Roscosmos, la agencia espacial rusa, ha comentado (este pasado lunes) que no descarta la posibilidad de enviar una nueva cápsula Soyuz a la EEI (Estación Espacial Internacional). La reacción viene motivada por la fuga detectada en la cápsula que está en la estación, y que podría no ser apta para el regreso a la Tierra…
La posibilidad de enviar una Soyuz a la EEI nueva es real
A finales de la semana pasada, la agencia espacial Roscosmos se vio obligada a suspender un paseo espacial que tenía previsto con dos de sus cosmonautas en la Estación Espacial Internacional. Poco antes de realizarlo, se observó una fuga de refrigerante procedente de la cápsula que llevó a parte de la tripulación al espacio hace solo unos meses. Desde que se detectase, Roscosmos y NASA han trabajado conjuntamente para resolver el problema. La hipótesis sobre qué ha sucedido parece estar cada vez más asentada: fue por el impacto de un micrometeorito.
Fueron los propios cosmonautas los que detectaron el escape en la Soyuz MS-22. Desde la Tierra, se constató en directo que había un chorro de partículas y fluido emanando de la nave. Las buenas noticias son que, prácticamente desde el primer momento, quedó claro que no hay ningún riesgo para la tripulación de la estación. Sin embargo, las condiciones en la cápsula no están siendo las mejores. El impacto fracturó la superficie de la cápsula en una zona vital. El sistema de refrigeración se encarga de mantener una temperatura adecuada en el interior.
Además, naturalmente, puede suponer una amenaza para la integridad estructural de la nave al regresar a nuestro planeta. La tripulación, formada por Sergei Prokopyev, Dmitri Petelin y Frank Rubio, no tenía previsto regresar a nuestro planeta hasta marzo, por lo que hay tiempo suficiente para planificar los pasos a seguir. En este sentido, desde Roscosmos se ha explicado que no hay motivos para evacuar a la tripulación. Sin embargo, no se descarta que sea necesario enviar una nueva cápsula Soyuz a la EEI para que puedan regresar con todas las garantías.
Un aumento de temperatura en la cápsula
Ahora, un grupo de expertos evaluará, en este mismo mes de diciembre, si la cápsula Soyuz MS-22 está en condiciones de ser usada para regresar a la Tierra de forma segura. Si no fuese así, tendrá que ser descartada y reemplazada por una nueva. El siguiente lanzamiento de una cápsula Soyuz estaba previsto, precisamente, para marzo. En este sentido, Roscosmos ha explicado que podrían acelerar su lanzamiento si fuese preciso, siendo usada para traer a la tripulación (en lugar de para enviar a nuevos astronautas en marzo).
La fuga del sistema de refrigeración provocó que la sección de la tripulación, en la cápsula, alcanzase una temperatura de 30 grados. En la sección del equipamiento fue incluso peor, se alcanzaron 40 grados. La temperatura descendió posteriormente hasta los 30, tras la decisión del personal de Roscosmos de apagar algunos de los sistemas. La tripulación, además, utilizó ventiladores del segmento ruso de la Estación Espacial Internacional para enviar aire frío al interior de la cápsula. Esto permitió reducir la temperatura a niveles más agradables.
El aumento de temperatura de la cápsula, en cualquier caso, estaría dentro de los parámetros admisibles y no se considera crítico para el funcionamiento del equipo ni la salud de la tripulación, si por algún motivo necesitasen estar a bordo. A esto, hay que sumarle que las pruebas, para comprobar el sistema de control, han determinado que no se ha visto afectado por el incidente. La ayuda del brazo robótico Canadarm-2 ha ayudado a localizar el punto en el que se encuentra la fuga. Ahora, queda esperar a los próximos pasos.
No hay peligro para la tripulación ni a corto ni a largo plazo
Si finalmente se toma la decisión de enviar una cápsula nueva, se lanzaría vacía y traería de vuelta a la tripulación. Por otro lado, en la Estación Espacial Internacional también se encuentran Nicole Mann, Josh Cassada (ambos de NASA), Koichi Wakata (de JAXA, la agencia espacial japonesa) y Anna Kikina, de Roscosmos. Viajaron hasta la estación en la cápsula Crew Dragon de la misión Crew-5 y, por tanto, no se ven afectados por este incidente, porque regresarán en su propia cápsula cuando llegue el momento de viajar de vuelta a nuestro planeta.
Sea como fuere, parece que todo va a quedar en un incidente de no demasiada importancia. El impacto sufrido por la cápsula podría ser consecuencia de un micrometeorito o de basura espacial, ya que no se puede descartar esta segunda posibilidad. La actividad en la estación continuará sin grandes novedades en los próximos días. De hecho, la NASA tiene previsto realizar un paseo espacial esta misma semana. Mientras que, presumiblemente, Roscosmos volverá a programar su paseo espacial en las próximas fechas.
El próximo relevo de tripulación tendrá lugar entre febrero y marzo de 2023. Hacia mediados de febrero (la fecha todavía es provisional), la misión Crew-6 pondrá rumbo a la estación, con cuatro nuevos astronautas a bordo. La tripulación de Crew-5, por su parte, regresará en marzo. La misión Soyuz MS-22 regresará desde la EEI el 28 de marzo (está por ver si será con una cápsula nueva, o no). Mientras que su relevo, la misión Soyuz MS-23, partirá en marzo. Tanto Crew-6 como MS-23 regresarán a la Tierra en algún momento del otoño (del hemisferio norte).
Referencias: Phys