En Astrobitácora 1×37, hablamos de uno de los recursos más populares del mundo de la ciencia ficción, el motor de curvatura de Alcubierre. En YouTube, además, hablamos de una pregunta de lo más intrigante: ¿cómo sabemos cuál es el tamaño y forma de la Vía Láctea?
Astrobitácora 1×37: El popular motor de curvatura
El motor de curvatura es, probablemente, uno de los recursos más utilizados en el mundo de la ciencia ficción. Hemos visto multitud de series y películas en las que se recurre a este dispositivo para recorrer grandes distancias por la Vía Láctea. Lo más interesante de todo esto, es que es posible hacerlo sin romper las leyes de la física. Lo mejor de todo es que, además, su funcionamiento está basado en física perfectamente real, como explicó Miguel Alcubierre. Sin embargo, no quiere decir que lo podamos fabricar.
Porque, lógicamente, a día de hoy no tenemos la tecnología necesaria para pensar en ello. De hecho, ni siquiera está claro si se podría crear algo como lo que se plantea en esta idea. Habría que generar, de alguna manera, una burbuja en el espacio-tiempo, que sería utilizada como una especie de cápsula en la que viajar a través del universo. Así, se podría viajar más rápido que la velocidad de la luz… sin alcanzar una velocidad ni siquiera cercana. Al menos, no en la nave. Sería la propia burbuja de espacio-tiempo la que se desplazaría.
Y, por extraño que pueda parecer, no hay nada que diga que el universo en sí mismo no se pueda mover más rápido que la velocidad de la luz. Dicho de otro modo, nada dentro del universo puede viajar más rápido que la luz. Pero el propio cosmos, en sí mismo, no tiene esa restricción. Puedes descubrir el funcionamiento del motor, y muchas más cosas, en el programa de esta semana. Astrobitácora 1×37 está disponible en iVoox, tanto a través de la aplicación disponible para iOS y Android, como en su propia web, en este enlace.
YouTube: ¿Cómo sabemos el tamaño y forma de la Vía Láctea?
Si tenemos en cuenta que nunca hemos abandonado el Sistema Solar, no es raro llegar a una pregunta evidente. ¿Cómo podemos saber cuál es el tamaño y forma de nuestra galaxia? Podría parecer que la única forma de saberlo sería, sin duda, tener que viajar más allá de nuestra galaxia y observarla desde la distancia. Sin embargo, nada más lejos de la verdad. No hace falta, ni siquiera, ningún instrumento particularmente sofisticado para poder obtener esa información. De hecho, un simple telescopio ayudará para determinar la forma de la galaxia.
Medir su tamaño es algo más complicado, especialmente porque es necesario, también, disponer de una herramienta que permita medir las distancias en el espacio. Pero es algo que, desde principios del siglo XX, se puede hacer sin grandes dificultades. A día de hoy, se sabe que nuestra galaxia mide entre 100 y 120 000 años-luz. Un descubrimiento mucho más reciente, sin embargo, es cuál es nuestra ubicación exacta dentro de la galaxia. Pero, de nuevo, nos encontramos con el mismo patrón: no es necesario abandonar el Sistema Solar.
Esto permite entender que, en realidad, no hacen falta herramientas complejas para poder realizar hallazgos que podrían parecer imposibles. Lógicamente no se aplica en todos los casos. Para detectar ondas gravitacionales, por ejemplo, es necesario recurrir a equipamiento muy sofisticado. Pero en cosas como la forma de la Vía Láctea, basta con echar un vistazo a nuestros alrededores. Sea como fuere, todo esto lo puedes descubrir, con mucho detalle, en el vídeo de esta semana, que puedes ver al principio de este artículo y en mi canal de YouTube, en este enlace.