Astrobitácora E01 es el primer programa especial del período navideño. En versión más breve, no falta a la cita semanal. En esta ocasión, preguntándose sobre el origen de las Navidades, una de las celebraciones más importantes del año, con un marcado carácter religioso…
Astrobitácora E01: Las muchas influencias de las Navidades
En gran parte del mundo, las Navidades son una de las épocas más importantes. Son fechas en las que millones de personas se reúnen con sus seres queridos. Además, por las fechas en las que tiene lugar, indican también el final de un año y la llegada del siguiente. Pero, desde hace mucho tiempo, son una celebración marcadamente religiosa y, específicamente, por el cristianismo. Algo que podría llevar a preguntarse si es lógico celebrar este período si no se es creyente. A fin de cuentas, ¿qué sentido podría tener?
Sin embargo, hay que recordar que las Navidades no tienen un origen único y que, en realidad, no proceden del cristianismo. Aunque hoy en día están muy marcadas por él, la celebración encuentra sus raíces en el paganismo, que no deja de ser otro tipo de religión. Así como en muchas otras tradiciones y costumbres. Una de las más populares, probablemente, sea Saturnalia, que se celebraba en la Antigua Roma. En ella, durante los últimos días del año, tras el solsticio de invierno, eran los amos los que servían a sus sirvientes.
Hay otras raíces que podemos encontrar, tanto en la Antigua Roma como en otras regiones del mundo. Por ejemplo, de los países nórdicos procede el Yule. Gracias a los pueblos del norte (y germánicos) tenemos influencias como el muérdago o las coronas de flores. Son solo algunos ejemplos de cómo las Navidades son el resultado de una influencia de tradiciones y celebraciones con orígenes muy diferentes, procedentes de muchos lugares del mundo. Como siempre, puedes escuchar el programa en las plataformas habituales: iVoox, Spotify, iTunes y aquí mismo:
Astrobitácora – E01 – ¿Cuál es el origen de las Navidades?
YouTube: la flecha del tiempo
Hijos del Cosmos es una pequeña serie de ensayos que escribí hace algún tiempo. En este, en particular, hablo del paso del tiempo, de conceptos como la entropía y de por qué es útil que solo podamos ser empujados hacia el futuro; a pesar de que nuestra vida tenga una duración finita. El paso del tiempo es uno de los aspectos más importantes del funcionamiento del cosmos. Incluso el propio universo envejece y es, hoy en día, un lugar muy diferente al que fue hace 13 800 millones de años. O al que será en un futuro lejano.
Porque no solo morirá el Sistema Solar, la Vía Láctea y Andrómeda lo harán, de una manera bastante literal, tras convertirse en una galaxia elíptica dentro de unos 5000 millones de años. Llegará un momento en el que incluso las estrellas dejen de nacer. Así que, para bien o para mal, nada en el universo es eterno. Puede que ni siquiera el propio cosmos. Pero lejos de verlo como algo negativo, puede ser la explicación, también, para entender por qué somos como somos. Algo que nos puede ayudar a ver la vida de una manera diferente.
A fin de cuentas, aunque en una escala mucho más mayor, el universo también pasa por el mismo ciclo que nosotros. Las estrellas también nacen, viven y mueren. Es una verdad incuestionable, tejida en lo más profundo del universo, en aquello que nos dice que, también, la entropía siempre aumenta. Sin el universo no podríamos existir. Pero, por otro lado, nada dice que nosotros, en particular, tuviésemos que haber aparecido. Es algo que tampoco hay que olvidar… Puedes ver el vídeo al principio de este artículo, en YouTube o, también, escucharlo en iVoox.