El segundo vuelo de prueba del conjunto de Starship y SuperHeavy podría ser inminente. Al menos eso es lo que se espera desde SpaceX. La compañía de Elon Musk ha tenido que esperar siete meses desde que, en abril, viésemos el primer intento de realizar un vuelo del cohete completo…
El segundo vuelo de prueba de Starship todavía está pendiente de aprobación
En abril de 2023, vimos como Starship, junto a SuperHeavy, comenzaba su primer vuelo de prueba. Por desgracia, el cohete se perdió en una espectacular explosión y el despegue dejó daños considerables en la plataforma de lanzamiento y en el entorno. Por eso, el anuncio de que la compañía espera realizar el segundo vuelo de prueba de Starship, tan pronto como este 17 de noviembre, es un movimiento que muchos estaban esperando. Han sido muchos meses de espera (demasiados, probablemente) hasta este momento.
SpaceX espera que Starship sea su nave, de próxima generación y completamente reutilizable, para llevar cargamento y seres humanos a Marte en un futuro no muy lejano. El proyecto está recibiendo mucha atención. Especialmente de NASA, que ha contratado una versión modificada de Starship que funcionará como aterrizador lunar para su programa Artemis. Será el responsable de enviar astronautas, de nuevo, a la superficie de la Luna. Si no hay cambio de planes, será en Artemis III cuando veamos esa versión modificada de Starship.
El pasado 20 de abril, SpaceX provocó la explosión de su cohete cuatro minutos después del despegue desde sus instalaciones (llamadas Starbase) en Boca Chica, Texas. En aquel primer vuelo, Starship sufrió diferentes fallos de motor y su primera fase (SuperHeavy) no se separó de la segunda fase como debiera haber sucedido. El cohete se desintegró en una enorme bola de fuego y sus restos cayeron al golfo de México. Envió una nube de polvo a una localidad cercana, a varios kilómetros de distancia. Sus efectos fueron tremendos.
A la espera del permiso de la FAA
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, por su nombre en inglés) es la encargada de conceder la licencia de vuelo para que este segundo vuelo de prueba de Starship se pueda realizar. Sin él, por mucho que lo quisiese SpaceX, no puede llevar a cabo su misión. De ahí que SpaceX esté esperando a la aprobación final. En cuanto a la revisión de seguridad de Starship, la FAA completó su análisis en octubre. El proyecto, sin embargo, sigue pendiente de la aprobación de otra parte que, aunque pueda parecer sorprendente, también es importante.
Se trata del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU (US Fish and Wildlife Service, en inglés), que tiene que dar su aprobación. Una vez concedida, la FAA otorgará una licencia de vuelo a SpaceX. Starship, en realidad, ya está preparado para el lanzamiento. Está instalado (y ensamblado) en la plataforma de lanzamiento. La nave, hay que recordar, tiene una altura de 120 metros y produce un empuje de 74,3 Meganewtons. Es más del doble de lo que era capaz el cohete Saturno V, que se utilizó para enviar astronautas a la Luna durante el programa Apolo.
Starship ha sido diseñado para ser completamente reutilizable. Las dos fases volverán a la Tierra tras cada viaje. Esto reduce enormemente los gastos de lanzamiento y de nuevas misiones. Algo que le ha dado una posición muy favorable, en el mercado, con su cohete Falcon 9. Desde aquel primer vuelo del conjunto de Starship, el equipo de SpaceX no ha dejado de trabajar. En este segundo intento, las expectativas siguen siendo, básicamente, similares a las del primer intento. Las expectativas todavía son más bien modestas.
Cómo será Artemis III depende, directamente, del éxito de Starship
Así, Elon Musk explicaba que el sistema de separación de Starship y SuperHeavy ha sido rediseñado por completo. Esta es la parte más arriesgada del vuelo, en sus palabras. No quiere que las expectativas sean demasiado altas. De hecho, el plan de vuelo será muy parecido al del primer lanzamiento. El plan de este segundo vuelo de prueba va a llevar a Starship en un recorrido muy similar. El objetivo es que, tras la separación de la primera fase, Starship siga su ascenso a través de la atmósfera, hasta casi alcanzar la órbita terrestre.
Tras lograrlo, hará casi una órbita completa alrededor del planeta, antes de entrar de nuevo en la atmósfera y caer en el Océano Pacífico, cerca de las costas de Hawái. Si todo sale bien, será solo un paso más hacia otros lanzamientos de prueba antes de que, finalmente, la nave entre en funcionamiento a nivel comercial. Todo esto será crítico, también, para Artemis III y esa versión modificada de Starship. Desde NASA ya se ha comentado la posibilidad, en algún momento, de que no sea en esta misión cuando veamos el regreso de seres humanos a la Luna.
Todo vendrá dictado por lo que suceda en los próximos meses. El objetivo de NASA es que Artemis III vuele a finales de 2025. Que pueda llevar una tripulación a la superficie de la Luna, en lugar de seguir un perfil más parecido al de Artemis II (que orbitarán a su alrededor) es algo que dependerá de cómo avance la compañía de Elon Musk en los próximos meses, así como en 2025. Lo más importante es que, tras muchos meses de espera, parece que todo está en orden para que, de nuevo, veamos volar a Starship una vez más. Veremos qué sucede en esta ocasión…
Referencias: Phys