Lunar Lantern es un interesante concepto de base lunar que, quizá, podríamos ver en marcha en un futuro no muy lejano. Un paso imprescindible si lo que se desea es que, esta vez, proyectos como el Programa Artemisa no sean, simplemente, una visita fugaz a la superficie de la Luna…

Compañías con una larga trayectoria

Octubre de 2024 es una fecha marcada en rojo en muchos calendarios. En ese momento, si todo va según lo previsto, la misión Artemisa III llevará a dos seres humanos (un hombre y una mujer) a la superficie de la Luna. En los próximos años, y décadas, diferentes agencias espaciales, y empresas de la industria aeroespacial, han expresado su interés en que la próxima visita a nuestro satélite sea mucho más duradera. Esta vez se quiere establecer una presencia a largo plazo, y se están dando pasos para convertirlo en realidad.

Lunar Lantern, una interesante base lunar
Concepto artístico del nivel social de la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

El desafío de construir una base lunar, que garantice la salud, seguridad y comodidad de los astronautas, en el entorno de la Luna, ha inspirado a arquitectos y diseñadores de todo el mundo. Se han creado ideas muy interesantes para intentar vivir en nuestro satélite. Entre ellas, Lunar Lantern destaca especialmente. Se trata de un concepto desarrollado por ICON (una empresa de construcción basada en Austin, Texas, EE. UU.) como parte de un proyecto de NASA para construir un asentamiento sostenible. La propuesta está muy avanzada.

Lunar Lantern surgió de algo llamado Project Olympus (Proyecto Olimpo), un programa de desarrollo e investigación. Su objetivo era crear un sistema de construcción, en el espacio, que permitiese a la NASA, y a otras agencias, en sus esfuerzos por explorar la Luna. ICON se ha asociado con dos empresas arquitectónicas. Por un lado, Bjarke Ingels Group (BIG). Por otro, Space Exploration Architecture (SEArch+). BIG es conocida por su arquitectura y su trabajo en diferentes conceptos de bases lunares y marcianas. SEArch+ por sus diseños, pensados en el ser humano, y su relación con NASA.

Lunar Lantern no es solo un boceto

La colaboración de las tres compañías ha permitido plantear Lunar Lantern. Se trataría de una base lunar muy completa, que podría ser construida con impresión 3D robótica. Algo que encaja en la filosofía de las empresas implicadas y de la propia NASA. En el Programa Artemisa se busca utilizar diferentes tecnologías y el material disponible en nuestro satélite, reduciendo así la necesidad de recurrir a la Tierra. SEArch+ ha presentado un vídeo mostrando su concepto, y que permite ver cómo la Lunar Lantern permitirá una presencia prolongada en la Luna.

Para proteger a la tripulación de los diferentes riesgos de la Luna, el hábitat principal utiliza tres grandes componentes: Un aislante base, cables de tensión y un escudo Whipple. Los aislantes de base son amortiguadores sísmicos, desplegados en los cimientos, para absorber las ondas y estrés provocados por los terremotos lunares (también llamados popularmente lunamotos). Estos sismos lunares son tanto superficiales como profundos. Los superficiales suceden a entre 50 y 220 kilómetros bajo la superficie. Son producto de cambios de temperatura e impactos de meteoritos.

Los sismos profundos son más raros y potentes. Se originan a profundidades más allá de los 700 kilómetros y son el fruto de la interacción gravitacional con la Tierra. A estos aislantes hay que sumar los cables de tensión, que se encargan de aportar firmeza a los muros impresos en 3D. El componente más externo es el escudo Whipple. Un escudo doble formado por un enrejado interior y paneles exteriores. El conjunto proporcionará protección frente al impacto de micrometeoritos, así como del calor extremo por la exposición al Sol.

Los retos del regolito

No solo hay que protegerse de los cambios extremos de temperatura, de la radiación y la actividad sísmica. Otro de los grandes riesgos de la Luna es el regolito lunar. Ese polvo lunar está cargado estáticamente. La Lunar Lantern estará equipada para protegerse y beneficiarse de este problema. Entre las estructuras de la base también habrá plataformas de aterrizaje. Serán una de las primeras estructuras necesarias y allí se intentará contener el polvo levantado durante los lanzamientos y aterrizajes de las misiones que lleguen a la Luna.

Concepto artístico de la iluminación en la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

En los diseños presentados, las plataformas de aterrizaje serían capaces de atrapar el polvo, evitando que se disperse por la superficie e interfiera con el funcionamiento de la base. Ese polvo, una vez recogido, puede ser utilizado por los robots de construcción, que necesitarán el regolito para poder realizar impresión 3D. De esta forma, se garantiza que haya un suministro constante de material, que se podrá utilizar para llevar a cabo las reparaciones necesarias en las estructuras. Pero queda algo más que mencionar…

El nombre de la base, Lunar Lantern (linterna lunar, en inglés) no es una casualidad. Otra de las características de la base es que se busca que los seres humanos estén lo más cómodos posible. La base será capaz de convertir la luz de la superficie lunar en iluminación interior. Se podrá utilizar para simular diferentes momentos del día, replicando los ciclos de la Tierra. Se hará mediante un sistema de fibra óptica que capturará la luz en el polo sur de la Luna. El interior de la base estará organizado, además, en tres plantas diferentes.

Lunar Lantern plantea muchas ideas, pero no es la única…

En el interior de Lunar Lantern habrá tres niveles bien diferenciados. Uno estará dedicado al trabajo y el ejercicio. Otro a la alimentación y la interacción entre los miembros de la tripulación. El último será el lugar de descanso y espacio privado. En los vídeos presentados hay algunos guiños a la industria aeroespacial. No falta, por ejemplo, la nave Starship de SpaceX, que podrá transportar tanto cargamento como seres humanos a la Luna en unos años. Tampoco falta el módulo de aterrizaje lunar diseñado por Blue Origin.

Concepto artístico del interior de uno de los niveles de la base Lunar Lantern. Crédito: ICON

Lunar Lantern es solo uno de los muchos conceptos que están viendo la luz en los últimos tiempos. El objetivo es conseguir que los seres humanos puedan vivir tanto en la Luna como en Marte en el futuro. En el fondo, los planteamientos son muy similares. Todos buscan, por ejemplo, utilizar la impresión 3D para convertir sus proyectos en realidad. En todos se intenta resolver los mismos problemas. Pero, además, todos intentan enseñar como estos proyectos también nos pueden ayudar a los que nos quedamos en la Tierra.

A fin de cuentas, nos enseñan ideas que se podrían aplicar en nuestro planeta. A esto hay que sumarle que hay otras propuestas. La Agencia Espacial Europea, por ejemplo, ya ha mostrado su Lunar Village (Aldea Lunar) una base lunar que estaría formada por estructuras parcialmente hinchables. Son solo dos ejemplos de muchos que intentan enseñarnos como, en un futuro cercano, hacia finales de esta década e inicios de la siguiente, nuestra arquitectura podría verse transformada. Cada vez queda menos para ver a seres humanos viviendo más allá del entorno de la Tierra…

Referencias: Universe Today