La NASA ha otorgado más de 50 millones de dólares a la compañía ICON para desarrollar un sistema de construcción lunar. Es un movimiento muy atractivo, porque supone dar los primeros pasos hacia tener la capacidad de construir puestos de avanzada en la Luna y en Marte…

Project Olympus: un proyecto de una compañía interesada en la Luna

ICON es una compañía ubicada en Texas (Estados Unidos) de la que ya hemos oído hablar en alguna ocasión, ya que están, también, tras el concepto de la base Lunar Lantern. En esta ocasión, vuelve a ser noticia porque la NASA ha otorgado 57,2 millones de dólares a la compañía para Project Olympus. Se trata de un proyecto que busca desarrollar la tecnología necesaria para que el ser humano pueda construir puestos de avanzada, en la Luna y en Marte, utilizando recursos locales como el polvo y la roca del satélite de la Tierra o el planeta rojo.

NASA financia un sistema de construcción lunar
Concepto artístico del Project Olympus en acción. Crédito: ICON

En la actualidad, la exploración espacial tripulada consiste en viajes a la Estación Espacial Internacional, donde la tripulación permanece unos seis meses, y el posterior regreso a la Tierra. En el caso de misiones tripuladas a la Luna (y otros lugares), esas estancias serán más breves, de tan solo unos días. Es decir, las misiones son de ida y vuelta. Para tener una presencia permanente, en lugares como la Luna, será necesario tener un sistema robusto y capaz de utilizar los recursos locales (del satélite y otros lugares del Sistema Solar).

Así lo explicaba Jason Ballard, cofundador de ICON, tras el anuncio de NASA. Añade, además, que su investigación e ingeniería ha demostrado que este tipo de sistemas son posibles. Ahora toca entrar en una fase que promete ser apasionante. La de convertir esa teoría y esos primeros pasos en una realidad. ICON es una compañía pionera en el uso de tecnologías de construcción avanzadas en la Tierra. Ha sido, por ejemplo, la primera compañía en fabricar una casa íntegramente en 3D. Sucedió en Estados Unidos en 2018…

La impresión 3D para el sistema de construcción lunar

Desde entonces, han entregado multitud de casas impresas en 3D tanto en EE. UU. como en México. En 2020 lanzaron Project Olympus (Proyecto Olimpo), argumentando que su tecnología podría ayudar a fabricar la infraestructura crítica necesaria lejos de la Tierra. Desde las plataformas de aterrizaje hasta los hábitats en sí mismos, incluyendo las carreteras que comuniquen ambos lugares. Han llegado al punto de tener algo similar a un prototipo, que va a ser utilizado por la propia NASA para el entrenamiento de astronautas.

Se trata de Mars Dune Alpha. Es un hábitat del planeta rojo, simulado, impreso en 3D, que permitirá a la agencia espacial realizar entrenamientos de larga duración. Este tipo de simulaciones permiten someter a una tripulación a condiciones similares a las que podrían encontrar en una misión real a Marte. De esa manera, es posible analizar cómo se adapta el ser humano a situaciones como el retraso en las comunicaciones, o la convivencia durante meses en un espacio reducido. Algo imprescindible para comprender la viabilidad de ese tipo de misiones.

El viaje a Marte plantea algunos retos que no necesariamente están presentes en la permanencia en una base lunar. El retraso en las comunicaciones, por ejemplo, es mucho más llevadero. Entre la Luna y la Tierra, el retraso en las comunicaciones es de algo más de un segundo. Aunque no es completamente en tiempo real, es una diferencia lo suficientemente pequeña como para no impedir que haya comunicaciones de manera habitual. En un viaje a Marte, ese retraso puede llegar a superar los veinte minutos en el envío de mensajes.

Con la mirada puesta en la Luna

Este nuevo contrato de NASA ha sido otorgado por medio del programa de Investigación e Innovación de Pequeños Negocios. Ayudará a ICON a madurar su tecnología y los procedimientos que emplea. La compañía planea utilizar el dinero para aprender cómo se comporta el suelo lunar (también llamado regolito) en la gravedad lunar. Utilizarán muestras simuladas y también muestras reales, recogidas durante el programa Apolo. La compañía también probará su hardware y software en una misión espacial que simulará la gravedad del satélite.

Concepto artístico de la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

Habrá incluso una prueba más ambiciosa, siempre que todo transcurra según lo planeado. El objetivo final del contrato es la primera construcción humana en otro mundo. Algo que, si lo logran, será todo un hito en la historia del ser humano. El interés de la NASA en un sistema de construcción lunar no resulta sorprendente en absoluto. Uno de los objetivos del programa Artemisa es, precisamente, establecer una presencia humana permanente en la Luna. Se espera conseguirlo hacia finales de la década de 2020, tras haber regresado con otras misiones antes.

Artemisa I ya está en marcha, y concluirá el próximo 11 de diciembre. Artemisa II llegará en 2024, enviando una tripulación alrededor de la Luna, mientras que Artemisa III enviará una tripulación a la superficie del satélite. Para explorar el único satélite natural de la Tierra en detalle, un sistema de construcción lunar será vital. Permitirá establecer asentamientos que puedan albergar tripulaciones durante mucho más tiempo que una misión de ida y vuelta. Es otro paso más hacia un futuro, cada vez más cercano, muy diferente a lo que hemos visto hasta ahora.

Referencias: Space