de 12 metros de longitud y 8,5 de ancho. Aproximadamente, el doble de grandes que los de la Estación Espacial Internacional. Sin embargo, el avance de SpaceX, y la llegada, en un futuro no muy lejano, de su nave Starship, permitirá, en opinión de Gateway Foundation, que se puedan enviar cargas mayores al espacio.
La construcción de la estación von Braun
Así, concluyen que si se desarrolla una versión de Starship que sea específica para construcciones espaciales, se podrían tener módulos mucho más grandes. Concretamente, de 18 metros de longitud y 12 de ancho. Esto permitirá tener un interior mucho más grande en la estación von Braun. Con la ventaja añadida de que el coste de la misión, y de cada lanzamiento, seguiría siendo el mismo. La idea es ciertamente ambiciosa. El diseño de la estación von Braun plantea que los módulos de los anillos puedan albergar diferentes actividades y negocios.
Algunos estarán dedicados al alojamiento de los trabajadores. Otros a la investigación científica. Estos últimos, explican, esperan que sean los más solicitados. Porque la estación ofrecerá una gran oportunidad de analizar cómo se adaptan los organismos terrestres a la gravedad de la Luna y, también, a la de Marte, sin necesidad de ir hasta ambos lugares. Asímismo, se podrán encontrar módulos para hoteles, cadenas de restaurantes, alojamientos de lujo y otros negocios que puedan querer establecer una presencia en el espacio.
Desde Gateway Foundation, también inciden en que la creación de la estación no será posible con una sola nación. Será necesario un esfuerzo internacional que reúna a las diferentes agencias espaciales, empresas privadas y posibles inversores particulares. Por lo que, si algún día se convierte en una realidad, la estación von Braun será de carácter internacional. Eso sí, administrada de forma privada y sostenible económicamente por sí misma. ¿Cuánto dinero costará esta construcción? Por ahora no hay ninguna estimación.
Las fases de un proyecto MUY ambicioso
Lo único que tienen claro en Gateway Foundation es que el coste no será desorbitado. De nuevo, apoyándose en SpaceX y su trabajo en la creación de cohetes reutilizables, que reducen el coste de cada lanzamiento. Aquí volvemos a encontrarnos con el Starship y con una afirmación que hizo Elon Musk en 2017. Su intención es que el cohete sea completamente reutilizable. Inicialmente, antes de que SpaceX hiciese aquel anuncio, se calculaba que cada lanzamiento costaría unos 150 millones de dólares. Un coste que ahora sería mucho más bajo.
Eso, claro está, si llegamos a ver un Starship que sea completamente reutilizable. En ese caso, el propio Musk estimaba que un lanzamiento podría costar unos 7 millones de dólares. Algunas estimaciones consideran que será un coste de 40 millones. Pero, en ambos casos, estamos hablando de una cifra que es muy inferior al cálculo inicial. Por lo que la construcción de la estación von Braun podría ser una realidad. Al menos desde la perspectiva de los lanzamientos. El proceso de construcción es un tema diferente y más complejo.
Dependerá, enormemente, de los avances que se hagan en la robótica espacial. Pero podría servir para poner a prueba los sistemas que, un día, podrían ser la base de las colonias orbitales que podemos imaginar y ver, habitualmente, en la ciencia ficción. No hay que olvidar que los cilindros de O’Neill, son una alternativa muy sólida a la necesidad de colonizar otros planetas. Tiene sentido ya que, en el fondo, la estación von Braun no deja de ser un toro de Stanford en miniatura. Por lo que necesitará sistemas de estabilización, reciclado de aire y agua, almacenamiento de alimentos… Todo ello con sus respectivos retos de ingeniería.
Mantener una población espacial
Gateway Foundation tmabién espera que la estación von Braun ayude a comprender cómo se puede mantener una población en el espacio. La compañía espera forjar alianzas comerciales con las diferentes agencias espaciales del mundo (NASA, Roscosmos, la Agencia Espacial Europea, las agencias de China, India, Japón, etc…). Así como establecer alianzas con diferentes compañías del sector aeroespacial privado. A todo esto hay que sumarle una campaña de financiación dirigida a dos públicos muy diferentes: los superricos y el resto de la población.
Por un lado, para los superricos, ofrecerán la venta de entradas anticipadas y la adquisición de ciertos módulos. Para el resto de la población, planean organizar, principalmente, sorteos. Pero no se quedará solo en estas iniciativas. La compañía no quiere dedicarse únicamente a la construcción de la estación von Braun en la órbita de la Tierra. También esperan tener una flota de vehículos que lleven a la gente desde la superficie del planeta a la estación. También esperan construir una segunda estación, pero en la órbita de la Luna. La denominan el «Puente Lunar».
Esta segunda estación permitiría organizar viajes, de forma regular, entre la Tierra y la Luna. Así como viajes desde la estación a diferentes lugares de nuestro satélite. Esa segunda estación también tendría un coste de construcción gigantesco. No podría ser construida por una única nación. Por lo que, de nuevo, debería ser una misión internacional. Ambas ideas son extremadamente ambiciosas. Pero es justo reconocer que la utilidad de la estación von Braun, y el Puente Lunar, está fuera de toda duda. Ayudarían enormemente a la exploración.
Gigantescos laboratorios de lujo
Por todo esto, en Gateway Foundation creen que su proyecto es realizable. La estación von Braun sería muy atractiva tanto desde el punto de vista científico como para el sector privado. El coste de construcción, sin embargo, es enorme. Es un plan muy ambicioso para colonizar, comercializar y habitar, de manera permanente, la órbita baja de la Tierra. De momento no hay ninguna iniciativa, en este sentido, que haya durado mucho tiempo. Mucho menos, siquiera, que haya llegado a comenzar las primeras fases de construcción de sus proyectos.
Por ahora, la impresión es que se trata de una idea muy atractiva que requerirá paciencia y tiempo. Primero, simplemente, porque los medios necesarios para su construcción todavía no son una realidad. El Starship de SpaceX está en diseño. El proceso de ensamblaje en el espacio tampoco está completamente claro. Uno de los puntos más interesantes es que sí parecen tener claro el coste de una campaña así. Pero es difícil imaginar que las agencias espaciales quieran colaborar en la construcción de una estación que funcionaría de manera privada.
De momento, habrá que esperar para ver si este proyecto se convierte en una realidad. Una vez se anuncien los planes, sólidos, de iniciar la construcción, veremos si las agencias espaciales de los diferentes países se unen a la misión. El sector privado sí debería estar más interesado, por las posibilidades comerciales que ofrecería la estación von Braun. Pero como dice Gateway Foundation, una construcción de estas características necesitará mucha colaboración. En cualquier caso, son los primeros pasos hacia un futuro que, poco a poco, parece cada vez menos de ciencia-ficción.
Referencias: Universe Today