Titán, el satélite más grande de Saturno, podría albergar vida, según un nuevo estudio, pero sería poca cantidad. Algo que puede resultar poco alentador, pero sigue permitiendo la posibilidad de que haya vida lejos de la zona habitable de nuestro sistema… y las futuras misiones serán muy interesantes.

Titán podría albergar poca vida por sus características

Titán es un mundo extraño, cubierto por ríos y lagos de metano líquido. Tiene rocas congeladas y dunas de arena que se parecen al hollín. Su topografía ha fascinado a la comunidad científica desde hace años y ha provocad que se especule sobre si podría aparecer vida bajo su espesa atmósfera. Un grupo de investigadores ha buscado desarrollar un escenario realista sobre qué aspecto podría tener la vida en Titán, si es que existe. Así como comprender también cuál es el lugar en el que es más probable que aparezca y cuánta podría haber.

Titán podría albergar poca vida según un estudio
Concepto artístico de una tormenta de arena en Titán. Crédito: IPGP/Labex UnivEarthS/University Paris Diderot – C. Epitalon & S. Rodriguez

En su trabajo, explican, se han centrado en qué hace que Titán sea único en comparación al resto de satélites congelados. Es decir, su abundancia de contenido orgánico. El equipo ha determinado que el océano bajo la superficie de Titán, que se calcula que podría tener unos 480 kilómetros de profundidad, podría albergar formas de vida que consuman material orgánico. En su estudio, concluyen que el satélite más grande de Saturno podría albergar vida sencilla, microscópica. En total, seguramente, Titán podría albergar vida, apenas unos kilos de biomasa.

A menudo descrito como un objeto similar a la Tierra en su superficie y un mundo oceánico en su interior, Titán es el objetivo de la futura misión Dragonfly, de NASA. Aunque se ha especulado mucho sobre posibles escenarios que permitan la aparición de vida en Titán, basándose en la abundancia de su química orgánica, en estimaciones anteriores se ha utilizado una estrategia demasiado simplista, en opinión de los autores del estudio. Así, explican que ha existido la percepción desde hace mucho de que Titán tiene una gran cantidad de compuestos orgánicos.

La importancia de los compuestos orgánicos

De modo que no deberían faltar fuentes de alimentación que permitan que la vida pueda mantenerse. Los investigadores explican que no todas esas moléculas orgánicas tienen por qué ser una fuente de comida. El océano es muy grande y hay un intercambio limitado entre el océano y la superficie, donde están esos compuestos orgánicos. Por lo que sugieren que se utilice un método mucho más elaborado. No sorprende, por tanto, que el corazón de esta investigación sea volver a los principios básicos para entender las condiciones de Titán.

Buscaban desarrollar un escenario plausible para la vida en Titán que utilizase uno de los procesos metabólicos más sencillos y destacables: la fermentación. Es un proceso que nos resulta muy conocido por su uso en cosas como la elaboración de pan de masa madre, elaboración de cerveza y, también, por su papel al provocar que se pudran las sobras. La fermentación solo necesita moléculas orgánicas. no es necesario un oxidante como el oxígeno. Algo que sí es un requisito clave para otros procesos metabólicos como la respiración.

La fermentación, dicen los investigadores, seguramente apareció en un momento temprano de la vida de la Tierra y no necesita ningún mecanismo especulativo que quizá (o no) haya sucedido en Titán. No solo eso, la vida en la Tierra podría haber emergido con microbios que se alimentasen de las moléculas orgánicas sobrantes tras la formación del planeta. Así que los investigadores se preguntan si podría ser posible que existan microbios similares en el satélite de Saturno. Y si es así, ¿qué potencial tiene el océano bajo la superficie de Titán?

Cómo alimentar la poca vida que podría albergar Titán

¿Podría ser adecuado para una biosfera que se alimente del inventario aparentemente enorme de moléculas orgánicas sintetizadas en su atmósfera, acumulándose en su superficie y presentes en su núcleo. Los investigadores se han centrado específicamente en una molécula orgánica, la glicina. Es el aminoácido con la forma más sencilla. La glicina, según explican, es relativamente abundante en cualquier tipo de materia primordial del Sistema Solar. Está presente en asteroides, cometas, nubes de partículas y gas de estrellas y planetas…

Mosaico de imágenes de Cassini. En ellas, se muestra la región polar norte de Titán, con diferentes lagos de hidrocarburos. Crédito: NASA / JPL-Caltech / Agenzia Spaziale Italiana / USGS

La glicina está presente, por tanto, en prácticamente cualquier lugar. Sin embargo, las simulaciones por ordenador han desvelado que solo una pequeña fracción del material orgánico de Titán podría ser apto para el consumo microbiano. Los microbios que consuman glicina en el océano de Titán dependerían de una fuente estable de aminoácidos de la superficie, que llegaría a través de la espesa capa de hielo. En un trabajo anterior del mismo equipo, se había observado que los meteoritos que impactan en el hielo podrían dejar zonas de agua fundida.

Ese agua se hundiría por el hielo y podría entregar los materiales de la superficie al océano. Así que los investigadores concluyen que este suministro podría ser suficiente para mantener a una pequeña población de microbios, con un peso total de apenas unos pocos kilogramos. La biosfera sería tan pequeña que la media sería de menos de una célula por litro de agua en todo el océano. Así que la posibilidad de que una futura misión a Titán pueda encontrar vida (si existe) en ese océano es tremendamente pequeña, a menos que haya otros lugares más propicios…

Estudio

El estudio es A. Affholder, P. Higgins, C. Cockell et al.; «The Viability of Glycine Fermentation in Titan’s Subsurface Ocean». Publicado en la revista The Planetary Science Journal el 7 de abril de 2025. Puede consultarse en este enlace.

Referencias: Phys