Elon Musk, el propietario de SpaceX, ha asegurado que Starlink no será un problema para la observación del firmamento. Algo que choca con lo que se ha venido viendo en las últimas semanas, porque son fácilmente visibles poco después de su lanzamiento…

Starlink no será un problema… a ratos

Elon Musk ha anunciado que Starlink, su red de satélites con el que busca ofrecer conexión a Internet en áreas de difícil acceso, no supondrá un problema para los descubrimientos astronómicos. Es una afirmación que resulta, como mínimo, sorprendente. Hemos visto multitud de ejemplos de observaciones, tanto profesionales como amateur, en las que las trayectorias de los satélites son fácilmente visibles. Lo peor de todo es que, además, ni siquiera estamos ante el grueso de la constelación Starlink.

Elon Musk asegura que Starlink no será un problema
El cohete Falcon Heavy durante una prueba. Crédito: SpaceX

Porque hay que recordar que, en estos momentos, se han lanzado 300 satélites al espacio. Hay ya 12 000 planificados, y la compañía tiene planes para que su constelación, en su configuración final, pueda llegar a tener 42 000 satélites. Es una cantidad enorme de objetos artificiales que puede pasar por el campo de visión de los observatorios repartidos por el mundo. Ya con el lanzamiento de los primeros satélites, se pudo observar una larga y llamativa hilera de satélites. Todo un espectáculo, por lo atípico.

Pero, lejos de lo vistoso que pueda ser ver, a simple vista, una hilera de satélites, sus efectos en el campo de la astronomía profesional, tanto en observaciones ópticas como en el espectro de radio, son mucho más problemáticas. Pueden arruinar horas y horas de observación. Desde su primer lanzamiento, la comunidad astronómica ha pedido a SpaceX que reduzcan el brillo de sus satélites. La compañía ha estado tomando medidas para hacerlo, por lo que siguen siendo un problema de forma temporal…

La seguridad de Elon Musk

Elon Musk ha asegurado que siguen tomando medidas para reducir el brillo de los satélites. Además, ha afirmado que no habrá ningún tipo de impacto en los descubrimientos astronómicos. Y, de haberlo, tomarán medidas adicionales. Veremos si es así. Cierto es, sin embargo, como él mismo asegura, que el mayor problema se produce en los días posteriores al lanzamiento, cuando los satélites todavía no han alcanzado sus órbitas definitivas. En ellas, dejan de suponer un problema y son más difíciles de observar.

Ha llegado a afirmar que todavía no se ha encontrado con nadie que haya sido capaz de decirle donde están los satélites. Por lo que, a su entender, no debe ser un gran problema. En cualquier caso, SpaceX está trabajando con la comunidad científica para intentar mitigar los problemas de brillo. Cambiando incluso el color de las antenas, que pasarán a ser negras, en lugar de blancas, e incluyendo una sombrilla espacial en los satélites. A finales de 2020, su red de satélites entrará en funcionamiento en Canadá y norte de EE. UU.

En 2021, si todo va según lo esperado, la cobertura estará disponible a nivel mundial. Aunque no se conoce todavía ni el coste ni la velocidad del servicio, Elon Musk ha asegurado que será suficiente para poder ver vídeo en alta definición y jugar sin una latencia importante. Además, la terminal de Starlink será como un platillo volante con un palo. No hará falta la instalación por medio de un técnico especializado. Cualquier persona, en teoría, podrá instalarlo. Solo hace falta enchufarla y colocando apuntando al cielo. La terminal se encargará, después, por su propia cuenta, de apuntar a alguno de los satélites disponibles de la constelación.

Starlink no será una red para un gran público

Asimismo, también ha explicado que el mercado de Starlink es de en torno al 3 o 4% de usuarios que viven en lugares remotos. Es decir, no supondrá una amenaza para las compañías tradicionales de telecomunicación. Tampoco supondrá un problema la existencia de redes 5G, ya que estas benefician principalmente a las ciudades, mientras que Starlink funciona mejor en áreas rurales. Sea como fuere, si todo va bien, esperan generar 30 000 millones de dólares en ingresos anualmente. Una cifra nada despreciable.

Hilera de satélites Starlink, observada desde los Países Bajos. Crédito: Marco Langbroek/SatTrackBlog

Es, de hecho, 10 veces más de lo que SpaceX genera en estos momentos. Las buenas noticias, en ese sentido, es que esos ingresos se destinarán a seguir el desarrollo de cohetes y naves. Por lo que podría suponer un gran apoyo para la compañía de Elon Musk. Es, también, un paso más en ese acceso cada vez más sencillo, y frecuente, a la órbita baja de la Tierra. No en vano, hay otras compañías privadas que están trabajando en crear sus propias constelaciones de satélites. Son buenas y malas noticias…

Porque, lógicamente, esos satélites también podrían suponer un problema para las observaciones astronómicas. Desde SpaceX parecen estar tomando las medidas oportunas y que Starlink no será un problema. Solo podemos esperar que lo mismo suceda con otras compañías y que, por supuesto, todas consigan que no sean un obstáculo para la observación del firmamento. Porque lo que sí parece que ha llegado para quedarse, es un acceso al espacio cada vez más barato y sencillo. Veremos si, en ese proceso, no perdemos la observación del firmamento…

Referencias: Phys