Un astrónomo aficionado ha planteado una posible fuente para la señal Wow!. Desde su detección, en 1977, ha permanecido como uno de los aspectos más intrigantes de la búsqueda de vida extraterrestre. Por su naturaleza, nunca se ha podido llegar a determinar con precisión qué se captó…

El dilema de la señal Wow!

El 15 de agosto de 1977, el radiotelescopio Big Ear, en la Universidad Estatal de Ohio (Estados Unidos) captó una señal que, desde entonces, ha permanecido como una de las grandes incógnitas de la búsqueda de vida extraterrestre. Durante 72 segundos, el radiotelescopio captó una señal mucho más intensa que lo que se detectaba habitualmente. Encajaba muy bien con lo que esperaría encontrarse en caso de que fuese el producto de actividad tecnológica. Sin embargo, la recepción quedó incompleta y la convirtió en un misterio.

Descubren una posible fuente de la señal Wow!
El radiotelescopio Big Ear, en el terreno de la Universidad de Wesleyan, en Ohio, funcionó desde 1963 a 1998. Crédito: Bigear.org / NAAPO

Big Ear tenía dos receptores y observaba el firmamento a medida que la Tierra rotaba. La señal fue captada por el primer receptor. Pero el segundo, que debía observar el mismo lugar solo unos minutos después, no captó nada. Lo que fuese que estaba provocando esa señal, desapareció antes de que se pudiese recopilar más información. Esto no impidió que se intentase determinar su origen. Se descartó la posibilidad de que fuese debido a actividad terrestre rápidamente. En tiempos más recientes, ha habido explicaciones alternativas.

Se han planteado posibilidades como que fuese un cometa en el Sistema Solar. Sin embargo, la idea fue descartada rápidamente por el propio equipo que detectó la señal Wow! originalmente. En las décadas posteriores a su detección, se intentó captar esa señal de nuevo. Se utilizaron observatorios más potentes y modernos, analizando la misma región del firmamento a la espera de recibir la misma señal y, esta vez sí, poder entenderla mejor. Pero, para bien o para mal, no se ha vuelto a repetir desde aquel entonces, y solo han quedado multitud de incógnitas.

En busca de la fuente de la señal Wow!

Alberto Caballero, un astrónomo aficionado, se ha lanzado a una misión que es muy atractiva. Su objetivo no es determinar si la señal era de una civilización o, por el contrario, se trataba de un fenómeno natural. Lo que ha intentado ha sido determinar de dónde procedió. Quiso descubrir cuál podría ser la fuente de la señal Wow!. Para ello, recurrió a los datos del satélite Gaia. Este ambicioso observatorio espacial está construyendo un mapa en 3D de la Vía Láctea. Hasta la fecha se han publicado dos catálogos, con información de multitud de estrellas.

Hay más de 1300 millones de astros, con sus posiciones y diferentes características, en esa última base de datos. Así que se fijó en la región, de la que se determinó que podría proceder la señal. Aunque en esa región del firmamento hay miles de estrellas, en la base de datos de Gaia, Caballero buscaba estrellas como el Sol. Astros que tuviesen la misma temperatura, radio y luminosidad. De todas ellas, solo una encajaba con el patrón. Se trata de la estrella 2MASS 19281982-2640123. Está en la constelación de Sagitario a unos 1800 años-luz.

Esto, en realidad, no quiere decir que se trate de la estrella de la que procedió la señal Wow!. De hecho, el propio Caballero destaca que hay muchas otras estrellas, en esa misma región, que no son lo suficientemente brillantes como para haber sido incluidas en el catálogo de Gaia. Es posible que alguna de estas estrellas sea el punto de origen de la señal, pero no tiene por qué. Al menos, y esto es lo que lo hace interesante, es un punto de partida para echar un vistazo y ver qué se puede encontrar alrededor del astro. Es un primer paso…

La fuente de la señal Wow! quizá nunca llegue a determinarse

A menos que se repita en algún momento, es posible que la señal Wow! nunca llegue a resolverse. Aunque se podrá intentar determinar de donde procedió, quizá la incógnita se mantenga. O puede que, en algún momento, se vuelva a captar una señal como la que se observó en 1977. Sea como fuere, la estrella que se plantea en el estudio puede ser un buen objeto de estudio. Por un lado, en busca de posibles exoplanetas a su alrededor. Quizá alguno de ellos, si los tiene, podría estar en la zona habitable y ser similar a la Tierra.

Concepto artístico del telescopio Gaia sobre una fotografía de la Vía Láctea vista desde el Observatorio Europeo Austral. Crédito: ESA/ATG medialabab; ESO/S. Brunier

Por otro lado, evidentemente, la estrella debería ser un buen objetivo para estudiar en el espectro de radio. Permitiría captar posibles señales en el sistema, ayudando a entender mejor qué sucedió con la señal Wow!. Pero son solo intentos por desenmarañar una de las grandes incógnitas en el campo de la búsqueda de vida extraterrestre, en lugar de la búsqueda de una respuesta definitiva. El satélite Gaia seguirá en funcionamiento hasta, al menos, 2024, por lo que también habrá que prestar atención a su próximo catálogo.

En él se contendrán muchos más datos y es posible que, en esa región, haya otras estrellas que encajen. Aunque no son tan similares a 2MASS 19281982-2640123, hay también otras 14 estrellas que se podrían considerar candidatas a ser la fuente de la señal Wow!. En su caso, sin embargo, los indicios no son tan robustos como para pensar que realmente pudieran serlo. Lo importante, de todos modos, es que hay muchos lugares de la Vía Láctea en los que centrar nuestra atención en busca de responder a una de las grandes preguntas de la astronomía…

Estudio

El estudio es A. Caballero; «An approximation to determine the source of the WOW! Signal». Puede consultarse en arXiv.

Referencias: Astronomy