Han pasado algo más de 4 décadas desde que el radiotelescopio Big Ear, en Ohio, captase una señal muy intensa. Hoy en día, la conocemos como la señal Wow!. El nombre procede de la reacción del astrónomo que estaba repasando los datos, al encontrarse con la detección…

El misterio de la señal Wow!

¿Qué fue la señal Wow!?: cómo se captó, etc...

La señal Wow!, registrada el 15 de agosto de 1977.
Crédito: Big Ear Radio Observatory and North American AstroPhysical Observatory (NAAPO)

La señal Wow! fue captada por el radiotelescopio Big Ear durante 72 segundos. Es una señal que, en muchos sentidos, encaja con lo que cabría esperar que recibiese si procediese de una civilización extraterrestre. Pero lejos de convertirse en una prometedora pista, con el tiempo ha terminado cayendo en el olvido. ¿Por qué? Su detección no fue perfecta. El radiotelescopio Big Ear utilizaba dos antenas para observar el firmamento.

No era capaz de moverse por sí mismo (aunque sí de cambiar su altura respecto al horizonte). Así que se movía con la rotación de la Tierra. De tal manera que una antena observaba la misma región del cielo que la otra con 3 minutos de diferencia. Así que todo lo que captase Big Ear debería aparecer duplicado en ambas antenas. La señal Wow!, sin embargo, no cumple con este principio. Solo fue detectado por una antena.

Así que, fuese lo que fuese que estuviese emitiendo aquella señal, su transmisión terminó antes de que la segunda antena pudiese tenerlo en su campo de visión. El gráfico de la señal, además, encaja perfectamente con lo que cabría esperar. Su intensidad va aumentando de forma gradual, a medida que la fuente de la señal alcanza el centro del campo de visión de la antena. Después, va disminuyendo a medida que sale de la vista del radiotelescopio.

Una tarea monótona de búsqueda

El radiotelescopio Big Ear, en el terreno de la Universidad de Wesleyan, en Ohio, funcionó desde 1963 a 1998.
Crédito: Bigear.org / NAAPO

A finales de los años 70 no se tenían las herramientas de las que disponemos en la actualidad. No era posible usar algoritmos que buscasen las señales más prometedoras y descartasen lo demás. Era necesario hacer esa búsqueda a mano. Los datos se imprimían en un papel perforado y eran revisados a mano. Fue Jerry Ehman, el astrónomo encargado de revisar los datos, quien descubrió la presencia de un aumento de intensidad.

Era tan fuerte que, sorprendido, los rodeó con un círculo y escribió Wow! al lado. Así nació la señal Wow!. Pero, ¿cómo funcionaba el radiotelescopio Big Ear? Su misión era buscar posibles señales de civilizaciones extraterrestres. Para ello, escuchaba el ruido del espacio profundo. La idea no es muy diferente a poner un micrófono en una sala y dejar que grabe el ruido ambiente. Ese ruido normal era impreso, en el papel, con cifras del 1 al 4.

Todo lo que se saliese por encima del ruido del espacio profundo recibía valores más altos. Los valores iban del 1 al 9 y, para los valores superiores al 10, se usaba el abecedario. La cadena que sorprendió a Jerry Ehman era «6EQUJ5». Es decir, una intensidad de 6, 14, 26, 30, 19, 5. Lo que fuese que estaba emitiendo la señal Wow! era muy potente. Con los datos de Big Ear, se intentó determinar de dónde procedía la señal.

Un origen difícil de determinar

El cielo en aquella noche del 15 de agosto de 1977. La ubicación de los cometas 266P y 335P sería muy cercana a la región del cielo en la que se originó la señal.
Diagrama: Bob King, Fuente: Stellarium

Pero, con los datos de una sola antena, era difícil acotar bien la búsqueda. Se concluyó que la señal parecía proceder de algún lugar al noroeste (visualmente) del cúmulo globular Messier 55. Este cúmulo, formado por miles de estrellas, está a 17 600 años-luz de la Tierra. Si la señal procediese de una distancia similar, entonces el transmisor debía tener una potencia de unos 2,2 gigavatios. Una cifra nada despreciable.

Para hacernos una idea, los transmisores más potentes, construidos en nuestro planeta, rondaban los 2 500 kilovatios. Es decir, una potencia mil veces menor que la necesaria para transmitir la señal Wow!. Así que, con toda probabilidad, parece razonable suponer que se trataría de una civilización más avanzada que la nuestra. Pero claro, ni siquiera estamos seguros de que haya vida en otros lugares de la galaxia

También se han planteado posibles explicaciones de origen natural. La más popular es la de que, en realidad, Big Ear captase la señal de un cometa. Hay dos cometas que, en aquellas fechas, estaban en la zona aproximada del campo de visión del radiotelescopio. El cometa 266P y el 335P. Sin embargo, en estudios posteriores, de los propios investigadores, se ha considerado que no es posible. De esto, y otras cosas, hablo en el vídeo de esta semana. ¡Espero que os guste!