El cometa 2I/Borisov es el segundo objeto interestelar detectado en el Sistema Solar, y parece que es muy similar a los cometas que podemos encontrar en este pequeño rincón de la Vía Láctea. Es una de las primeras observaciones que se ha llevado a cabo…
2I/Borisov, un visitante interestelar
Gennady Borisov, un astrónomo amateur de la península de Crimea, descubrió que había un nuevo visitante interestelar en el Sistema Solar. El cometa 2I/Borisov se originó en otro lugar de la galaxia y, tras un largo viaje a través del espacio interestelar, terminó llegando a nuestro entorno. Todavía estamos en las primeras etapas de observación de este nuevo objeto interestelar, el segundo que descubrimos, tras la observación de Oumuamua en 2017. Pero ya se están empezando a publicar los primeros estudios al respecto.
Hay que recordar que el origen interestelar de 2I/Borisov está fuera de toda duda. Se ha comprobado que por su trayectoria y velocidad, su origen no está en el Sistema Solar. Eso lo convierte en una oportunidad magnífica para entender cómo es el lugar en el que se originó y, de paso, comprender hasta qué punto se parece, o no, al Sistema Solar. Todas esas cuestiones permitirán comprender, entre otras cosas, hasta qué punto nuestro sistema estelar tiene características únicas o comunes al resto de la galaxia. En este caso, parece que encontramos similitudes.
Un grupo de investigadores ha publicado un estudio en el que comparten sus primeros hallazgos sobre 2I/Borisov. Tras el descubrimiento de Oumuauma, trabajaron en un programa, por ordenador, capaz de analizar los datos publicados en buscas de cometas y asteroides. Entre ellos, esperaban poder encontrar las señales de algún objeto interestelar. Algo que sucedió el 8 de septiembre, cuando encontró un objeto que, por sus características, era interestelar. Apenas dos días después de la alerta, comenzaron a estudiar el material disponible.
2I/Borisov es muy similar a los cometas del Sistema Solar
Analizaron las primeras imágenes capturadas con el telescopio William Herschel, ubicado en el observatorio de Roque de los Muchachos, en la isla de la Palma, en las Islas Canarias. También recibieron los datos del telescopio Gemini North, de Maunakea (Hawái), más grande. Las imágenes mostraban a 2I/Borisov en dos bandas de colores, proporcionando la primera oportunidad de poder analizar cómo es este objeto. Según explican, lo primero que llamó la atención fue que presentaba las familiares coma y cola de los cometas.
Algo que no estaba presente en el caso de Oumuamua. Fue una forma de confirmar que 2I/Borisov es similar a los cometas del Sistema Solar. Al menos en cuanto a apariencia se refiere. Tras algunos análisis, pudieron determinar su color y otras características. Descubrieron que el cometa está dominado por la presencia de polvo, presenta un tono rojizo y su núcleo tiene un tamaño aproximado de 1 km de radio. Dicho de otra manera, 2I/Borisov es muy similar a los cometas que podemos encontrar a nuestro alrededor. Casi indistinguible del resto.
Es interesante, porque indica que, por tanto, no hay nada particular en los cometas que hemos observado en el Sistema Solar. O que, por verlo de otra manera, los cometas del sistema natal de 2I/Borisov pueden presentar un aspecto muy similar a los que encontramos aquí. En este caso, hace que sea un objeto muy diferente a Oumuamua, que presentaba características poco comunes en nuestros cometas. Por ejemplo, el primer objeto interestelar detectado no llegó a tener coma o cola. Pero hay que tener presente que es solo uno de los primeros estudios.
Queda mucho trabajo por delante
Estamos ante los primeros pasos del proceso de estudio de 2I/Borisov. Las primeras características apuntan a que es similar a los cometas del Sistema Solar. Pero queda mucho por analizar y estudiar por delante. Y, por suerte, habrá muchos meses de observación. El cometa todavía está cerca del horizonte y su brillo va en aumento. Los investigadores creen que las mejores oportunidades para estudiarlo, en realidad, todavía están por llegar, y parece que están bien preparados, porque tienen mucho tiempo de observación reservado en el telescopio Gemini North.
También usarán el Telescopio Muy Grande, en el Observatorio Austral Europeo, para poder analizar 2I/Borisov en detalle. No serán los únicos en hacerlo y, en los próximos meses, podemos esperar que se publiquen muchos más estudios al respecto. Algunos nos permitirán comprender mejor qué similitudes y diferencias presenta respecto a los objetos que podemos encontrar en nuestro alrededor. Otros, quizá, puedan ayudarnos a entender cómo es su sistema natal. Es una oportunidad muy intrigante por todo lo que puede ayudar a descubrir.
Los investigadores se muestran convencidos en ese sentido, porque creen que las investigaciones sobre 2I/Borisov producirán cambios profundos en la rama de la astronomía planetaria y, también, para la astronomía en general. Por ahora, muchos investigadores, a lo largo y ancho del mundo, se preparan para realizar trabajo de campo. Es decir, observar a 2I/Borisov durante su visita al Sistema Solar. Se espera que sea visible, a nuestros telescopios, hasta mediados o finales de 2020. ¿Qué se descubrirá en los próximos meses?
Estudio
El estudio es P. Guzik, M. Drahus, K. Rusek, et al.; «Initial characterization of interstellar comet 2I/Borisov». Publicado en la revista Nature Astronomy el 14 de octubre de 2019. Puede consultarse en este enlace.