Para mitigar la baja gravedad de la Luna, puede que sea necesario contar con una base lunar en rotación. Su movimiento sería capaz de simular la gravedad de la Tierra. Algo que ayudaría a mitigar enormemente los problemas a los que se enfrentan los astronautas en misiones de larga duración…

Una base lunar en rotación para enfrentarse a la baja gravedad

Vivir y trabajar en el espacio, durante períodos prolongados, presenta todo tipo de quebraderos de cabeza. Por ejemplo, hay que tener en cuenta la radiación. Lejos de la Tierra, sin la protección de la magnetosfera terrestre, la exposición a la radiación solar y los rayos cósmicos es mucho mayor. También hay que tener presente la necesidad de ser autosuficientes. Las bases en la Luna y en Marte están demasiado lejos para depender de misiones de suministros. Algo que sí se puede hacer con la Estación Espacial Internacional. Además, son lugares con poca gravedad.

Una base lunar en rotación... y por qué sería útil
Concepto artístico de una base lunar construida in-situ con la ayuda de una impresora 3D. Crédito: NASA

Esto último es muy importante en el caso de misiones de larga duración y hábitats lejos de la Tierra. Una idea muy popular, para mitigar esa baja gravedad, es la de crear hábitats en rotación en el espacio. Así, se puede simular la gravedad de manera artificial. Es un concepto explorado en las populares colonias orbitales. La novedad, ahora, es que un grupo de investigadores japoneses plantea algo mucho más ambicioso que una colonia orbital. Sugieren construir una base lunar en rotación en la Luna. Es decir, el mismo concepto, pero en el satélite.

Con este propósito, representantes de la Universidad de Kyoto y de Kajima Corporation (una de las empresas de construcción más grandes y antiguas de Japón) han anunciado su colaboración. Van a llevar a cabo un estudio del concepto para ver cómo se podría convertir en realidad el vivir en la Luna o Marte. El estudio es un trabajo conjunto de ambas entidades. El anuncio se realizó durante una rueda de prensa, en el que compartieron un vídeo con su propuesta. Una instalación de gravedad artificial para vivir en la Luna y en Marte.

Los efectos de la microgravedad

Desde hace ya unos años, los efectos de la microgravedad, en el ser humano, están bien documentados. Gracias a muchos experimentos, con presencia a largo plazo en la Estación Espacial Internacional, se ha comprendido que los astronautas pierden masa muscular y ósea. En un estudio reciente, incluso se ha determinado que la masa ósea perdida es algo que los astronautas nunca llegan a recuperar por completo. Otros efectos conocidos afectan a la salud cardiovascular, funcionamiento de los órganos, la vista, efectos psicológicos…

Video (en japonés) sobre la base Lunagrass.

Por el momento, no hay investigación sobre los efectos de la microgravedad (ni de baja gravedad) en la reproducción y en las primeras etapas de desarrollo de niños. Algo que también se deberá entender si en algún momento esperamos tener presencia permanente en la Luna. Allí, la gravedad es solo un 16,5% de la Tierra. En Marte, la gravedad es un 38%. La situación es mejor en este caso, aunque tampoco quiere decir que sea ideal. Así que se sugiere que una solución sería simular la gravedad de nuestro planeta, es decir, 1g (o 9,8 m/s^2).

Así se llega al concepto de la instalación Lunagrass. Permitiría a las tripulaciones de astronautas vivir y trabajar en un entorno que simule la gravedad de la Tierra. En el vídeo se muestra que el concepto es similar al de un cilindro de O’Neill. Con la excepción de que rota en su costado y la construcción cónica apunta al suelo. Todo ello soportado por una estructura que se extiende en la base para distribuir el peso de la instalación en una zona mucho más grande. Alrededor de la colonia, un tren de alta velocidad se encargaría del transporte entre diferentes lugares.

Una idea interesante… pero muy difícil de llevar a cabo

En el interior del embudo habría agua, masas terrestres con vegetación. Así como una red de transporte para poder viajar por el interior. La población viviría en el costado de la estación, del mismo modo que en la superficie de la Tierra. En la base del embudo, con una gravedad menor, habría una masa de agua con botes. En la presentación se habla también del transporte entre la Tierra y la Luna, apoyándose en el mismo principio para generar gravedad en el espacio. La investigación, en este sentido, también se está llevando a cabo por parte del mismo equipo.

Concepto artístico de una base lunar
Concepto artístico de una base lunar, formada por diferentes cúpulas, construida por medio de impresión 3D. Crédito: ESA/Foster+Partners

El objetivo es que se pueda viajar a otros lugares sin dejar de percibir la gravedad de la Tierra. De todos modos, hablamos de un proyecto en el que el coste, y los desafíos técnicos, no pueden ser ignorados. En la presentación no se ha hablado del uso de recursos de la Luna, ni de cómo se construiría esta estructura. No se ha explicado si se construiría en la Tierra, en el espacio, o en el propio satélite con la ayuda de los recursos allí disponibles. Tampoco se ha mencionado si el montaje se haría con seres humanos o por medio de robots.

El propio equipo explica que, en realidad, el concepto es más bien un sueño en este momento. No es, al menos por ahora, la arquitectura de una misión real. Pero es algo que bien podría convertirse en realidad en el futuro. Takuya Ohno, uno de los integrantes del proyecto, explicaba que le gustaría convertir el concepto en realidad en algún momento de la década de 2050. Por lo que habrá que tener mucha paciencia para ver si llega a ser así. Sea como fuere, cada vez estamos más cerca de tener presencia permanente en bases más allá de la Tierra…

Referencias: Universe Today