¿Cuál es la posibilidad de encontrar vida inteligente extraterrestre? Es una de las preguntas más importantes que se pueden hacer en la actualidad respecto a la búsqueda de vida en otros lugares de la galaxia. Un investigador ha intentado analizar cuál es esa probabilidad…
¿Cómo deducir la posibilidad de que aparezca vida inteligente extraterrestre?
Gracias al registro geológico, es posible saber que en la Tierra la vida apareció tan pronto como era posible. También se sabe que el primer organismo pluricelular, un paso necesario para llegar a la existencia de una civilización como la nuestra, tardó mucho tiempo en aparecer, unos 4000 millones de años. Sin embargo, una de las grandes incógnitas es cómo apareció la vida. Algo muy importante porque, de conocer ese proceso, sería posible saber cuál es la frecuencia con la que podemos esperar encontrar vida en otros lugares de la Vía Láctea.
Con esto en mente, David Kipping, un profesor asistente del departamento de astronomía de la universidad de Columbia, ha publicado un estudio en el que recurre a una técnica estadística, la inferencia bayesiana, para intentar determinar cómo podría producirse la evolución de vida compleja en otros mundos. El propio Kipping explica que la historia de la evolución de la vida en la Tierra parece una sugerencia sobre cómo debió suceder en otros lugares de la galaxia. Su estudio permite cuantificar lo que se puede observar en nuestro planeta.
Su razonamiento es muy intrigante. En el estudio recurre a la evidencia más antigua conocida para la aparición de vida y la evolución del ser humano. En base a ello, se pregunta con qué frecuencia podríamos esperar que la vida y la inteligencia volviesen a aparecer si se repitiese la historia. Es decir, si volviésemos al punto de inicio, a la infancia de la Tierra y al momento en el que surgió la vida. ¿Cuántas veces volvería a suceder? A partir de ahí, podría ser posible extrapolar con qué frecuencia ocurriría en otros lugares de la galaxia.
La posibilidad de la aparición de la vida
El investigador plantea cuatro posibles respuestas. Primera, que la vida es común y la aparición de la inteligencia es frecuente. Segunda, que la vida es rara pero la inteligencia es frecuente. Tercera, que la vida es común pero la inteligencia es muy rara. Por último, que la vida es muy poco frecuente y la inteligencia también. Aquí es donde entra en escena el método de la inferencia bayesiana. Se utiliza para actualizar la probabilidad de una hipótesis, teniendo en cuenta las evidencias o informaciones que se van presentando con el tiempo.
En esencia, esas evidencias se ponen a prueba, una y otra vez, frente a la postura planteada, con la intención de conseguir refinar la posibilidad de que un evento tenga lugar o no. David Kipping ha utilizado la inferencia bayesiana para poner a prueba las diferentes respuestas. Así, explica que ha comparado los escenarios de vida poco frecuente y vida abundante. En su estudio, determina que la posibilidad de que la vida sea frecuente siempre es, como mínimo, nueve veces más probable que el escenario de vida poco frecuente.
Ese análisis se basa en las evidencias que indican que la vida surgió unos 300 millones de años tras la formación de los océanos de la Tierra. En el contexto de la historia de nuestro planeta, la vida apareció muy rápidamente. El estudio, sin embargo, no es una respuesta perfecta, si bien el investigador incide en que el escenario de vida abundante es nueve veces superior, como poco, dependiendo de cuál es la posibilidad real de que aparezca vida inteligente extraterrestre. Es algo que también ha intentado determinar, aunque no es sencillo.
¿Cuál es la frecuencia de la vida inteligente extraterrestre?
Según David Kipping, si los planetas con condiciones similares las de la Tierra, y una historia evolutiva parecida, son comunes, el análisis sugiere que la vida no debería tener mucho problema para aparecer en otros lugares. Sin embargo, que aparezca vida inteligente extraterrestre parece mucho menos probable, porque llega a una conclusión de que la posibilidad es de 3:2 en favor de la aparición de inteligencia. Algo influenciado por la aparición tardía del ser humano en la historia de la Tierra, que indica que nuestro desarrollo ni fue fácil ni algo garantizado.
Si se repitiese la historia de la Tierra, puede que la inteligencia no llegase a aparecer. Sin embargo, el propio Kipping insiste en que su estudio debe tratarse simplemente como un pequeño empujón hacia una posible hipótesis. No debe tomarse, ni mucho menos, como una conclusión absoluta. Su análisis solo proporciona posibilidades estadísticas basándose en la historia de nuestro planeta. Si bien sí parece apuntar en la dirección ya sospecha desde hace muchos años, que indica que la vida debería ser abundante en otros lugares del cosmos.
Si resultase estar en lo correcto, querría decir que la vida sería abundante pero la inteligencia poco frecuente. Podríamos encontrar multitud de mundos con vida, más o menos compleja, pero pocos que tengan civilizaciones. Teniendo en cuenta el tamaño de la Vía Láctea, de unos 120 000 años-luz, una cantidad baja de civilizaciones implicaría que están, de media, alejadas entre sí. Quizá separadas por miles de años-luz. Sea como fuere, es interesante ver cómo se puede utilizar la historia de nuestro propio planeta para intentar determinar la abundancia de la vida en otros lugares.
Estudio
El estudio es D. Kipping; «An objective Bayesian analysis of life’s early start and our late arrival». Publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences el 18 de mayo de 2020. Puede ser consultado en este enlace.
Referencias: Phys