El 9 de diciembre de 2020 ya es una fecha importante en la historia de la nave Starship de SpaceX gracias al prototipo SN8. A lo largo de más de seis minutos, llevaron a cabo el lanzamiento, salto de más de 12 kilómetros de altura y posterior intento de aterrizaje, que no terminó del todo bien…

El prototipo SN8 de Starship ya es historia, pero es un éxito

Se hizo de rogar, pero finalmente sucedió. Tras un intento cancelado en la jornada anterior, el pasado martes, a solo 1,3 segundos del lanzamiento, el miércoles parecía el momento bueno para, finalmente, ver el salto de 12,5 kilómetros del SN8 de Starship. El objetivo era tan simple como productivo. La nave, un prototipo de la futura Starship, la gran apuesta de SpaceX, tenía como misión despegar, alcanzar una altura de 12,5 kilómetros, girar hacia la superficie para descender utilizando sus alerones y después maniobrar para aterrizar en vertical.

Concepto artístico de la nave Starship alrededor de la Luna. Crédito: SpaceX

Era una de las maniobras más complejas planteadas para una nave espacial. Por supuesto, es lo más complejo que se ha intentado hacer hasta ahora con los prototipos de Starship. Todo salió a pedir de boca, salvo el aterrizaje, en el que el SN8 de Starship saltó por los aires tras tocar la superficie del planeta a demasiada velocidad. Lejos de ser un fracaso, se trata de un éxito absoluto. El prototipo estaba equipado con una nariz aerodinámica, alerones y tres motores Raptor. Además, era una versión a escala completa, con 50 metros de altura y 9 de diámetro.

Probablemente, el momento más espectacular sucedió tras cinco minutos de vuelo, cuando la nave se puso de lado y descendió en caída libre de vuelta a la superficie. Los motores Raptor se volvieron a encender para realizar el frenado y la nave volvió a ponerse en vertical. Todo según lo planeado. Sin embargo, al tocar tierra, el cohete quedó envuelto en llamas y explotó, con los fragmentos dispersándose por todas partes. Fue un lanzamiento que, por extraño que pueda parecer, es todo un éxito y que va a resultar tremendamente útil.

Muchos datos útiles gracias a la prueba

Inmediatamente tras la prueba, desde SpaceX ya se comunicó, en la propia retransmisión, que la prueba había sido un éxito. El propio Elon Musk explicaba cómo se había desarrollado en un tweet. El ascenso fue exitoso, el uso de los alerones, para guiar la nave de vuelta al punto de aterrizaje, también. Lo que falló fue el tramo final. La presión en el tanque de combustible era baja, cuando los motores se encendieron de nuevo, provocando que la nave descendiese demasiado rápido. A pesar de ello, se recogieron todos los datos necesarios.

Esto es lo que quedó del SN8 de Starship tras su intento de aterrizaje… Crédito: SpaceX

El propio Elon Musk ya había avisado de que la posibilidad de que el vuelo fuese un éxito de principio a fin era baja. Lo valoraba en aproximadamente un 30%. Así que el desenlace no ha sido ni mucho menos sorprendente. No solo eso, Jeff Bezos, fundador de Blue Origin, se unió a las múltiples felicitaciones recibidas por la compañía, explicando que la prueba había sido impresionante. Para SpaceX, ha supuesto enviar su nave Starship a una altura 100 veces mayor que lo logrado hasta ahora. El salto más grande había sido de 150 metros.

Poco a poco, la compañía está avanzando en su objetivo de convertir la nave en el gran referente de SpaceX. Ya hay más prototipos esperando para las próximas pruebas. No solo eso, también están avanzando en el primer prototipo de Super Heavy, la primera fase del cohete, que será la encargada de propulsarlo más allá de nuestro entorno. Starship, por sí misma, será capaz de despegar tanto de la Luna como de Marte, pero necesitará el apoyo de Super Heavy para partir de la Tierra. Dicho de otro modo, quedan muchas pruebas por ver…

Un período de mucha actividad

Cabe recordar que Starship está formado por dos fases. Por un lado, la nave, que es la que se ha venido probando con los prototipos desarrollados hasta ahora y que tiene 50 metros de altura. En su versión final, incorporará seis motores Raptor, en lugar de los tres utilizados en el prototipo SN8. Por otro lado, la primera fase será Super Heavy, que incorporará nada más y nada menos que 30 motores Raptor. Toda una bestia que tendrá una altura de 70 metros. El vehículo completo medirá 120 metros, casi 10 metros más que Saturno V.

El cohete Saturno V, en las horas previas al lanzamiento de la misión Apolo 17 en 1972. Crédito: NASA

Una vez esté operativo, Starship se utilizará para colocar satélites en la órbita terrestre, enviar misiones (tanto tripuladas como automáticas) a la Luna y Marte. Incluso, se usará para viajar entre dos puntos de la Tierra. Desde cualquier lugar, será posible llegar a nuestro destino, por lejos que esté en el planeta, en menos de una hora. Es algo que tardará tiempo en convertirse en realidad, pero que, tarde o temprano, promete revolucionar el transporte en el planeta tal y como lo conocemos. Tarde o temprano será una realidad.

Por si todo esto no fuese suficiente, además, la NASA ya ha dado a conocer, también, la identidad de los 18 astronautas estadounidenses que formarán parte del programa Artemisa. Es una selección inicial, pero todos ellos entrenarán con el objetivo de incorporarse al proyecto. Entre ellos destacan algunas figuras ya conocidas, como Kate Rubins o Victor Glover, pero también hay muchos astronautas que todavía no han viajado al espacio. Los próximos años supondrán un gran cambio en la exploración espacial, y estos son los primeros pasos…

Referencias: Phys