Según un grupo de investigadores, es posible que Venus nunca se pareciese a la Tierra. Es decir, en ningún momento de su historia llegó a ser un planeta cálido y húmedo, como el nuestro. Es lo que se desprende del estudio de una de sus regiones, pero quedan muchas incógnitas en el aire…

La historia de Venus

Generalmente, al hablar de Venus se menciona, también, que en su pasado es posible que no fuese muy diferente de nuestro mundo en la actualidad. Se suele decir que, hace miles de millones de años, pudo tener agua en su superficie, y una temperatura mucho más similar a la de la Tierra. Los parecidos en cuanto a propiedades físicas son evidentes. Ambos tienen un tamaño muy parecido y son planetas rocosos. Sin embargo, Venus está más cerca del Sol. Recibe más radiación y eso hace que su temperatura sea mayor.

Puede que Venus nunca se pareciese a la Tierra
Los mapas por radar de Venus muestran que está dominado por las estructuras volcánicas. Crédito: NASA/JPL

Pero, si rebobinamos la cinta a hace miles de millones de años, en las primeras etapas del Sistema Solar, nos encontramos con un Sol más tenue. Venus, en consecuencia, recibía una menor cantidad de radiación de la que llega hoy en día a su entorno. En ese escenario, hay motivos de sobra para pensar que el planeta podría haber tenido unas condiciones parecidas a las de nuestro mundo. De hecho, esos océanos los podría haber retenido durante miles de millones de años. Quizá hasta hace solo unos pocos cientos de millones de años.

Este relato es sorprendente, entre otras cosas, porque indica que Venus, que destaca en la actualidad por ser un lugar infernal, con una temperatura superior a los 400 ºC en su superficie, pudo ser habitable durante mucho más tiempo de lo que lo fue Marte. La imagen de tres planetas, en torno a la misma estrella, con condiciones habitables en sus respectivas superficies, es muy poderosa por las implicaciones que tiene. Querría decir que nuestro Sistema Solar, en algún momento de su historia, pudo llegar a ver algún tipo de vida en tres planetas diferentes…

Pero quizá Venus nunca se pareciese a la Tierra

Sin embargo, un grupo de investigadores cree que la historia podría ser mucho más similar a la que vemos en la actualidad. Venus quizá nunca se pareciese a la Tierra. Es la conclusión a la que han llegado tras analizar los datos, obtenidos por radar, del flujo de lava Ovda Fluctus del planeta. Los datos indican que las tierras altas de Venus están compuestas, probablemente, de roca basáltica en vez de granítica. Esto pone en duda la posibilidad de que el planeta tuviese agua. Porque el granito se forma en presencia de grandes cantidades de este elemento.

Venus, observado en luz ultravioleta en 1979. Crédito: NSSDC Photo Gallery

Se pensaba que las tierras altas de Ovda Regio se formaron así y que, por tanto, se componían principalmente de granito. El estudio se ha centrado en Ovda Regio, una plataforma cercana al ecuador, en la parte occidental de Aphrodite Terra. Fue estudiada a fondo, entre los años 1989 y 1994, por la nave Magallanes. Fue la primera misión en utilizar un radar de apertura sintética para crear un mapa de la superficie de Venus y, además, analizar su campo gravitacional. En aquel momento, la idea predominante era que el granito reinaba en la región.

Para su formación era necesaria la presencia de océanos y, junto a la composición de la atmósfera, permitió que se plantease la idea de que estas tierras altas eran una señal de que, en el pasado, Venus tuvo al menos un océano. Sin embargo, los investigadores que han analizado el flujo de lava Ovda Fluctus han determinado que probablemente sea basalto. Un material muy ligado a la actividad volcánica y que, además, se puede formar sin la presencia de agua. Algo que cambiaría nuestra percepción de Venus de una manera profunda.

La superficie de Venus es poco conocida

Eso explicaría que Venus nunca se pareciese a la Tierra, porque indicaría que siempre fue un planeta muy diferente al nuestro. Si están en lo cierto, sería un jarro de agua fría para la posibilidad de que, en algún momento de su pasado, fuese habitable. Pero la realidad es que, por otra parte, la superficie del planeta sigue siendo una gran desconocida. Es posible que el origen de las tierras altas de Ovda Regio se deba a la actividad volcánica. Las fuerzas internas del planeta provocaron que, en algún momento posterior, se elevasen sobre la superficie.

Concepto artístico de la superficie de Venus. Crédito: ESA/AOES Medialab

En cualquier caso, lo que sí parece claro es que Venus nunca fue exactamente como el planeta que conocemos hoy en día. No siempre tuvo un entorno extremadamente cálido y una atmósfera tóxica. Quizá, hasta hace unos 750 millones de años, llegase a tener un océano en su superficie. O puede que, como dice este último estudio, nunca llegase a tener agua y que, por tanto, nunca fuese un planeta habitable. Pero algo sucedió, a nivel geológico, hace solo unos cientos de millones de años, que cambió su superficie de una manera drástica.

Alrededor del 80% de su superficie se vio transformada para siempre. En el proceso se liberó una enorme cantidad de dióxido de carbono, que sirvió para desencadenar el efecto invernadero imparable en el que se encuentra sumido el planeta. Aunque para saber si este escenario, para entender si Venus tuvo agua o no, la única forma es seguir estudiando el planeta. En los próximos años se seguirá analizando su atmósfera. Puede que sea cuestión de tiempo descubrir hasta qué punto, realmente, podemos considerar a Venus un hermano de la Tierra…

Estudio

El estudio es F. Wroblewski, A. Treiman, S. Bhiravarasu y T. Gregg; «Ovda Fluctus, the Festoon Lava Flow on Ovda Regio, Venus: Not Silica Rich». Publicado en la revista Journal of Geophysical Research: Planets el 9 de agosto de 2019. Puede consultarse en el siguiente enlace.

Referencias: Universe Today