Ya es parte de nuestra historia. El Falcon Heavy de SpaceX ya es, ahora sí, el cohete más potente del mundo (operativo en la actualidad). Ayer vivimos una tarde muy intensa, en la que planearon las dudas sobre el lanzamiento hasta el último momento. Pero… ¿y ahora qué? ¿qué podemos esperar?

Un lanzamiento con intriga

SpaceX hace historia con el Falcon Heavy

Lanzamiento del cohete Falcon Heavy.
Crédito: John Skipper / Reuters

La jornada no estuvo exenta de pequeños inconvenientes. El lanzamiento estaba previsto, originalmente, para las 19:30 (en España). Se tuvo que retrasar hasta las 21:45 (en España, las 14:45 en CDMX, 15:45 en Colombia y las 17:45 en Buenos Aires). Aunque el cielo estaba despejado, sopló bastante viento en Florida, un inconveniente para un lanzamiento. El de las 21:45 era el último momento en el que era posible hacer el lanzamiento. De no haber sido así, el lanzamiento se habría retrasado al 7 de febrero.

En esta ocasión no voy a hablar de los detalles técnicos del cohete Falcon Heavy. Lo hice en este otro artículo, en el que también repasé qué supone su desarrollo y su lanzamiento. En esta ocasión, con la resaca de lo vivido ayer, voy a centrarme en por qué es tan importante lo que ha pasado. También recopilaré la información que se ha obtenido en las últimas horas.Después de varias dudas y retrasos, ha llegado el momento clave. A las 15:45 (hora local en Florida), el cohete Falcon Heavy despegaba.

Viendo el vídeo, podría pensarse que lo que pasa es sencillo y que no cuesta nada fabricar un cohete y mandarlo al espacio. Pero no es así. Ese fue uno de los momentos más delicados de la misión. Lo más lógico, teniendo en cuenta que era la primera vez que se lanzaba, es que algo hubiese salido mal y el cohete hubiese explotado al despegar o poco después. Quizá por algún cálculo mal hecho, o por otros factores no contemplados (como el viento).

El Falcon Heavy voló… y triunfó

El propio Elon Musk lo decía antes del lanzamiento. Si el cohete despegaba y explotaba a poca altura de la plataforma de lanzamiento, ya sería un logro. No le faltaba razón, porque el vídeo anterior puede llevar a engaño. Supongo que la experiencia con los lanzamientos del Falcon 9 les ha ayudado. El caso es que, con las dudas del lanzamiento disipadas (y con mucha emoción) llegó otro momento clave, aunque no lo podría parecer viendo el cohete atravesando la atmósfera.

Fue el momento de «Max-Q». Es decir, cuando el Falcon Heavy experimentó la mayor carga aerodinámica. En ese momento, el cohete podría haberse desintegrado (por no soportar la presión y la carga a la que estaba siendo sometido). A decir verdad, de nuevo, tampoco habría sido sorprendente. No podemos olvidarnos de que era un vuelo de prueba. Podía fallar. A partir de aquí, casi podríamos decir que todo lo demás es un momento espectacular tras otro.

Ojo, el lanzamiento, por sí mismo, ya es espectacular. Desde Saturno V en 1973, y el cohete ruso Energía en la década de los 80, no despegaba ningún cohete tan potente. El objetivo de SpaceX con este vuelo de prueba era bastante ambicioso. No solo querían que el Falcon Heavy despegase, también querían recuperar los tres cohetes utilizados. Este es el momento en el que los dos cohetes laterales se despegan para regresar a la superficie.

Muchos éxitos con el Falcon Heavy… y algún que otro borrón

Casi sin tiempo para reaccionar, justo después, el cohete central se despega también de la fase 2. Todo le estaba saliendo bien a SpaceX. El lanzamiento había sido un éxito y entrábamos en una parte que prometía ser espectacular, mientras la nave continuaba su viaje. En este punto, el triunfo de SpaceX ya era indudable. La nave iba a seguir su viaje sí o sí, aunque todavía quedaban algunas incógnitas por resolver.

Uno de los mejores momentos del lanzamiento del Falcon Heavy fue el que podéis encontrar debajo. El Tesla Roadster de Elon Musk en el espacio, con música de David Bowie (concretamente, la canción Life on Mars) y con Starman, un maniquí que lleva el traje espacial que usarán los astronautas de SpaceX en el futuro. La alegría de los trabajadores, al final del vídeo, es más que comprensible. En la compañía americana trabajan unos 6.000 empleados.

Todo en torno al lanzamiento ha tenido un punto de emoción. No solo porque hemos visto algo que era realmente complejo. También por dónde se ha realizado. La plataforma de despegue fue la 39A del centro espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, la misma usada por el programa Apolo. Es decir, estábamos viendo un lanzamiento desde la misma plataforma en la que un cohete Saturno V llevó a los astronautas por primera vez a la Luna (y en cinco misiones más). Es algo difícil de ignorar, especialmente para los que no vivimos aquello en directo.

El espectacular aterrizaje de los dos motores

Unos minutos después, vivimos algo que aunque ya es, hasta cierto punto, familiar, fue aun más espectacular. Uno de los objetivos de SpaceX es hacer que el vuelo espacial sea barato. Para ello, han fabricado cohetes reutilizables, que puedan volar varias veces. Los dos cohetes laterales del Falcon Heavy ya habían sido usados en el pasado (como cohetes Falcon 9) y ya habían aterrizado una vez. Pero en esta ocasión, había que ver cómo aterrizaban dos cohetes, ya reutilizados, a la vez, y el resultado habla por sí solo. Es espectacular.

Los dos cohetes aterrizaron en dos plataformas de la base de las Fuerzas Aéreas de EEUU en Cabo Cañaveral. Está muy cerca del Centro Espacial Kennedy, de donde habían despegado tan solo unos minutos antes. Dos cohetes aterrizando de vuelta en la Tierra, por sí solos… Es una demostración de lo mucho que ha avanzando la tecnología. Algo así, hace solo unas décadas, habría sido considerado propio de la ciencia ficción. Pero la realidad suele superar a la ficción, y esta ha sido una de esas veces (¡y para bien!).

Quedaba una sola incógnita. ¿Qué pasaría con el cohete central? Por su velocidad y altura, estaba demasiado lejos para poder intentar aterrizar en la base, así que en su lugar se utilizaría la plataforma oceánica «Of Course I Still Love You» de SpaceX, a unos 500 km de la costa. Solo unos segundos después del aterrizaje de los cohetes laterales, debíamos ver el aterrizaje del cohete central en la plataforma oceánica. Los presentadores ya avisaban de que la conexión se suele interrumpir cuando aterriza el cohete, así que no era sorprendente…

El pequeño borrón en el Falcon Heavy

Durante la emisión, SpaceX ofreció en todo momento otra señal, que ya nos llevó a sospechar que el módulo central no había llegado a aterrizar en la plataforma oceánica. Esa fue mi sensación al ver lo que sucedía en el vídeo anterior. En intentos de aterrizaje anteriores, sí que se había llegado a ver el módulo intentando aterrizar (y perdiendo el equilibrio) pero en esta ocasión no fue así. En esa otra señal, se escucha claramente «We lost the center core» («Hemos perdido el núcleo central»).

Por desgracia, el pequeño borrón ha sido este. El núcleo central no aterrizó en la plataforma oceánica. Un fallo hizo que solo activase uno de los tres motores necesarios para el aterrizaje. Así que el resultado fue que se estrelló contra la superficie del océano, a solo 100 metros de distancia, y a unos 500 km/h. Pero, en cualquier caso, no es un fracaso. Es, como mucho, un pequeño obstáculo. Algo de lo que aprenderán para futuros lanzamientos, sin duda alguna.

No podemos olvidar que la expectativa que se tenía era que el Falcon Heavy quizá no llegase ni a despegar. Aunque el lanzamiento haya sido un éxito y parezca que todo ha sido fácil. Ahora los trabajadores de SpaceX tienen mucho trabajo por delante. Por un lado, repasarán todo lo que ha salido bien en el lanzamiento, verán cómo ha ido todo y qué se puede mejorar. Respecto al módulo central, más de lo mismo. Estudiarán qué es lo que ha salido mal y qué correcciones son necesarias para que, en otros vuelos, se pueda recuperar.

El Falcon Heavy y un golpe de marketing magistral

Dicho esto, no quiero olvidarme del Tesla Roadster de Elon Musk. Dejaré a los especialistas en marketing que se encarguen de evaluar lo inteligente que ha sido lanzar su propio coche eléctrico al espacio. Es una publicidad de su producto que nadie puede detener ni criticar. Lo que sí quiero explicar, es que el coche no va a estar en órbita alrededor de Marte, ni en órbita alrededor del Sol. Inicialmente iba a estar en una órbita elíptica entre la Tierra y Marte, que ilustra muy bien esta imagen…

Órbita inicialmente prevista para el Tesla Roadster de Elon Musk.
Crédito: SpaceX

El punto más cercano al Sol (en la órbita del coche) coincidiría con la órbita de la Tierra. Mientras que el punto más lejano coincidiría con la órbita de Marte. Según los ingenieros de SpaceX, el coche estaría en esta órbita durante los próximos mil millones de años. Así que, en todo ese tiempo, habría momentos en los que estaría cerca de Marte y también cerca de la Tierra. En el coche también va un pequeño disco que contiene las novelas de la saga de la Fundación de Isaac Asimov.

Eso sí, digo todo esto en condicional porque, finalmente, la órbita del Tesla Roadster va a ser diferente. El objetivo de SpaceX era demostrar a la Fuerza Aérea Estadounidense que podían hacer una maniobra complicada. No sé exactamente con qué fin. Hasta donde yo he podido indagar, el motivo no ha trascendido. En cualquier caso, la órbita final es esta, mantiene el punto más cercano en la órbita de la Tierra, pero el más lejano le llevará casi hasta la órbita de Ceres.

Órbita final del Tesla Roadster.
Crédito: Elon Musk

Una misión inspiradora

Concepto artístico del Sistema de Transporte Interplanetario (STI). Un cohete que estará basado en el BFR.
Crédito: SpaceX

Dicho esto, el lanzamiento del Falcon Heavy es una hazaña que va más allá de lo tecnológico. La retransmisión oficial de SpaceX (ha habido muchas otras) ha tenido 2,5 millones de espectadores simultáneos. Mucha gente ha estado interesada en ver lo que pasaba con el cohete. Eso tiene una lectura muy clara: el espacio nos sigue apasionando. Seguimos siendo exploradores. Ansiamos viajar a otros mundos, más allá de la atmósfera de la Tierra.

En ese sentido, el Falcon Heavy ha hecho que todos levantemos la vista al cielo y soñemos con el futuro. Lo más interesante es que, hoy mismo, Elon Musk ha dicho que no usarán el Falcon Heavy para las misiones tripuladas. En su lugar, utilizarán el BFR, un cohete que aún está en desarrollo. Al lanzamiento de Falcon Heavy le van a seguir otros supercohetes. La exploración espacial ha entrado ahora en un nuevo período.

Volvemos a tener objetivos más allá de la órbita baja de la Tierra, y ahora hay cohetes que nos pueden ayudar a conseguir cosas como ir a Marte… Por eso este lanzamiento es histórico. Hacía unas cuatro décadas que no se lanzaba un cohete tan potente. Ha sido todo un éxito y, además, nos ha abierto las puertas a algo que, hasta hace solo unas horas, seguía teniendo algo de ficción: enviar tripulaciones a otros lugares.

Puertas abiertas a un futuro prometedor

Imagen del coche de Elon Musk en órbita de la Tierra.
Crédito: SpaceX

Queda mucho para eso, no os engañéis. Pero con el Falcon Heavy, por ejemplo, hay un cohete capaz de mandar los elementos necesarios a la Luna para construir una base lunar, suponiendo que la NASA quiera centrarse en ello, o que la ESA (Agencia Espacial Europea) lo haga en 2030. Son posibilidades reales, que han estado sobre la mesa (con mayor o menor definición) y que ahora están más cerca de convertirse en realidad.

El bajo coste del Falcon Heavy (en comparación al de otros cohetes) hace que económicamente pueda ser una misión totalmente viable. ¡Son tiempos muy emocionantes los que nos esperan en los próximos años! Estamos un poquito más cerca de poder ver seres humanos viajando a Marte para pisarlo por primera vez, y de poder ver cómo se comienza a construir una base lunar en la que habrá mucho que investigar…

Aunque ya ha terminado, en Youtube está disponible la retransmisión desde el coche de Elon Musk, ya en órbita. Dura algo más de 4 horas, y permite ver algunas imágenes espectaculares. De cuando en cuando, podéis ver cosas como la que acompaña este párrafo. Permite apreciar perfectamente la Tierra (aunque la calidad de imagen de la cámara no es excelente). Habrá que estar muy atentos a todo lo que nos espera en el futuro. ¡Promete ser apasionante!