SpaceX y la NASA están buscando posibles lugares de aterrizaje para la nave Dragón. Es parte del esfuerzo de la empresa de Elon Musk para poner en marcha la eventual colonización de Marte. Aunque estaba inicialmente prevista para 2018, la misión tendrá lugar en 2020…

En busca del lugar ideal

Concepto artístico de la nave Dragón posándose en la superficie de Marte.
Crédito: SpaceX

La noticia ha salido a la luz tras una presentación que tuvo lugar el 18 de marzo de 2017. En ella, Paul Wooster, de SpaceX, desveló que han estado trabajando con científicos de la NASA. El objetivo era encontrar lugares de aterrizaje en la superficie de Marte. Como la intención es que, eventualmente, el planeta rojo sea colonizado, esos lugares de aterrizaje necesitan reunir ciertas condiciones.

Concretamente, es imprescindible que los lugares de aterrizaje cumplan ciertos requisitos. Por ejemplo, deben estar cerca del ecuador, para poder proporcionar una buena cantidad de energía solar. Además, tiene que estar cerca de grandes cantidades de hielo, imprescindible para poder obtener agua en la superficie de Marte. También es imprescindible que sea un lugar de poca elevación, para que las condiciones térmicas sean las mejores posibles.

A primera vista, parece que debería ser sencillo encontrar muchos lugares, ¿no? Son tres requisitos que parecen relativamente sencillos de cumplir. Sin embargo, la realidad es todo lo contrario. Encontrar una región en Marte que cumpla con todos esos requisitos es bastante complicado. De hecho, la NASA ha identificado 4 regiones. Todas se encuentran en el hemisferio norte, y dentro de 40º de distancia al ecuador del planeta…

Los cuatro posibles lugares

Estas son las regiones en las que se ha fijado la NASA como posibles lugares de destino para la nave Dragón:

Deuteronilus Mensae

Imagen de Deuteronilus Mensae. En la región debería haber abundantes glaciares bajo la superficie.
Crédito: NASA/JPL/University of Arizona

Deuteronilus Mensae es una región de 937 kilómetros de tamaño. Está enclavada entre las tierras altas del sur, repletas de cráteres, y las planicies de la región más septentrional del hemisferio norte. La región contiene terreno que podría haber sido moldeado por glaciares en algún momento de su pasado. Es más, en la actualidad todavía hay glaciares. Hay al menos uno que se cree que podría haberse formado hace tan solo entre 100.000 y 10.000 años.

Gracias a la Mars Reconnaissance Orbiter, sabemos que la superficie es un tanto irregular. De hecho, en Deuteronilus Mensae hay muchos glaciares por debajo de la superficie. Con el paso del tiempo, han quedado cubiertos bajo una capa de escombros. En cualquier caso, cumple con todos los requisitos para poder ser un lugar en el que dar los primeros pasos para colonizar Marte. El agua sería fácil de obtener.

Phlegra Montes

Una imagen de Phlegra Montes. Esta lengua de material podría haber sido formada por la acción del hielo.
Crédito: NASA/JPL/University of Arizona

Phlegra Montes es un sistema montañoso. No hay demasiada información sobre esta región. Lo que sabemos es que tiene un tamaño de 1.300 kilómetros. Esta formado por un complejo sistema de valles, colinas y crestas. Probablemente de origen tectónico y no volcánico. Aquí, el agua también debería ser bastante abundante, se encontraría bajo la superficie, a unos 20 metros de profundidad. También hay señales de existencia de glaciares.

Utopia Planitia

Escarcha en la Utopia Planitia, fotografiada por la sonda Viking 2.
Crédito: NASA/JPL

No es demasiado sorprendente que Utopia Planitia también esté en la lista de posibles lugares de aterrizaje. A fin de cuentas, ya ha sido destino de naves en el pasado. Fue en el año 1976, cuando la sonda Viking 2 aterrizó en la región. Lo hizo a unos 200 km de distancia del cráter Mie. Así que además tenemos la ventaja de tener imágenes tomadas desde la superficie. Viking 2 estuvo operativa allí hasta el año 1980.

La región es, en realidad, la cuenca de impacto más grande del Sistema Solar. Es decir, se formó por el impacto de un meteorito en algún momento del pasado del planeta rojo. Tiene un diámetro de 3.300 kilómetros. Además, en noviembre de 2016, la NASA descubrió una enorme cantidad de hielo bajo la superficie. Podría haber un volumen de agua similar al del Lago Superior (el mayor de los Grandes Lagos de Norteamérica).

Arcadia Planitia

Imagen de la Arcadia Planitia.
Crédito: NASA/JPL/University of Arizona

La última región es conocida como Arcadia Planitia. Es una llanura que contiene depósitos frescos de lava. También hay una región bastante grande que ha sido moldeada por los procesos periglaciares. Es decir, una región en la que el principal agente moldeador de la superficie ha sido el hielo. Su congelación y su descongelación a lo largo de las estaciones. Por establecer un paralelismo, podríamos decir que es similar a lo que podemos observar en las regiones de tundra de la Tierra. Aunque no es exactamente lo mismo.

En cualquier caso, Arcadia Planitia podría ser una de las regiones más atractivas. La presencia de esos procesos periglaciares son un indicativo de que debería haber hielo bajo la superficie, así que tendríamos una fuente de agua. Además, por su ubicación, los colonos de Marte tendrían una gran vista del Monte Olimpo. Como seguramente sepas, es el volcán (y la montaña) más alto del Sistema Solar, con unos 24 kilómetros de altura.

¿Cuál será el escogido?

Concepto artístico del observatorio del Sistema de Transporte Interplanetario de Spacex.
Crédito: Elon Musk/Spacex

La Mars Reconnaissance Orbiter ha desempeñado un papel fundamental en todo este proceso. Las cuatro regiones parecían adecuadas en las imágenes de la cámara de resolución media (CTX) de la nave. Sin embarog, al verlas en la cámara de alta resolución (HiRISE), las tres primeras parecen mucho más rocosas. Así que, aunque los cuatro lugares parecen reunir las condiciones apropiadas para aterrizar, Arcadia Planitia sería la más adecuada. Por las imágenes de la cámara HiRISE sabemos que es mucho menos rocosa que las otras tres.

Debería ser un buen lugar de aterrizaje para la primera misión de la nave Dragón a Marte. Será sólo el primer paso de un largo camino para SpaceX, que aspira a convertirse en una compañía de transporte interplanetario. Su intención, como ya sabemos, es enviar una nave a Marte cada dos años, coincidiendo con la mejor ventana de lanzamiento. Con cada misión de la nave Dragón, SpaceX cree que tendrá la capacidad de maandar una tonelada de carga.

A más largo plazo, el Sistema de Transporte Interplanetario (del que ya hablé aquí) será aun más importante. Podría ser capaz de llegar a Marte en tan sólo 80 días de viaje, transportando una carga de hasta 450 toneladas. Sin embargo, todavía está en una fase muy inicial de desarrollo, aunque promete revolucionar nuestra habilidad para colonizar Marte. SpaceX aspira a tener toda una flota de naves en ese Sistema de Transporte Interplanetario, que viajarán constantemente entre ambos planetas.

Todo parece indicar que el lugar escogido será Arcadia Planitia. Falta mucho para que lleguemos a ver ese Sistema de Transporte Interplanetario en funcionamiento. Mientras tanto, habrá que seguir con atención el desarrollo de esta misión. Quién sabe, podría ser el primer paso de un largo camino para tener una población humana en Marte…

Referencias: Universe Today